Pymes, competencias laborales y TIC - Pymes, competencias laborales y TIC. Competitividad, productividad e innovación organizacional - Libros y Revistas - VLEX 840974678

Pymes, competencias laborales y TIC

AutorAlexander Ortiz Ocaña/Jairo Augusto Cortés Méndez/Jaime Alberto Páez Páez
Páginas39-64
alexander ortiz ocaña, jairo augusto cortés méndez, jaime alberto páez páez
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Tipología de las competencias laborales sobre TIC
No son pocos los trabajos realizados que abordan el uso de las TIC en las
pymes. José, Bayona y Dewar (2015) incursionan en la responsabilidad social
empresarial y la relacionan con la innovación, haciendo una mirada desde las
Tecnologías de la Información y la Comunicación en las organizaciones. Asi-
mismo, Encalada, Morales, Magaña y Yah (2015) investigan sobre las TIC y el
ingreso en las pymes exportadoras del estado de Yucatán, México.
Estos trabajos son muy interesantes y demuestran el creciente interés que
está tomando el tema de las TIC y su apropiación en las organizaciones. Incluso,
se han aportado metodologías para la inclusión de las TIC en las pymes, fun-
damentadas en el direccionamiento estratégico (Castro y Erazo, 2016). Por otro
lado, estos mismos autores establecen la relación entre la inversión en Tecno-
logías de la Información y la Comunicación y el direccionamiento estratégico
de las pymes de Santiago de Cali, Colombia (Erazo, Castro y Achicanoy, 2016).
Ha tomado tanta fuerza el estudio de las TIC y su aplicación en las orga-
nizaciones que algunos autores, como por ejemplo Guercio, Martínez y Vigier
(2017) realizan estudios gerenciales al respecto, y profundizan en las limitacio-
nes al nanciamiento bancario de las pymes de alta tecnología.Y en correspon-
dencia con lo anterior, Quiroga-Parra, Torrent-Sellens y Murcia-Zorrilla (2017),
estudian las tecnologías de la información en América Latina y su incidencia en
la productividad, estableciendo un análisis comparado con países desarrollados.
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Por otro lado, según Niño (2003) en la cultura contemporánea es necesario
establecer viaductos entre teoría y práctica, entre el conocimiento y su aplica-
ción, y estos puentes los garantiza precisamente la noción de competencias, la
cual congura las capacidades que subyacen el ejercicio profesional.
Para Astol, Peterfalvi y Vérin (1991), citados en Escobedo (2002), el térmi-
no competencia originalmente fue un término jurídico que se refería al hecho
de que un tribunal compuesto por varias personas tenía la atribución, la auto-
ridad para emitir un juicio. Por extensión, el término se empezó a utilizar para
referirse a alguien que tiene los conocimientos necesarios para tomar decisio-
nes. En este último sentido, una persona competente es aquella que sabe sobre
algo o que sabe hacer algo, que puede pronunciarse sobre algo, o que puede
emitir un juicio acertado, apropiado, sobre algo. De ahí que el desempeño se
diferencia de las acciones cotidianas porque hace referencia a las “obligaciones
inherentes a un rol, una función, una profesión o un ocio” (Real Academia
Española, 2002, p. 58).
La noción de competencia tiene orígenes en utilizaciones diversas. El sentido
puede ser tan remoto como se quiera considerar, ya que, si se parte del signica-
do actual, en cualquier momento y disciplina se encuentran conceptos que hacen
referencia al saber actuar o saber hacer o aprender haciendo. “En la educación
formal esta noción tiene su origen y utilización en algunas disciplinas cientí-
cas o en algunas elaboraciones teóricas y en la utilización que tiene dentro de
los procesos de diseño curricular” (Arbeláez,Corredor y Pérez, 2009, p. 24).
En Escobedo (2002) se encuentra que “la palabra competencia conjuga dos
partículas que provienen de dos términos latinos; la partícula cum y la partí-
cula petencia que viene de petere. Cum en latín, quiere decir en compañía de,
ponerse de acuerdo con, encontrarse en un mismo punto; petere signica tratar
de lograr, buscar o tener algo” (p. 23). En la literatura se encuentra que fue hace
unos 80 años, en EE. UU., cuando surgió más formalmente la necesidad de
atender a los principales aspectos que contribuyen a tener éxito en la actividad
lingüística. Fue precisamente un lingüista norteamericano (Noam Chomsky)
quien acuñó la noción de competencia comunicativa. Hace aproximadamente
40 años, se extrapola esta noción al mundo laboral, por cuanto se extiende la
idea de ser un trabajador con altos desempeños en los ámbitos profesionales.

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