Racionalidad rectora de la educación financiera
| Autor | Felipe A. Galvis Castro |
| Páginas | 205-245 |
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Capítulo 6
Racionalidad rectora
de la educación nanciera
Chicago no es un lugar, sino un estado mental.
S
La austeridad y la educación nanciera del consumidor son
solo dos caras de la misma moneda neoliberal.
Chris Arthur
Los jóvenes canadienses necesitan una educación nanciera
básica que los prepare para manejar deudas.
e Canadian Task Force on Financial Literacy
Existe una convergencia internacional: niñas, niños y adolescentes deben
ser educados nancieramente. Esto sería absolutamente indispensable para
garantizar la salud de las economías, para que los ciudadanos tomen deci-
siones nancieras responsables a lo largo de la vida y para que cuenten con
herramientas que les procuren la efectiva garantía de los derechos económicos,
sociales y culturales. Las crisis nancieras serían resultado precisamente de
la ausencia de educación y se explican por decisiones inadecuadas de las per-
sonas en el manejo de su vida crediticia. Se requeriría entonces de la amplia
y extendida promoción de una serie de competencias en los individuos y en
las familias.
Deberían adoptarse, entonces, estrategias para la superación del analfa-
betismo nanciero, analfabetismo inversionista, analfabetismo emprendedor,
analfabetismo comercial, etc. Todos estos neologismos revelan la formación
de un nuevo sentido común y de un nuevo campo semántico para explicarlo:
hay que transformar a las personas y enseñarles lo necesario para que ges-
tionen adecuadamente sus ingresos, sus capitales, sus tiempos, sus esfuerzos,
sus relaciones. Estos deben ser administrados como un portafolio, siempre
en benecio del bienestar individual y colectivo. Se trata de un lenguaje en
ho internacional, OCDE y subjetivación nanciera
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el que se alfabetizará a la población. El análisis de costo-benecio, el apro-
vechamiento de las ventajas competitivas y la diversicación de los riesgos
pasan de la racionalidad económica a las aulas de clase y a diversos canales
de comunicación. Esta es la invención del sujeto nanciero y las razones que
la justican.
Como he señalado previamente, estas iniciativas han recibido en Colombia
el nombre de educación económica y nanciera (EEF). Se apoyan en bibliografía
sobre buenas prácticas y lineamientos producida en espacios como el Banco
Mundial, la CAF y la OCDE. Fueron importadas (jurídicamente hablando)
mediante el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 y articuladas en acuerdos,
decretos y lineamientos del Ministerio de Educación Nacional. Finalmente,
su implementación deberá vericarse en proyectos educativos institucionales
de colegios y escuelas, en contenidos curriculares y en prácticas pedagógicas.
Más allá de las aulas, los contenidos de la EEF se transmiten cotidianamente
en diversos formatos y canales de comunicación.
Sin embargo, los presupuestos sobre los que se promueve esa “convergencia
internacional” requieren mayor atención y deben ser sometidos a examen. Los
detalles jurídicos o institucionales de la puesta en escena de la EF en Colombia
ya los presenté en este texto. En esta parte hago referencia a ellos de forma breve,
como evidencia de las tesis que se deenden sobre los valores que motivan el
trasplante. En este capítulo me concentro, en cambio, en la racionalidad detrás
de la EF: en los argumentos, ideas predominantes, armaciones y lugares comu-
nes sobre los que se anca. Examino un cierto “sentido común” que la sustenta
y que constituye la fuerza que la hace circular, desplazarse, desde instituciones
internacionales y agencias gubernamentales hasta colegios y diversos medios
de comunicación.
Para ello en esta parte (i) recuerdo brevemente el marco de análisis expli-
cado en el segundo capítulo (sobre las tecnologías neoliberales de gobierno de
sujetos), el cual permite interrogar los presupuestos sobre los cuales se justica
la importación a Colombia de la EF; (ii) expongo las principales razones que
se han invocado para justicar este tipo de estrategias, con particular interés
por la forma que han adoptado en el contexto colombiano; y (iii) problematizo
los fundamentos sobre la necesidad y los contenidos de la EF.
ectora de la educación nanciera
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Introducción
apítulo 2, es posible hacer una caracterización general de lo
que es un dispositivo, como vínculo que une un conjunto heterogéneo de insti-
tuciones, prácticas, discursos, normas, edicios, etc. La red que así se teje incide
en la vida de los sujetos, con el ánimo de cumplir una función estratégica y de
alcanzar un objetivo que se valora como urgente y útil. Este tipo de red surge en
el encuentro de relaciones de poder y de saber, vale decir, está inscrita en unas
relaciones de poder, que son validadas por unos criterios de establecimiento de
la verdad, por un saber.
Rose, Rabinow y Agamben concluyen que actualmente estamos en pre-
sencia de una ampliación inusitada de dispositivos que condicionan nuestro
comportamiento. Estas tecnologías se encuentran en la textura misma de la
vida y parece no haber un solo instante en que la vida de las personas no sea
inuenciada por un dispositivo.
Los trabajos de Brown y de Laval y Dardot describen la forma en que el
neoliberalismo como racionalidad normativa de poder, como saber y como
discursos que construyen un sentido común, despliega una serie de mecanis-
mos que condicionan el comportamiento de los Estados y de los sujetos, para
conducirlos hacia un comportamiento corporativo. Este es guiado por intere-
ses y criterios nancieros no solo en asuntos estrictamente económicos, sino
en la más amplia dimensión de relaciones humanas y sociales. Para Brown, lo
que está en juego es la condición humana y el sentido mismo de la democracia.
Por último, Byung-Chul Han describe un poder inteligente, que no se
ve obligado a recurrir a la coacción, a la ortopedia, sino que oculta el some-
timiento en forma de deseos de consumo, de superación, de mejoramiento
personal y de gestión personal.
El abordaje descrito me permite indagar por la forma en que la EF hace
parte de un proceso de más largo alcance de nanciarización de la vida y de la
educación. Igualmente, posibilita la reexión sobre las condiciones que harían
de la EF una de las formas de articulación de mecanismos de dominación con
tecnologías del yo, de manera que los valores del neoliberalismo como racio-
nalidad rectora, se trasladen al sujeto nanciero, quien los interioriza y decide
usarlos como criterios para transformarse a sí mismo. Dicho concretamente,
estas aproximaciones invitan a examinar a la EF como dispositivo ancado en
una “política de verdad”: a interrogar los presupuestos y ese “sentido común” en
los que se apoya, con el n de establecer sus efectos de poder; y a cuestionarla
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