El papel de los líderes en el manejo colectivo de los recursos naturales. Evidencia del experimento de la pesca en el río Cuduyarí (Vaupés, Colombia) - Núm. 79, Julio 2017 - Revista Desarrollo y Sociedad - Libros y Revistas - VLEX 830601897

El papel de los líderes en el manejo colectivo de los recursos naturales. Evidencia del experimento de la pesca en el río Cuduyarí (Vaupés, Colombia)

AutorLuz Ángela Rodríguez, Ana María Roldán, Paula Zuluaga, José Saulo Usma
Páginas155-188
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DESARRO. SOC. 71, PRIMER SEMESTRE DE 2013, PP. X-XX, ISSN 0120-3584
Revista
Desarrollo y Sociedad
79
Segundo semestre 2017
PP. 155-188, ISSN 0120-3584
E-ISSN 1900-7760
El papel de los líderes en el manejo colectivo de
los recursos naturales. Evidencia del experimento
de la pesca en el río Cuduyarí (Vaupés, Colombia)
Leaders in the Collective Management of Natural
Resources. Evidence of the Fishery Game in the
Cuduyarí River (Vaupés, Colombia)
Luz Ángela Rodríguez1, Ana María Roldán2,
Paula Zuluaga3, José Saulo Usma4
DOI: 10.13043/DYS.79.5
Resumen
Las instituciones tradicionales, la cultura y la simbología son aspectos cen-
trales en el manejo de los recursos naturales en las sociedades indígenas de
la Amazonía. Los líderes —autoridades religiosas y civiles— tienen un papel
importante como depositarios del conocimiento tradicional así como por su
influencia en la resolución de conflictos y en la toma de decisiones. En este
documento presentamos los resultados del Juego de la Pesca en el que partici-
paron personas del pueblo cubeo, habitantes de la cuenca del río Cuduyarí, en el
departamento del Vaupés. Encontramos que mientras los grupos que pudieron
1 Investigadora posdoctoral de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes. Correo
electrónico: la.rodriguez65@uniandes.edu.co
2 M. Sc. en Desarrollo Rural. Consultora independiente. Correo electrónico: maruroldan@gmail.com
3 Ecóloga. Investigadora independiente. Correo electrónico: pazguerra@gmail.com
4 M. Sc. en Manejo de Recursos Naturales. Coordinador del Programa Agua Dulce WWF Colombia. Correo
electrónico: jsusma@wwf.org.co
Este artículo fue recibido el 28 de julio del 2016, revisado el 19 de diciembre del 2016 y finalmente
aceptado el 10 de mayo del 2017.
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comunicarse se mantuvieron con una mayor disponibilidad del recurso, los que
no pudieron comunicarse tendieron a su agotamiento. La presencia de líderes
en los grupos con comunicación tuvo un impacto positivo en la sostenibili-
dad del recurso, lo que se debió tanto a su propio comportamiento como a su
influencia en el comportamiento de los demás participantes.
Palabras clave del autor: acción colectiva, líderes, pesca continental, juegos
económicos, río Cuduyarí.
Clasificación JEL: C93, D70, Q22.
Abstract
Traditional institutions, culture and symbolism are central to the manage-
ment of natural resources in the indigenous societies of the Amazon. Leaders
—religious and civil authorities— play an important role as custodians of tra-
ditional knowledge as well as their influence in the resolution of conflicts and
decision-making. In this paper we present the results of the Fisheries Game
implemented with people of the Cubeo community, inhabitants of the Cudu-
yari river basin in the department of Vaupés. We found that while the groups
that communicate remained with larger availability of the resource, those
unable to communicate tended to the resource’s depletion. The presence of
leaders in communication groups had a positive impact on the sustainability
of the resource which is explained by their own behavior and their influence on
the behavior of the other participants.
Author's key words: Collective action, leaders, fishery, economic experiments,
Cuduyarí River.
JEL classification: C93, D70, Q22.
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Introducción
Sin embargo, después de hechos los cauces de los ríos, estos no tenían
agua, no había peces. El viejo fue rápidamente donde se forma el agua,
la tomó e hizo llover […] Kuwai volvió a charlar con el viejo, le dijo:
ese río no tiene peces, en ese río que hicimos no hay peces ¿de qué va
a vivir la gente? El viejo respondió: vamos a dejar peces en esos ríos
para que de ellos viva la gente, es fácil hacerlo. Vamos a dejar cier-
tos peces en los ríos y caños grandes y otros en los caños pequeños.
Relato mítico cubeo (Correa, 1996)
La pesca continental es una fuente fundamental de alimento para las comu-
nidades de la región de la Amazonía. Se estima que en la cuenca del Ama-
zonas en Colombia se utilizan más de 100 especies diferentes en la pesca de
subsistencia y que los ribereños ingieren entre 100 y 500 gramos de pescado,
de acuerdo con el lugar donde habitan (Agudelo, Sánchez, Rodríguez, Boni-
lla-Castillo y Gómez, 2011). El papel de las instituciones tradicionales en el
manejo de la pesca y otros recursos naturales es, sin embargo, desconocido o
comúnmente ignorado en los modelos occidentales para el manejo de dichos
recursos, a pesar de que la cultura y la simbología estructuran la visión y el
comportamiento relacionados con el uso de la naturaleza por parte de las
comunidades indígenas. Asimismo, existe evidencia de que la tradición de-
sempeña un papel central en el manejo de los recursos naturales mediante la
estructuración de patrones de autoridad y liderazgo (Baland y Platteau, 1996).
La organización de las sociedades indígenas de la Amazonía está basada en un
sistema de autosubsistencia establecido de acuerdo con la división de tareas
por edad y sexo, en el cual las creencias religiosas y culturales sobre el orden
de la sociedad y el medio ambiente son el referente para legitimar el compor-
tamiento del individuo. Las autoridades civiles y religiosas tradicionales como
los chamanes, los sabedores, los cantaores y los capitanes han desempeñado
funciones centrales en la organización social pues son ellos quienes se encargan
de la comunicación con los espíritus ancestrales, conservan el conocimiento
sobre el orden del cosmos y del medio ambiente y, por ende, influencian fun-
damentalmente las decisiones colectivas (Correa, 1989; 1996).
El pueblo indígena cubeo es un grupo étnico del Gran Resguardo Indígena del Vau-
pés (Ministerio de Cultura, s. f.), habitante de las cuencas de los ríos Cuduyarí
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y Querari, afluentes del río Vaupés. De acuerdo con el Plan Integral de Vida
Indígena del Pueblo Cubeo Zonal de la Unión de Indígenas Cubeos del Cuduyarí
(UDIC) (s. f.) la pesca es una actividad cotidiana realizada por los hombres y
muy importante como fuente de alimento para estas comunidades. Esta acti-
vidad ha sido por tradición artesanal y se ha llevado a cabo mediante el uso
de artes de pesca como el anzuelo, la flecha o el barbasco5, pero con el tiempo
se han ido introduciendo nuevas técnicas como la pesca con malla o careta,
que han permitido obtener una mayor cantidad de peces en menos tiempo,
pero que han generado impactos negativos en la disponibilidad del recurso.
