Retomemos el trabajo, viviendo bien - Retomemos la economía. Una guía ética para transformar nuestras comunidades - Libros y Revistas - VLEX 851267549

Retomemos el trabajo, viviendo bien

AutorJ. K. Gibson-Graham/Jenny Cameron/Stephen Healy
Páginas45-79
Retomemos el trabajo, viviendo bien
¿Qu é
es
el trabajo?
El trabajo es lo que hacemos para ganarnos la vida —esto es, lo que
hacemos para vivir—. El trabajo nos da una identidad. Es una manera
de denir quiénes somos. Usualmente, cuando conocemos a alguien
por primera vez, queremos saber cómo se gana la vida. Nos interesa
cuánto le pagan y cuál es el estatus asociado a su cargo laboral.
El trabajo tiene el potencial de ser una fuente de gran placer y sen-
tido —ese lugar donde nos ponemos retos intelectuales y prácticos y
los alcanzamos, donde podemos crear cosas nuevas, usar nuestro inge-
nio, interactuar con otros y lograr cosas—. Todo tipo de trabajo puede
tener ese potencial sea que lo realicemos criando bebés, administrando
una granja, cuidando un enfermo, construyendo aviones, manejando
personal, defendiendo criminales o programando computadoras.
Pero trabajar también puede ser una carga. Puede ser repetitivo,
físicamente exigente, inseguro, solitario y tan mal pagado que esca-
samente sirva para cubrir los costos de vida. Puede convertirse en lo
más importante en la vida de las personas.
En ciertos sectores de bajos ingresos, la gente trabaja más y más
tiempo simplemente para arreglárselas. Aquellas personas con trabajos
muy bien pagados también trabajan más y más tiempo, tal vez porque
esto es lo que les exige el trabajo o tal vez lo hacen para poder comprar
las cosas que consideran necesarias. Y en los países en los cuales la
mayoría de las personas que trabaja llevan a cabo labores no pagas,
tanto de subsistencia como de cuidado de otros, esas personas están
cada vez más forzadas a encontrar nuevas formas de solventar sus
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necesidades básicas tales como educación y atención médica.
Deben encontrar maneras de conseguir dinero para suple-
mentar cualquier cosa que hagan para sobrevivir.
Al parecer, en todo el mundo, la calidad de vida y la salud
están siendo amenazadas por largas jornadas diarias y sema-
nas laborales, y no hay evidencia de que trabajar más y más o
por más dinero aumente nuestra felicidad. De hecho, los datos
nacionales muestran que a pesar del aumento de los ingresos
durante los años , los niveles de felicidad no crecieron. Y
en algunos países tales niveles decrecieron. En muchos hoga-
res alrededor del mundo, la balanza está inclinada; se destina
demasiado tiempo a trabajar por dinero y, como consecuencia,
no hay suciente tiempo para vivir.
Ahora hemos descubierto que el aumento de los ingresos es una
adicción —mientras más dinero y posesiones tengamos más necesi-
tamos adquirir para sentirnos felices—. Y hay un montón de eviden-
cia de que hay una asociación entre los costos sociales y psicológicos
y los estilos de vida centrados en lo material y el consumo. Cuando
el ingreso aumenta y se ensancha la brecha entre trabajadores bien
pagos y los mal pagos, surge una serie de problemas de salud propios
del momento actual: aumentan los niveles de aislamiento social, la
depresión, el abuso de drogas y alcohol.
La típica historia del progreso es que la mayoría de los países
del mundo están integrados a la “economía global”, que el trabajo asa-
lariado desplazará al trabajo no pago y llegará a ser el trabajo que la
gente hace. Ciertamente esto está pasando en países como China e
India y en el sudeste asiático donde millones de personas se están con-
virtiendo en trabajadores que devengan un salario.
Todo esto podría estar bien y ser bueno, pero el hecho es que,
con todo y la duplicación de la fuerza de trabajo asalariada global en
los  y , más y más personas estamos destinando el dinero que
con dicultad ganamos a comparar más y más “cosas”. Con el n de
satisfacernos, estamos devorando los recursos del planeta en una pro-
porción insostenible y contaminando nuestro ambiente a unos niveles
sin precedentes.
Alrededor del planeta, el trabajo tal como lo conocemos, no está
alcanzando la meta de que vivamos bien. Estamos trabajando más
k
Nunca habrá un punto
en el que seremos
capaces de afirmar que
suficiente es suficiente.
Tim Jackson,
Prosperity
without Growth: Economics
for a Finite Planet
46 • RETOMEMOS LA ECONOMÍA
pero viviendo más pobremente. Estamos consumiendo en exceso los
recursos del planeta, socavando nuestra salud y no mejoramos nues-
tros niveles de felicidad ¿Podemos rebalancear estas cargas? Creemos
que podemos hacerlo, pero necesitaríamos rebobinar y pensar sobre
lo que realmente necesitamos para vivir bien.
Esto no va a ser fácil. Cuando las personas estamos tan fuer-
temente investidas por las cosas que el dinero puede comprar, hay
mucho en juego. Pero si estamos para retomar la economía, necesi-
tamos reconsiderar nuestras vidas laborales en el contexto de nuestro
bienestar y del bienestar de otros seres humanos y del planeta. Vea-
mos cómo dos grupos diferentes lidian con este gran dilema real.
¿Vivir para trabajar o trabajar para vivir?
Las personas reductoras de consumo son trabajadores que han con-
siderado cuidadosamente el balance entre la vida y el trabajo y que
están tomando decisiones para ajustar sus vidas. Esos individuos
hacen una elección consciente de reducir sus ingresos a la vez que
mejoran su calidad de vida. Recortan los gastos de su trabajo pago y
emprenden trabajos con pagos menores, se mudan a casas o regiones
menos costosas, cambian de carrera o suspenden completamente los
trabajos pagos. Los estudios muestran que durante los  entre ⁄ y
¼ parte de la población norteamericana, australiana y británica con
edades de ,  y  redujeron sus ingresos voluntariamente.
Las personas reductoras de consumo hacen estos cambios
porque quieren dedicar más tiempo a sus familias, vivir vidas más
saludables, encontrar más plenitud y felicidad, vivir de una manera
menos materialista o reducir su impacto sobre el ambiente. Signi-
cativamente, estas personas cambiaron su rango
de ingresos y nivel social. Por ejemplo, entre  y
, en Gran Bretaña disminuyeron un  de los
trabajadores manuales semicalicados y aprendices,
así como un  de los ejecutivos, administradores
y profesionales.
¿Y qué hacen esas personas reductoras de con-
sumo en su tiempo? ¡Se detienen y huelen las rosas!
No necesariamente trabajan menos; hacen diferen-
tes tipos de trabajo —dedican tiempo a cuidar a sus
k
Mientras sus ingresos podrían
haberse reducido,
el resto pudo haber crecido.
Christie Breakspear y Clive Hamilton,
Getting a Life: Underst anding the
Downshifting Phenomenon in Aust ralia
RETOMEMOS EL TRABAJO • 47

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