El parlamentarismo - Artículos de Baldomero Sanín Cano en la revista Hispania - Años de vértigo. Baldomero Sanín Cano y la revista Hispania (1912-1916) - Libros y Revistas - VLEX 857284186

El parlamentarismo

AutorRafael Rubiano Muñoz/Juan Guillermo Gómez García/Baldomero Sanín Cano
Cargo del AutorSociólogo y magíster en Ciencia política de la Universidad de Antioquia/Abogado de la Universidad Externado de Colombia con estudios de filosofía en la Universidad Nacional de Colombia/Autor
Páginas123-135
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EL PARLAMENTARISMO
Revista Hispania, n.º 3, Londres, 1 de marzo de 1912, pp. 59-62.
decía el aRtículo 3.º de la Declaración de los Derechos Huma-
nos: “El principio de toda soberanía reside esencialmente en la
Nación: ningún cuerpo, ningún individuo puede ejercer autori-
dad que no emane de la Nación directamente”, y el Artículo 4.º:
“La libertad consiste en poder hacer todo lo que no dañe a otro”.
En estas dos bellas falacias, incluidas ya en el número de las pocas
que han perdido el respeto de las gentes serias, se han basado los
sistemas de Gobierno ensayados durante un largo siglo en ambos
lados del Atlántico. Es tan prolífico el error y tan resistente al in-
suceso la mente humana, que después de los ensayos frustráneos
hechos en Occidente, durante siglo y medio, Turquía primero,
Persia en seguida y a última hora los chinos, como para acentuar
el descrédito, han resuelto constituirse conforme al sistema de-
mocrático, con base alcalina de parlamentarismo.
Un siglo y medio de ensayos pueriles, cincuenta años de fraca-
sos gigantescos, todavía no han llevado a la mente desprevenida
del pueblo la convicción de que los engañan lastimosamente.
La habilidad de los titiriteros nacionalistas ha sido mediana; pero
el instinto fundamental de las multitudes, según el cual solicitan
que las engañen y ofrecen coronas de laurel y de papel de estraza
a los escamoteadores, ha sido más durable que la inhabilidad de
los políticos. La Revolución francesa, madre de estas teorías, na-
ció de un estado intolerable de miseria. Los que, favorecidos por
el descontento y por el estado irritable que produce la inanición,
explotaron aquella favorable situación, invocaron, recordando los

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