La disminución en la cantidad de peces disponibles para su aprovechamiento
como fuente de alimento ha sido identificada en el Plan Integral de Vida Indí-
gena del Pueblo Cubeo (s. f.)6, la cual es atribuida, entre otras causas, al uso
de técnicas de pesca no tradicionales como las mencionadas, así como al uso de
técnicas tradicionales como el barbasco, al aplicarse sin el conocimiento ances-
tral necesario. Igualmente, se identifican el aumento de la población, prin-
cipalmente en las comunidades cercanas a Mitú, la pesca excesiva en época
de subienda o piracemo y la pesca con fines comerciales por parte de perso-
nas no pertenecientes a las comunidades que residen en el río. Otro tipo de
explicaciones tienen que ver con causas sobrenaturales como la ausencia o el
maleficio de los payés (chamanes o sabedores tradicionales), quienes “cierran
sus casas para que los peces no vuelvan a salir”, así como la pesca en lugares
encantados y prohibidos, donde no se deberían realizar actividades de pesca
y caza o donde no se debería entrar sin el debido permiso de los seres espiri-
tuales; estos lugares, en muchos casos, coinciden con zonas de desove.
Como parte de un proceso de sensibilización y construcción de acuerdos de
pesca entre comunidades pertenecientes al pueblo cubeo, facilitado por World
Wildlife Fund (WWF) Colombia, 100 habitantes de las 22 comunidades perte-
necientes a la cuenca del caño Cuduyarí participaron en el Juego de la Pesca
(Cárdenas, Janssen y Bousquet, 2013; Castillo et al., 2011), cuyos resultados
5 El barbasco es una técnica para pescar usada por diversos grupos de las regiones tropicales, la cual se
basa en el uso de plantas venenosas que se introducen al agua para aturdir a los peces y hacer más
fácil su captura (Grunwald, 2012).
6 De acuerdo con el Plan Integral de Vida Indígena del Pueblo Cubeo (s. f.), las comunidades consideran
como escaso el 82% de las especies de peces identificadas en el caño Cuduyarí, que hacen parte de la
dieta de dichas comunidades.
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presentamos en este artículo. Este experimento captura dos situaciones cen-
trales encontradas en la literatura respecto a las pesquerías artesanales: la
dinámica del recurso en el tiempo y las decisiones que comprenden no solo la
asignación del esfuerzo destinado a pescar sino también el lugar a donde se
va a ir a pescar (Castillo et al., 2011). Es decir, en el Juego de la Pesca, los par-
ticipantes deben decidir no solo cuánto esfuerzo invertir en la extracción del
recurso sino también a dónde ir a pescar entre dos zonas de pesca. Un esfuerzo
agregado alto en una o en las dos zonas de pesca puede agotar el recurso.
Lograr que el recurso se recupere requiere niveles adicionales de cooperación
y coordinación entre los participantes.
Nuestros resultados muestran que la comunicación como tratamiento fue
efectiva en reducir el esfuerzo de los participantes y coordinar las zonas de
pesca para lograr su recuperación. El efecto de la comunicación en el manejo
de los recursos naturales ha sido demostrado en otros ejercicios experimenta-
les, en los cuales permitir que las personas hablen y lleguen a acuerdos logra
una mayor eficiencia en el uso de los recursos que si se aplicaran sanciones
externas (Cárdenas, Ahn y Ostrom, 2004; Cárdenas, Stranlund y Willis, 2000;
Ostrom, Gardner y Walker, 1994). Igualmente, se ha mostrado que la comu-
nicación entre los participantes mejora la eficiencia incluso cuando hay una
probabilidad de destrucción del recurso si se supera una zona segura (Muller
y Vickeers, 1996).
Algunos estudios han explorado los mecanismos mediante los cuales la comu-
nicación es efectiva en lograr cooperación y menores niveles de extracción
de los recursos de uso común. Por ejemplo, se ha estudiado el efecto del con-
tenido de los mensajes que se intercambian en la eficiencia en el uso de los
recursos (Buckley, Mestelman, Muller, Schotty Zhang, 2010; López y Villa-
mayor-Tomas, 2017). Nosotros encontramos que las personas con roles de
liderazgo en la comunidad desempeñan un papel influyente en la toma
de decisiones. En particular, los grupos con un mayor número de líderes tienen
un menor nivel agregado de esfuerzo y mayor disponibilidad del recurso que
los grupos con menos líderes, cuando la comunicación es permitida entre los
participantes. Los líderes ejercen niveles más bajos de extracción del recurso
en el tratamiento con comunicación “liderando mediante el ejemplo” el com-
portamiento de los demás participantes.
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Este documento continúa de la siguiente manera. La sección 1 presenta la lite-
ratura sobre el papel de los líderes en la acción colectiva. La sección 2 describe
de manera detallada el Juego de la Pesca (Cárdenas, Janssen y Bousquet, 2013;
Castillo et al., 2011). La sección 3 expone la información de contexto sobre el
pueblo cubeo y el caño Cuduyarí, así como las características de los partici-
pantes en el experimento. La sección 4 describe los resultados relacionados
con el efecto de la comunicación y el papel de los líderes en la sostenibilidad
del recurso. Finalmente, la sección 5 presenta una discusión sobre las princi-
pales reflexiones de estos ejercicios en torno a la acción colectiva necesaria
para lograr la definición y el cumplimiento de acuerdos para el manejo soste-
nible de los recursos naturales y el papel de los líderes en la acción colectiva.
I. Literatura: liderazgo y acción colectiva
Si bien la literatura relacionada con la acción colectiva para el manejo de los
recursos naturales ha demostrado ampliamente que las comunidades pueden
lograr soluciones descentralizadas y autorreguladas (Agrawal, 2002; Baland
y Platteau, 1996; Ostrom, 1990), el estudio sobre el papel de los líderes en
este campo es relativamente incipiente. Esteban y Hauk (2009) mencionan
que la literatura tradicional relacionada con los retos de la acción colectiva
(por ejemplo, Olson, 1965) ha eclipsado los enfoques de quienes indican que
los problemas de acción colectiva surgen de la inhabilidad de los grupos por
coordinarse, lo cual es solucionado con la acción de los líderes (por ejemplo,
Weber, 1918). Los líderes desempeñan funciones centrales en el éxito de la
acción colectiva entre las que se encuentran a) hacer conciencia y claridad
sobre los retos que enfrentan los grupos, b) convencer a los demás de que
pueden beneficiarse de emprender acciones concertadas, c) mostrarles buen
ejemplo, y d) garantizar imparcialidad y justicia en el diseño y cumplimiento
de reglas (Baland y Platteau, 1996).
La existencia de líderes tradicionales reconocidos es un factor importante en
el éxito de esquemas de manejo local de recursos naturales y, en general,
en las acciones que requieren concertación (Baland y Platteau, 1996). Asimismo,
la presencia de líderes es necesaria para activar el capital social y hacerlo pro-
ductivo en términos del desarrollo económico y la participación democrática
(Krishna, 2002). Bianco y Bates (1990) muestran que el liderazgo es más sig-
nificativo para inicializar que para sostener la acción colectiva, pues una vez
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inicializada la cooperación puede sostenerse mediante repetición a través de
estrategias como “Tit for tat” (Axelrod, 1984). Sin embargo, el papel y la impor-
tancia de los líderes en inicializar o mantener la acción colectiva depende del
contexto específico dentro del cual pueden tener funciones de emprendedores
sociales e institucionales (Lobo, Vélez y Puerto, 2016). Además, las caracterís-
ticas de los líderes, como su habilidad para entender los retos de la situación
y su reconocimiento de la problemática (Baland y Platteau, 1996), su legiti-
midad (Tyler, 2002), su conexión con instituciones externas (Bodin y Crona,
2008) y sus características socioeconómicas como educación y riqueza (Jack y
Recalde, 2015), pueden afectar su capacidad de influenciar el comportamiento
de los demás participantes y, por tanto, lograr una acción colectiva exitosa.
Los líderes no necesariamente son figuras que ostentan autoridad, es decir, el
poder de premiar y castigar a otros según sus comportamientos. Seguir a un
líder puede ser una acción voluntaria y, por tanto, cuando los líderes no tie-
nen el poder de generar incentivos para inducir la cooperación, deben existir
otros motivos que hacen que los líderes sean seguidos. La principal manera de
convencer a los seguidores de cooperar es “liderar mediante el ejemplo”, en
particular, si los seguidores piensan que los líderes tienen mejor información
y sus acciones señalizan lo que es mejor para los seguidores (Hermalin, 1998).
En la teoría de juegos, el papel de los líderes ha sido estudiado haciendo uso de
juegos secuenciales, donde el “liderazgo mediante el ejemplo” ocurre a partir
del efecto del primer jugador en el comportamiento de los demás. Baland y
Platteau (1996), sin embargo, indican que el liderazgo no necesariamente se
refiere a la habilidad de ser el primer jugador en una situación secuencial, sino
a la habilidad de movilizar un número suficiente de personas en un propósito
que requiera esfuerzos de coordinación. Entonces, además de incentivos y seña-
lización, los líderes pueden apelar a las motivaciones internas de las personas
(valores y actitudes) para lograr cooperación. Por ejemplo, la creación de iden-
tidad de grupo, el desarrollo de valores morales y de legitimidad (Tyler, 2002).
En cuanto a la literatura experimental, el efecto del “liderazgo mediante el
ejemplo” se ha estudiado a través de la influencia de la decisión del primer
jugador, que se hace pública, en la contribución de los seguidores en un juego
secuencial de contribuciones voluntarias. En general, estos estudios han con-
firmado el efecto de la señalización, es decir, que una mayor contribución de
los líderes induce a una mayor contribución de los seguidores, en particular,
cuando los líderes tienen mejor información que los seguidores respecto a los
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pagos (Potters, Sefton y Verterlund, 2007). Sin embargo, la mayoría de los
experimentos de laboratorio induce los estatus de líder de manera aleatoria
(D’Adda, 2011).
Dos estudios de laboratorio en campo exploran el efecto del liderazgo real
en el nivel de cooperación en juegos de contribuciones voluntarias. D’Adda
(2011), en su estudio en 8 comunidades en el norte de Colombia, hizo una
clasificación previa de los líderes con base en un ejercicio de ranking social,
mediante el cual se identificaba a los líderes morales y formales de la comu-
nidad. Este estudio encontró que la contribución en un juego de bienes públi-
cos es mayor en los grupos con líderes porque son ellos quienes hacen las
mayores contribuciones y, entre ellos, los líderes morales, las más altas. Jack
y Recalde (2015) hicieron un experimento en campo en Bolivia para investigar
el liderazgo mediante el ejemplo de las autoridades locales. Ellos encontraron
que las contribuciones aumentan cuando las autoridades lideran mediante
el ejemplo, resultado que se explica tanto por las mayores contribuciones de
los líderes, como por su influencia en el aumento en las contribuciones de los
demás. Indican que, además de la señalización, mecanismos sociales como la
reciprocidad o el estatus social contribuyen a la influencia de las autoridades
locales en el comportamiento de los seguidores.
Nuestro estudio contribuye a esta literatura en diferentes aspectos. Primero,
el uso del Juego de la Pesca, un experimento diferente al de contribuciones
voluntarias a bienes públicos, que incorpora aspectos dinámicos y retos dife-
rentes en cuanto a la coordinación de grupo: cuánto pescar y dónde ir a pes-
car. Segundo, el estudio del tratamiento de comunicación y su interacción con
el papel de los líderes tradicionales en el desempeño de los grupos. Tercero, la
implementación de un experimento repetido y no secuencial, donde la infor-
mación no se hace pública de manera exógena sino que la comunicación tiene
la función de revelar información respecto a las acciones tanto de los líderes
como de los demás participantes del grupo.
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II. El Juego de la Pesca
El Juego de la Pesca7 recrea una situación en la cual los individuos deben tomar
decisiones respecto al aprovechamiento de un recurso pesquero. En cada ronda,
los participantes deben decidir dónde pescar y cuánto esfuerzo ejercer en la
pesca. Ellos pueden elegir entre dos sitios de pesca, A y B, y pueden escoger
tres niveles de esfuerzo (0, 1 o 2 unidades de esfuerzo), que se traducen en
una cantidad de peces, ligeramente superior para el mayor nivel de esfuerzo.
Dicha cantidad de peces depende de la disponibilidad del recurso en el sitio
de pesca, que puede ser alto o bajo. El estado del recurso en un sitio de pesca,
es decir, si es alto o bajo, depende del nivel agregado de esfuerzo de pesca en
ese sitio en las rondas anteriores. Entonces, el retorno al esfuerzo dedicado a
la pesca en una ronda depende del comportamiento previo del grupo.
El cuadro 1 (Pagos) muestra la cantidad de peces que se obtienen de acuerdo
con el nivel de esfuerzo y el estado del lugar de pesca. El cuadro de pagos es
el mismo para los dos sitios de pesca y la condición inicial del recurso es de
alta disponibilidad en ambos sitios. Sin embargo, si el esfuerzo total de los
jugadores del grupo —la suma de los esfuerzos individuales de los 5 partici-
pantes— es de 5 o más unidades en una ronda, la disponibilidad del recurso
se mueve a baja disponibilidad. Esta situación se puede reversar únicamente
si en dos rondas consecutivas, máximo una unidad de esfuerzo es invertida
por el grupo en dicha zona.
Cuadro 1. Pagos (peces)
Recurso disponible
en el sitio de pesca
Esfuerzo de pesca
0 1 2
Alto 0 7 8
Bajo 0 2 3
7 La descripción del juego se basa en Cárdenas, Janssen y Bousquet (2013). En el anexo 1 se presentan
las instrucciones que se usaron en campo.
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Entonces, el cuadro de pagos muestra que el retorno a la pesca para un nivel
dado de esfuerzo depende de la condición del sitio de pesca. Por ejemplo, para
un nivel de esfuerzo de 1 es posible pescar 7 peces si la condición del sitio es
de alta disponibilidad del recurso, y 2 peces si la condición del sitio de pesca
es de baja disponibilidad del recurso.
Es común que los participantes caigan en una situación de baja disponibilidad
del recurso en uno de los sitios de pesca en la primera ronda. Si esto ocurre,
es de esperar que en la segunda ronda todos los participantes se muevan al
sitio con alta disponibilidad del recurso, llevándolo a una situación de baja
disponibilidad. La predicción teórica en este juego es que los participantes se
muevan a una situación de bajo recurso en ambos sitios en dos rondas, y que
queden atrapados en una situación de baja disponibilidad en ambos sitios de
pesca. Lo anterior se debe a la dificultad de coordinar sus acciones para vol-
ver a alcanzar una situación de alta disponibilidad del recurso en uno o los
dos sitios de pesca.
Cuando los participantes se quedan en baja disponibilidad del recurso logran
unas ganancias de 200 peces en 10 rondas para el grupo de 5 participantes.
Sin embargo, si los participantes logran coordinar sus acciones y compor-
tarse de manera cooperativa, pueden alcanzar unas ganancias hasta de 385
peces en las 10 rondas. La solución cooperativa en una ronda implica que el
esfuerzo de pesca se divide de manera equitativa en las dos zonas y que por
lo menos 2 jugadores no realizan el máximo esfuerzo. Esta situación corres-
ponde al óptimo social.
Después de las primeras 10 rondas, la mitad de los grupos que participaron en
nuestro experimento —10 grupos— tuvieron la posibilidad de hablar por algu-
nos minutos antes de cada ronda, mientras que los otros 10 grupos continua-
ron con las mismas condiciones de la primera etapa o línea base. El objetivo
de implementar este tratamiento era observar si la posibilidad de comunicarse
permitía que las acciones de los jugadores se coordinaran para lograr mejores
resultados. El efecto positivo de la comunicación en el manejo de los recur-
sos naturales de uso común ha sido demostrado ampliamente en la literatura
experimental donde se ha observado que permitir que las personas hablen y
lleguen a acuerdos logra una mayor eficiencia en el uso de los recursos, que
otro tipo de instituciones (Cárdenas, Ahn y Ostrom, 2004; Cárdenas, Stran-
lund y Willis, 2000; Ostrom, Gardner y Walker, 1994). Tanto en el tratamiento
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con comunicación como sin comunicación, las decisiones fueron tomadas de
manera privada y la confidencialidad garantizada por los experimentadores.
Los participantes eran informados luego de cada ronda sobre los resultados
agregados del grupo, es decir, el total de esfuerzo y el estado de cada sitio
de pesca, pero no de las decisiones individuales de los demás participantes.
A partir de este diseño base, Castillo et al. (2011) y Cárdenas, Janssen y Bous-
quet (2013) prueban el efecto de tres tipos de reglas en la acción colectiva:
acceso aleatorio al recurso, rotación en el acceso y una cuota de esfuerzo
vigilada y sancionada por una autoridad externa. Ambos estudios encuentran
que las reglas son ineficientes para generar cooperación y mejorar la dispo-
nibilidad del recurso. Castillo et al. (2011) argumentan que las razones para
estos bajos niveles de eficiencia logrados con la implementación de las reglas
pueden extraerse de las características de los contextos locales. En particu-
lar, se podrían explicar por la poca credibilidad y confianza en los líderes y las
autoridades locales y nacionales. Otras variables de contexto que afectan de
manera importante el comportamiento de los participantes en el Juego de la
Pesca son la confianza en los demás y en su voluntad de seguir los acuerdos
y las reglas, así como la dependencia al recurso natural (Castillo et al., 2011),
y patrones culturales, históricos y ecológicos relacionados con los retornos
a la cooperación (Prediger, Vollan y Frolich, 2011). A diferencia de las reglas
probadas en los estudios mencionados, nuestro estudio se enfoca en explorar
el efecto de la comunicación en el Juego de la Pesca y, en especial, el efecto
que los líderes tuvieron en la toma de decisiones en los casos en que se per-
mitió la comunicación.
III. Contexto y participantes: el pueblo
cubeo en el río Cuduyarí (Vaupés)
De acuerdo con el Censo DANE 2005, un total de 3.926 personas en Colombia
se autorreconocen como pertenecientes al pueblo cubeo, el cual hace parte del
Gran Resguardo Indígena del Vaupés, en el municipio de Mitú. Correa (1996)
indica que los asentamientos de los cubeo se distribuyen a lo largo del medio
río Vaupés y sobre todo en los afluentes del río Cuduyarí y Querari. El pobla-
miento es de aldeas distantes unas de otras, dispuestas bajo el patrón lineal
a lo largo de los ríos. La actividad económica se basa en la horticultura itine-
rante bajo el sistema de roza y quema de pequeñas extensiones de terreno en
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las que se siembra yuca amarga acompañada de otros tubérculos y frutas; se
complementa con la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres. La pro-
ducción tradicional se realiza de acuerdo con una división de tareas por edad
y sexo. Las mujeres son las encargadas de la siembra, el cuidado de la huerta,
la cosecha, el cuidado de los hijos y otras labores domésticas. Los hombres se
encargan de la roza y quema del terreno para la siembra, la pesca, la caza y
la construcción de canoas y viviendas, entre otras labores.
La organización social tradicional es patrilineal y jerárquica según grupos de
descendencia que se denominan clanes, organizados de acuerdo con un ori-
gen mitológico y unos ancestros guías (Ministerio de Cultura, s. f.). La vida
cotidiana, religiosa y ritual es liderada por los varones del grupo. Las personas
de mayor linaje, como los ancianos, son consultadas e influencian las deci-
siones colectivas (Correa, 1996). La autoridad tradicional es haboku conocido
como el “hermano mayor”, quien es el guía espiritual y moral de la comuni-
dad (Ministerio de Cultura, s. f.). El capitán es la autoridad civil y es elegido
por la comunidad, y el chamán o payé es la institución más importante de la
vida religiosa, es el depositario del conocimiento del orden del cosmos y el
encargado de la comunicación con los espíritus ancestrales. También están los
cantores y los sabedores, quienes se especializan en las danzas, rezos y mitos
(Correa, 1996; Ministerio de Cultura, s. f.).
Correa (1996) afirma que aunque en las labores comunes existen líderes que
se encargan de organizar las tareas colectivas, las relaciones entre los miem-
bros de la comunidad son igualitarias. Aunque la figura de “capitán” como
representante civil de las comunidades indígenas surge en el proceso de colo-
nización, los capitanes frecuentemente coinciden con las personas de mayor
estatus tradicional. El capitán ejerce funciones de autoridad como organizador,
animador y coordinador de actividades cotidianas y es también el encargado
de mediar en las discusiones interpersonales (Correa, 1989; 1996).
Por su parte, los payés han ido desapareciendo y su ausencia es asociada por
las comunidades, entre otras causas, a la pérdida de peces y animales de monte
en la zona. De acuerdo con las creencias cubeo, los animales no se acaban o
se extinguen sino que se esconden o no salen porque se cometió algún error,
Los payés son quienes manejan los recursos faunísticos a través de las casas
de los animales (recintos representados por rocas sagradas en los que habitan).
Mediante rezos y comunicación con la naturaleza se encargan de que nunca
Luz Ángela Rodríguez, Ana María Roldán, Paula Zuluaga y José Saulo Usma 167
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falten los recursos de la fauna. Por tanto, la ausencia de payés afecta directa-
mente la disponibilidad de peces y otros animales. Además, existe la creencia
de que los payés malos se robaron las casas de los animales del Cuduyarí y se
los llevaron a otras zonas8. Otras causas que las comunidades asocian con la
disminución en la pesca tienen que ver con el uso de técnicas no apropiadas,
la captura de peces muy pequeños y la pesca excesiva, particularmente, en
época de piracemo o subienda.
El Juego de la Pesca lo implementamos en la cuenca del río Cuduyarí, que tiene
una extensión de 71 km y drena una superficie de 1.015 km2 (Plan Integral de
Vida Indígena del Pueblo Cubeo, s. f.). Participaron 100 habitantes pertene-
cientes a las 22 comunidades de la cuenca: Arara, Bacurubá, Barranco Colo-
rado, Camutí, Garrafa, Itapinima, Nueva Reforma, Pacuativa, Piracemo, Piramirí,
Pituna, Puerto Casanare, Puerto López, Puerto Pacú, Puerto Pato, Queramirí,
Quinaquina, San Javier, Santa Helena, Santa Marta, Trubán y Wacuruba (véase
el mapa). La convocatoria fue realizada de manera abierta a todos los adultos
de la comunidad, de tal manera que a todos los mayores de edad que llegaron
a las sesiones se les permitió participar. La asignación de los participantes en
los grupos se hizo de manera aleatoria pero solo podía participar un miem-
bro de la familia en un mismo grupo. Es decir, personas pertenecientes a una
misma familia eran asignadas a distintos grupos. El experimento se hizo en
sesiones de 4 grupos, con la participación de personas de varias comunidades
cercanas por sesión, moviéndonos río arriba, partiendo de Mitú para evitar la
difusión de información sobre el experimento entre las comunidades.
La edad promedio de los participantes fue de 34,9 años, con una edad mínima
de 15 años y una máxima de 66. El 69,7% de los participantes fueron hom-
bres. El 43,4% había terminado la primaria completa, mientras que el 20,2%
había hecho algo de secundaria y el otro 10,1% había terminado la secunda-
ria. Ninguno de los participantes había realizado estudios superiores. El 41%
reportó haber vivido durante toda su vida en la comunidad a la que actual-
mente pertenece9.
8 Entrevistas realizadas a miembros de la comunidad durante el trabajo de campo.
9 En este sentido, vale la pena mencionar que la movilidad entre comunidades es usual y puede deberse
a varias razones entre las que se encuentra el matrimonio para el caso de las mujeres (Correa, 1996).
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Mapa 1. Zona de trabajo y ubicación pueblo cubeo, río Cuduyarí, departamento del
Vaupés
Fuente: WWF Colombia
Los hogares de los participantes están compuestos en promedio por 6,4 per-
sonas, con un mínimo de dos personas y un máximo de 15. El 84,8% de los
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participantes indica que su principal actividad económica, definida como la
actividad a la que dedica la mayor parte del tiempo durante el año, es la agri-
cultura, mientras que el 12,1% afirma que es la pesca, y el 3,0% restante iden-
tifica otras actividades. Es importante señalar que la pesca es, en general, una
actividad complementaria a la agricultura y, por tanto, todos los participantes
de una u otra manera dependen de la pesca como parte de su dieta.
Cuadro 2. Características sociodemográficas de los participantes
Todos los
participantes
Por tratamiento
No comunicación Comunicación
Edad (años) 34,9 37,8 31,9
Hombres (%) 69,7 74 65,3
Nivel de educación formal (%)
Ninguno 4 6 2
Primaria incompleta 22,2 20 24,5
Primaria completa 43,4 46 40,8
Secundaria incompleta 20,2 20 20,4
Secundaria completa 10,1 8 12,2
Técnico o profesional 0 0 0
Tamaño del hogar (# personas) 6,4 6,5 6,3
Principal actividad económica (%)
Agricultura 84,8 84 85,7
Pesca 12,1 12 12,2
Otro 3 4 2
Líderes (%) 36,4 36 36,7
Número promedio líderes por grupo 1,85 1,8 1,9
El 36,4% de los participantes tiene por lo menos una actividad de liderazgo en
su comunidad; entre estas actividades se encuentran las de capitanes, vice-
capitanes, presidentes, vicepresidentes o secretarios de las juntas de acción
comunal, sabedores, catequistas, fiscales, entre otros. Como se mencionó, los
líderes tienen funciones de autoridad religiosa o civil en las comunidades, por
lo que ejercen influencia en el comportamiento de los demás participantes y
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en la deliberación y toma de decisiones colectiva. Como puede observarse en
el cuadro 2, las características de los participantes, incluyendo el porcentaje
de líderes, tuvo una distribución homogénea entre tratamientos: el 36% de los
participantes en el tratamiento sin comunicación y el 36,7% de los participan-
tes en el tratamiento con comunicación realizan alguna actividad de liderazgo
en la comunidad. Asimismo, la composición de los grupos en cuanto al número
de líderes fue similar: el 1,9 de líderes, en promedio, en los grupos con comu-
nicación, y el 1,8 de líderes, en promedio, para los grupos sin comunicación.
IV. Resultados
Como se indicó en la presentación del juego, en cada ronda cada participante
puede destinar un nivel de esfuerzo de 0, 1 o 2 unidades en alguno de los
sitios A o B. Como el máximo nivel de esfuerzo individual es de 2 unidades, el
esfuerzo total del grupo varía en un rango de 0 a 10, que es distribuido entre
los sitios de pesca. La figura 1 muestra el esfuerzo promedio de los grupos
que participaron en el ejercicio, tanto de aquellos en los que se aplicó el tra-
tamiento de comunicación en la segunda etapa, como aquellos que se man-
tuvieron en el tratamiento sin comunicación, que hemos denominado línea
base. También, se presentan los intervalos de confianza del 95% para analizar
las diferencias en los tratamientos.
Se puede observar que, a pesar de la complejidad del ejercicio, la comunica-
ción fue efectiva para alcanzar menores niveles de esfuerzo en el grupo. Las
principales razones a las que pueden deberse estos resultados están relacio-
nadas con la posibilidad que tienen los participantes de aclarar dudas sobre el
juego mediante el diálogo con otras personas del grupo, pero principalmente
a la posibilidad de llegar a acuerdos. En este sentido, el 88,3% de los parti-
cipantes de los grupos que pudieron comunicarse indicó que el grupo llegó a
un acuerdo respecto al sitio de pesca y el 75% respecto al nivel de esfuerzo
por realizar. Además, el 87,3% de los participantes que consideró que el grupo
llegó a un acuerdo, indicó que el acuerdo fue respetado por el grupo.
El análisis de los diálogos realizados por los grupos que pudieron comuni-
carse muestra que estos implementaron algunas estrategias generales, como
tratar de recuperar por lo menos un sitio de pesca, pescar donde había alta
disponibilidad del recurso para recuperar el otro sitio o pescar donde había
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poco y mantener el otro sitio en conservación. Algunos grupos —3 de ellos—
lograron tanto la distribución de los sitios de pesca entre los jugadores como
un acuerdo en cuanto a la decisión sobre un menor esfuerzo de pesca. Estos
acuerdos no fueron fijos durante las 10 rondas en que pudieron comunicarse
sino que fueron adaptándose de acuerdo con los resultados que obtenían. La
comunicación, por tanto, facilitó la comprensión de la dinámica del ejercicio
—y del recurso— y, por tanto, la toma de decisiones encaminadas a la recupe-
ración de por lo menos una de las zonas de pesca.
Figura 1. Esfuerzo total del grupo en la pesca
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Esfuerzo total del grupo
Ronda
LB_Total
Int(-)_ 95% LB
Int(+)_95% LB
COM_Total
Int(-)_ 95% CO
Int(+)_95% CO
A pesar de que la recuperación de un bajo a un alto nivel del recurso era difícil,
es posible observar que los grupos que pudieron comunicarse lograron mayo-
res tasas de recuperación que los grupos que se mantuvieron en la línea de
base (figuras 2A y 2B). Mientras que el 40% de los grupos que se comunicaron
lograron terminar el juego con un alto nivel del recurso, tanto en A como en B,
los grupos que no se pudieron comunicar mantuvieron un patrón decreciente
en la disponibilidad del recurso en el tiempo y, en muy pocos casos, lograron
recuperarse en un nivel alto del recurso. Solamente el 20% de los grupos ter-
minó con altas existencias en B y el 10% con altas en A.
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Figura 2A. Nivel de existencias en los sitios A y B. Grupos no comunicación
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21
Estado del recurso
Ronda
Porcentaje de grupos con alto stock en A
Porcentaje de grupos con alto stock en B
Figura 2B. Nivel de existencias en los sitios A y B. Grupos comunicación
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21
Estado del recurso
Ronda
Porcentaje de grupos con alto stock en A
Porcentaje de grupos con alto
stock
en B
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A continuación presentamos los resultados de los ejercicios econométricos de
estimación, tanto del esfuerzo agregado del grupo como de las decisiones indi-
viduales de esfuerzo, con el fin de identificar las variables que incidieron en
dichas decisiones. En primer lugar, se realizó el análisis del esfuerzo agregado
del grupo en los dos sitios de pesca, usando una estimación Tobit con efectos
fijos por grupos para dar cuenta del carácter censurado de los datos (de 0 a
10). Como variables independientes incluimos la ronda, el estado del recurso
al iniciar el período, una variable binaria que adquiere el valor de 1 cuando se
permitía la comunicación entre los miembros del grupo y dos variables sobre
la composición del grupo: el porcentaje de líderes en el grupo y el porcentaje
de hombres en el grupo.
En primer lugar, encontramos que el estado del recurso al iniciar la ronda,
medido como la suma de los sitios que estaban en una situación de alta dispo-
nibilidad del recurso, tuvo un efecto positivo en el esfuerzo total. Es decir, entre
más alto era el número de sitios que estaban en una situación de alta dispo-
nibilidad, mayor era la tendencia de los grupos de invertir un mayor esfuerzo
en la pesca. Segundo, como era de esperarse, confirmamos que la comunica-
ción es efectiva para reducir el esfuerzo total del grupo, lo que demuestra la
importancia que tiene el logro de acuerdos que lleven a la coordinación de
acciones, a pesar de las dificultades que implica la dinámica del ejercicio. El
porcentaje de líderes en el grupo no tuvo un efecto significativo en el total de
esfuerzo invertido en la pesca; tampoco el porcentaje de hombres en el grupo10.
En el modelo 2 incluimos una variable adicional que es la interacción entre el
tratamiento de comunicación y el porcentaje de líderes en el grupo. Allí encon-
tramos que esta interacción es significativa. Es decir, los grupos con mayor
porcentaje de líderes en el tratamiento con comunicación hacen un esfuerzo
menor en la extracción del recurso comparado, tanto con los grupos sin comu-
nicación como con los grupos con menos líderes y comunicación. Al incluir
esta variable se mantiene el efecto del estado del recurso pero la comunica-
ción por sí sola pierde significancia.
10 Los líderes también tienen un efecto positivo en la tasa de recuperación, es decir, en el paso de un
estado de mucho recurso a un estado de poco recurso, como se observa en el anexo 2. En este caso,
tanto la presencia de líderes como la comunicación, aumentan la probabilidad de recuperación, al igual
que el porcentaje de hombres en el grupo.
El papel de los líderes en el manejo colectivo de los recursos naturales
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Cuadro 3. Estimación del esfuerzo total del grupo
(1) (2)
Estado del recurso al iniciar la ronda 1,155*** 1,202***
(0,144) (0,139)
Comunicación -1,971*** -0,393
(0,386) (0,587)
Porcentaje de líderes en el grupo 0,687 4,556
(3,147) (3,108)
Porcentaje de hombres en el grupo -3,123 0,472
(4,959) (4,923)
Interacción porcentaje líderes y comunicación -4,254***
(1,243)
Ronda 0,026 0,029
(0,0203) (0,0201)
Constante 7,817 3,389
(5,212) (5,166)
Observaciones 400 400
Estimación Tobit con efectos fijos por grupo. Errores estándar robustos en paréntesis.
*** p < 0,01, ** p < 0,05, * p < 0,1
En segundo lugar, analizamos las decisiones individuales de esfuerzo en cada
una de las zonas de pesca, usando también un modelo Tobit de efectos alea-
torios a nivel individual y efectos fijos por grupo, censurado en 0 como límite
inferior y en 2 como límite superior, con el fin de controlar por el carácter.
Como variables independientes incluimos la ronda, una variable binaria que
adquiere el valor de 1 cuando se permitió la comunicación en el grupo, el
estado del recurso al iniciar la ronda, así como variables sociodemográficas
de los participantes como edad, género, educación y una variable binaria para
identificar si la persona tiene alguna actividad de liderazgo en la comunidad.
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Cuadro 4. Estimación de la decisión individual de esfuerzo
(1) (2)
Estado del recurso al iniciar la ronda 0,499*** 0,504***
(0,0541) (0,054)
Comunicación -0,798*** -0,563***
(0,135) (0,148)
Edad 0,001 0,001
(0,00385) (0,00385)
Género (1 si es mujer) 0,385*** 0,370***
(0,0961) (0,0957)
Nivel de educación 0,021 0,020
(0,0428) (0,0426)
Líder 0,258** 0,474***
(0,107) (0,126)
Interacción líder y comunicación -0,649***
(0,192)
Ronda 0,012 0,012
(0,00812) (0,00809)
Constante 0,853*** 0,727***
(0,23) (0,23)
Observaciones 2,277 2,277
Estimación Tobit con efectos aleatorios a nivel individual y efectos fijos por grupo.
Errores estándar robustos en paréntesis.
*** p < 0,01, ** p < 0,05, * p < 0,1
Confirmamos que la comunicación reduce el esfuerzo individual, demostrando
una vez más la efectividad de este tratamiento para la coordinación de las
acciones individuales, mientras que un mejor estado del recurso aumenta el
esfuerzo invertido en la pesca. La única variable sociodemográfica que tuvo un
efecto significativo en los resultados de esfuerzo individual fue la de género.
Las mujeres presentan un mayor nivel de esfuerzo que los hombres, lo cual
puede deberse a que la pesca es una actividad exclusiva de los hombres en
El papel de los líderes en el manejo colectivo de los recursos naturales
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estas comunidades, lo que hace que estos sean más cercanos a los impactos
intertemporales de sus decisiones.
Tal vez, contrario a lo esperado, las personas que desempeñan alguna actividad
de liderazgo en la comunidad ejercen mayores niveles de esfuerzo en la pesca,
es decir, presentan un comportamiento menos cooperativo. Sin embargo, al
interactuar la posición de líder con el tratamiento de comunicación (modelo
2), encontramos que si bien en el tratamiento sin comunicación los líderes
siguen con un mayor nivel de esfuerzo en la pesca, cuando existe comunica-
ción, los líderes tienen niveles menores de esfuerzo. Dado que el efecto de la
variable comunicación se mantiene, podemos afirmar que el tratamiento de
comunicación es efectivo en lograr un menor nivel de esfuerzo en los grupos.
Este efecto es un poco mayor en los líderes que en los demás participantes de
los grupos con comunicación, teniendo en cuenta que la variable de interac-
ción entre comunicación y líder es también significativa.
Al unir los resultados tanto agregados (cuadro 3) como individuales (cuadro 4)
podríamos concluir que el efecto de la comunicación se dio, en buena medida,
a través de los líderes, tanto por el efecto en su propio comportamiento como
por su influencia en el comportamiento de los demás participantes. Solo en
presencia de comunicación el porcentaje de líderes en el grupo tiene un efecto
significativo en la reducción del nivel de esfuerzo agregado y este resultado es
el producto tanto de la reducción del esfuerzo de los líderes como de los no
líderes. Los líderes, sin embargo, reducen más que los no líderes su esfuerzo
en el tratamiento con comunicación.
V. Discusión
Los resultados de los experimentos económicos realizados en la cuenca del
río Cuduyarí indican que, a pesar de las dificultades que implica comprender
las dinámicas del ecosistema planteadas en el ejercicio, la comunicación es
un tratamiento efectivo para reducir el esfuerzo de pesca, tanto a nivel agre-
gado del grupo, como a nivel individual de los participantes. Diversos estudios
han analizado el efecto de la comunicación en situaciones en las que los gru-
pos enfrentan dilemas de acción colectiva. Sin embargo, el Juego de la Pesca
presenta complicaciones adicionales dado que para lograr la recuperación del
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recurso los grupos debían no solo acordar el nivel de esfuerzo, sino la distri-
bución de las zonas de pesca.
Además de la comunicación, otra variable determinante en la decisión sobre
el nivel de esfuerzo fue el estado del recurso al iniciar la ronda, mostrando un
aumento en el esfuerzo ante un mejor estado del recurso. Lo anterior refleja la
complejidad de mantener el recurso en un nivel alto en el tiempo, a pesar de
las dificultades para lograr su recuperación, pues luego de alcanzar un estado
de alta disponibilidad es común volver a caer en estado de baja disponibili-
dad con cierta facilidad. Esto demuestra los retos de la acción colectiva en las
decisiones intertemporales, ya que la coordinación de acciones debía ir más
allá de lo inmediato y garantizar su sostenibilidad en el tiempo para lograr,
asimismo, la sostenibilidad del recurso.
Por otra parte, al explorar el papel de los líderes encontramos resultados inte-
resantes. En primer lugar, los grupos con un mayor número de líderes lograron
niveles menores de esfuerzo agregado únicamente en presencia de comunica-
ción. Al analizar los resultados individuales observamos que las personas con
alguna actividad de liderazgo en la comunidad tuvieron en promedio niveles
individuales de esfuerzo mayor. Sin embargo, en los grupos con comunica-
ción, los líderes tuvieron menores niveles de esfuerzo que los demás partici-
pantes —o mayor cooperación, resultado que coincide con D’Adda (2011)—,
al tiempo que incentivaron el comportamiento cooperativo de los otros par-
ticipantes del grupo pues sus niveles de esfuerzo son menores si se compara
con el tratamiento sin comunicación. A diferencia del tratamiento sin comu-
nicación, cuando hay comunicación los participantes, incluyendo los líderes,
revelan información sobre sus decisiones de manera voluntaria. Por tanto,
puede darse un efecto de “liderazgo mediante el ejemplo” con esta revelación
endógena de información y la repetición.
Lo anterior muestra que el papel de los líderes y sus decisiones pueden tener
impactos significativos en la sostenibilidad de los acuerdos de pesca y, en gene-
ral, en el manejo de los recursos naturales. Vélez y López (2013), por ejemplo,
encuentran un efecto significativo de la edad en el cumplimiento de normas
externamente impuestas, aunque no encuentran un efecto significativo de esta
variable en la cooperación en un sistema de acceso abierto. Es de esperarse
que las personas con más edad ejerzan roles de liderazgo en las comunidades y
sean los depositarios del conocimiento tradicional. Los autores argumentan que
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la regulación puede estar evocando preferencias sociales de los mayores que
no son evidentes en el sistema de acceso abierto y resaltan que incluso en los
casos en que los adultos mayores hayan perdido influencia en las comunidades
como consecuencia de las transformaciones sociales, pueden tener un papel
importante en la diseminación y adopción de reglas.
En este sentido, de acuerdo con el Plan Integral de Vida Indígena del Pueblo
Cubeo (s. f.), los consejos de los mayores son centrales para el buen compor-
tamiento de la persona, dentro y fuera de su grupo social. Sin embargo, los
ancianos manifiestan una preocupación por la pérdida de la trasmisión oral
de los conocimientos y valores entre generaciones, lo que ha dificultado la
formación de payés y otros líderes tradicionales. Asimismo, la información
cualitativa nos permitió comprobar que los payés han ido desapareciendo y
que esto es asociado por las comunidades a la disminución en la disponibili-
dad de peces en la zona. No obstante, los resultados de nuestro experimento
muestran que los líderes existentes en la comunidad, principalmente capi-
tanes, son también centrales en la toma de decisiones y, por tanto, pueden
desempeñar un papel importante en el manejo colectivo de la pesca. Nuestros
resultados resaltan, además, la importancia de la rendición de cuentas pues
la mayor cooperación de los líderes se da cuando es posible la comunicación.
En este sentido, sería útil más investigación en cuanto al comportamiento de
los líderes (y los seguidores) bajo distintos esquemas de revelación de infor-
mación y rendición de cuentas, así como su papel en la difusión de reglas y
normas de comportamiento.
Agradecimientos
Expresamos nuestra más sincera gratitud a las comunidades de Arara, Bacu-
rubá, Barranco Colorado, Camutí, Garrafa, Itapinima, Nueva Reforma, Pacuativa,
Piracemo, Piramirí, Pituna, Puerto Casanare, Puerto López, Puerto Pacú, Puerto
Pato, Queramirí, Quinaquina, San Javier, Santa Helena, Santa Marta, Trubán y
Wacuruba por su invaluable participación en el estudio. Agradecemos especial-
mente a Orlando Perdomo, quien nos guio por los caminos del río Cuduyarí; a
Rubiela Peña por todo el apoyo logístico; a William por ayudarnos a traducir
entre mundos, y a Alejandra Baquero por acompañarnos y apoyarnos en cada
uno de los juegos y talleres. Por otra parte, agradecemos a WWF Colombia
y a la Corporación del Norte y el Oriente Amazónico, seccional Vaupés, por
Luz Ángela Rodríguez, Ana María Roldán, Paula Zuluaga y José Saulo Usma 179
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permitirnos hacer parte del proceso de ordenamiento pesquero en el río Cudu-
yarí y ver en los juegos económicos un espacio de diálogo y construcción
colectiva.
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El papel de los líderes en el manejo colectivo de los recursos naturales
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Anexo 1. Instrucciones del Juego de la Pesca
Primera etapa
Queremos agradecerle por aceptar está invitación. Gastaremos alrededor de
tres horas explicando la actividad, realizándola y finalizando con una encuesta
corta a la salida.
Al principio puede parecer difícil o complicado pero no se preocupe, hare-
mos varias rondas de práctica para que todos entendamos bien, y solo en ese
momento comenzaremos con las rondas que dan ganancias en efectivo.
El siguiente ejercicio es una forma entretenida y diferente de participar acti-
vamente en un proceso acerca de las decisiones individuales y los recursos
naturales. Los fondos para cubrir estos gastos han sido donados por diferen-
tes organizaciones científicas.
Nosotros vamos a estar leyendo todo el tiempo las instrucciones, este ejercicio
lo vamos a hacer muchas veces en diferentes comunidades y queremos estar
seguros de que a todos les vamos a decir exactamente lo mismo.
En este ejercicio se intenta recrear una situación en donde un grupo o una
familia deben tomar decisiones sobre el uso de un recurso pesquero. Usted ha
sido seleccionado para participar en un grupo de cinco personas, hoy, al mismo
tiempo, tenemos varios grupos de cinco personas; sin embargo, lo que suceda
en su grupo no tiene nada que ver con lo que suceda en los otros grupos que
están participando hoy con nosotros.
Este ejercicio es diferente de otros en el que otras personas han jugado ya en
esta comunidad. Por lo tanto, los comentarios que haya oído de otras perso-
nas no aplican necesariamente para este ejercicio. Usted jugará varias rondas
equivalentes, por ejemplo, a años o a jornadas o a horas de pesca y ese es su
nivel de esfuerzo.
En el ejercicio usted tomará unas decisiones y de acuerdo con eso tendrá
unas ganancias. Estas ganancias serán entregadas en recursos económicos,
este dinero no es un pago por participar, para nosotros es importante usarlo
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porque necesitamos que usted tome decisiones reales con consecuencias para
el bolsillo como sucede en la realidad.
Hay un sitio de pesca A y un sitio de pesca B entre los que se encuentran distri-
buidos los peces. En cada decisión usted debe decir a qué sitio quiere ir a pes-
car, al A o al B, y cuántas veces quiere ir; usted puede ir 0, 1 o 2 veces a pescar.
De acuerdo con esa cantidad de veces de pesca, usted podrá sacar una canti-
dad determinada de pescados. Al principio del ejercicio, la zona A y la zona B
están en buenas condiciones, por lo tanto, generan MUCHO pescado; luego,
dependiendo de las decisiones de todas las personas del grupo, estas zonas
pueden seguir generando MUCHO pescado, o pueden generar POCO y esto se
verá reflejado en la siguiente decisión que usted debe tomar.
Si la zona en la que usted decide extraer está en una situación en que hay
MUCHO pescado, entonces si usted sale 0 veces obtendrá 0 pescados de resul-
tado. Si usted sale 1 vez obtendrá 7 pescados de resultado y si sale 2 veces
obtendrá 8 pescados.
Si la zona a la que usted va está en estado de POCO pescado, si usted sale 0
veces usted saca 0 de resultado; si usted va una vez saca 2 pescados de resul-
tado y si va 2 veces saca 3 pescados de resultado.
Usted debe ir registrando cuántos pescados va sacando, pues cada pescado que
obtenga de resultado se convierte en 200 pesos y al final sumaremos todas sus
ganancias y ese será el dinero en efectivo que le entregaremos.
Puede registrar sus decisiones y resultados en esta HOJA DE CUENTAS (entre-
gar hoja de cuentas) que es igual a esta que está pegada acá. Lo primero que
haremos será marcar esta hoja de cuentas, escriba su número de jugador y los
datos de fecha, hora y lugar del ejercicio.
Recuerde que, en cada vez, usted debe decidir a qué zona de pesca va a ir. A
o B, eso lo escribe en esta casilla; luego revisa si esa zona está en estado de
MUCHA o POCA pesca y decide cuántas veces va a ir y mira su resultado
de pesca en esa decisión.
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Figura 3. Fotografía de los formatos ampliados usados en el experimento
Luego, nosotros recogemos esta hoja de cuentas y sumamos las decisiones
de todas las personas del grupo y les decimos para la siguiente ronda cómo
se encuentra cada una de las zonas: si la zona A está en MUCHA o POCA y si
la zona B está en MUCHA o POCA, para la siguiente decisión que usted va a
tomar. Recuerde que cada resultado de pesca es equivalente a 200 pesos. Por
ejemplo, si usted pesca 100 unidades en las 20 rondas del juego usted recibirá
20.000 pesos al final del juego.
Si la zona está en situación de MUCHA o POCA pesca depende de su decisión
y de las decisiones de los otros de su grupo. Si en una ronda los jugadores del
grupo deciden ir a la misma zona de pesca 5 veces o más, el estado de MUCHA
puede moverse a estado de POCA. Y si queremos que ese estado de POCA vuelva
a ser estado de MUCHA necesitamos que entre todos los del grupo el total sea
ir máximo UNA vez.
Al comienzo de cada ronda, el monitor escribirá en el papel el estado del
recurso si es MUCHA o es POCA.
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Es muy importante que tengamos en mente que las decisiones son absoluta-
mente individuales, esto es, que los números que escribimos en las hojas de
decisión son privados y que no los debemos mostrar al resto de los miembros
del grupo. El monitor recogerá las hojas de todos los participantes y enunciará
el estado del recurso para la siguiente decisión.
Tendremos primero unas rondas de práctica que NO contarán para las ganancias
reales, solamente para practicar el juego. Si tienen alguna pregunta levanten
la mano. Recuerden que los puntos que usted gane dependen de sus propias
decisiones y se convertirán en dinero al final del ejercicio.
¿Hay alguna pregunta sobre esto? [El MONITOR se detiene para resolver pre-
guntas]
Si todos están de acuerdo en participar, vamos a pedirles que firmemos una
hoja que se denomina el CONSENTIMIENTO INFORMADO en la que yo como
miembro de esta organización me comprometo a no divulgar esta informa-
ción y ustedes como participantes acordamos que se explicó claramente cómo
funciona el juego y que están interesados en participar de manera voluntaria.
Para empezar con la primera ronda del juego organizaremos las sillas y las
mesas de forma que cada uno mire hacia el tablero y a una distancia prudente
de los demás. Recuerde que el monitor recogerá en cada ronda su HOJA DE
DECISIÓN AMARILLA.
Finalmente, para estar listos para jugar, por favor díganos si tiene dificulta-
des leyendo o escribiendo los números y uno de los monitores se sentará al
lado suyo para ayudarle. También tenga en cuenta que de ahora en adelante
no podrá conversar o comentar durante el juego a no ser que sea permitido.
En la primera ronda usted usa el CUADRO DE PAGOS MUCHA en cada lugar.
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Segunda etapa
Regla 1. Línea base. El juego continúa igual que en la primera etapa.
Regla 2. Comunicación. A partir de este momento les permitiremos hablar
durante dos minutos antes de cada ronda. Cada uno de ustedes tendrá la posi-
bilidad de comunicarse con uno o más de los jugadores del grupo, antes de
jugar. Esta comunicación es totalmente voluntaria. Así, durante los siguien-
tes 2 minutos ustedes van a poder discutir o hablar de lo que ustedes quie-
ran. Al terminar el tiempo permitido, se suspenden las comunicaciones y se
retomará el juego.
Usted podrá discutir lo que desee del juego y las reglas pero no podrá usar nin-
guna promesa o amenaza de pagos o transferencias de puntos durante o des-
pués de terminado el ejercicio. Es simplemente una discusión abierta. El resto
de reglas del juego se mantienen. Nosotros les diremos cuando el tiempo haya
terminado. Después, deberán suspender la discusión, sentarse nuevamente de
espaldas y tomar cada uno su decisión individual para la siguiente ronda. Esta
opción se repetirá en cada una de las rondas de esta parte del juego. Sus deci-
siones seguirán siendo privadas y confidenciales, como en las otras rondas, y
no podrán ser conocidas por el resto de su grupo u otras personas.
[Durante este tiempo los participantes tienen que conversar, El moderador y
los monitores no deben influenciar para nada en la conversación. Una vez ter-
minados los dos minutos, el moderador avisa que se ha terminado el tiempo y
cada uno de los jugadores deberá volver a su lugar]
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Anexo 2. Estimación de la probabilidad de recuperación
(1) (2)
Estado del recurso en la ronda anterior -2,608*** -2,597***
(0,433) (0,433)
Comunicación 4,348*** 4,678***
(0,988) (1,047)
Porcentaje de líderes en el grupo 9,761* 11,132*
(5,593) (5,742)
Porcentaje de hombres en el grupo 21,368** 22,85**
(11,314) (11,141)
Interacción porcentaje líderes y comunicación -0,769
(1,712)
Ronda -0,066 -0,066
(0,041) (0,041)
Constante -23,951** -25,707**
(11,77) (11,588)
Observaciones 380 380
Variable dependiente = 1 si por lo menos un sitio de pesca pasa de una situación de poco recurso a mucho
recurso.
Estimación Logit con efectos fijos por grupo. Errores estándar robustos en paréntesis.
*** p < 0,01, ** p < 0,05, * p < 0,1

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