Río de Janeiro
Autor | Benjamin Lessing |
Páginas | 199-259 |
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RÍO DE JANEIRO
Condicionalidad, una favela a la vez
En Río de Janeiro, el boom de la cocaína de los ochenta coincidió con el adveni-
miento de una nueva forma de crimen organizado —tipificada por la organiza-
ción narcotraficante Comando Vermelho (
CV
), con su base en las cárceles— para
producir mercados minoristas notoriamente concentrados y territorializados,
asentados en las numerosas favelas de la ciudad. Las instituciones policiales
creadas durante el régimen autoritario eran protagonistas, al mismo tiempo,
de una represión brutal y una corrupción generalizada. El resultado fue un
sistema de extracción de rentas ilícitas cada vez más violento pero resistente y
una represión creciente, marcado por un puñado de experimentos localmente
exitosos en la aplicación de nuevas políticas. Desde el año 2008, una nueva
estrategia, la Pacificación, alteró significativamente esta dinámica, reduciendo
de manera notoria el conflicto entre los carteles y el Estado. Aquí haremos tres
afirmaciones principales: (1) entre la democratización (1983) y la Pacificación
(2008), el grado de represión varió pero la tendencia fue hacia el crecimiento,
mientras que la condicionalidad se mantuvo baja. Los narcotraficantes respon-
dieron a las ofensivas incondicionales con estrategias violentas de “luchar-y-
sobornar”; (2) el programa de policía Grupo de Policiamento em Áreas Especiais
(
GPAE
) (2000-2001) aumentó la condicionalidad localmente, lo cual llevó a
los narcotraficantes afectados a evitar la violencia contra el Estado hasta que
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VIOLENCIA Y PAZ EN LA GUERRA CONTRA LAS DROGAS
el programa se fue desgastando y colapsó; y (3) la implementación inicial de la
estrategia de Pacificación (2008-2012) aumentó significativamente la condicio-
nalidad de la represión a escala de la ciudad, lo cual llevó a los carteles a evitar
la violencia contra el Estado. Concluyo, por tanto, que el éxito inicial de la
Pacificación y su rápida expansión llevaron a un desgaste de la condicionalidad
efectiva, lo cual contribuyó a un resurgimiento de la violencia desde el 2013.
Analizaremos los procesos de reforma mediante los cuales se implementaron
el
GPAE
y la Pacificación y las dificultades para sostenerlos. También concluyo
que el crimen organizado de Río, específicamente el sistema de apuestas ile-
gales, se mantuvo relativamente en paz mediante un enfoque moderadamente
condicional, entre 1940 y 1980.
Marco general
Río de Janeiro es conocida como “la ciudad maravillosa” por muchas
razones, entre otras, por su belleza natural y su historia imperial, pero
Río no sería Río —desde el punto de vista social, cultural o político—
sin sus favelas1. A lo largo de los últimos cien años, estas comunidades
de urbanización informal se han dispersado por las colinas cubiertas de
bosques y los pantanosos manglares que se despliegan en medio de los
rascacielos de los barrios ricos que dan contra la playa, y han llenado
grandes franjas del interior, alejadas del centro de la ciudad. Las favelas
son la cuna de la cultura carioca2 —la samba, el carnaval y ahora el baile
funk— y el hogar de cientos de miles de trabajadores que llegaron a Río
desde el campo brasilero para construir gran parte de la ciudad formal
que conocemos hoy. Las favelas también son, trágicamente, la sede de un
1 Al igual que Nueva York, Río de Janeiro es una ciudad, un área metropolitana y un
estado (aunque tiene un “interior” mucho más pequeño). En aras de la simplicidad, y
para evitar confusión entre los dos sentidos del término “estado”, por lo general me
refiero a los tres como “Río”. La mayor parte de las veces estoy hablando de la ciudad,
que es el epicentro del conflicto entre los carteles y el Estado. Sin embargo, en la medida
en que tanto la policía como las prisiones están organizadas a nivel estatal, y son contro-
ladas por los gobernadores, gran parte del análisis político y de las políticas se refiere,
en realidad, a información o decisiones a nivel estatal. Entretanto, hay que tener en
cuenta que una parte significativa y creciente de los enfrentamientos entre los carteles
y el Estado tiene lugar en las municipalidades que rodean el Gran Río, así como en las
ciudades mucho más pequeñas del interior del estado de Río.
2 Carioca es el adjetivo que identifica a alguien o algo oriundo de Río de Janeiro.
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conflicto armado urbano extraordinariamente violento, territorializado
y resiliente.
Durante más de una generación, la mayor parte de las favelas de Río
han estado bajo el dominio militar de organizaciones de narcotráfico que
tienen su base en las cárceles3. En ninguna otra parte de Brasil, ni del mundo,
si a eso vamos, está tan concentrado y territorializado el tráfico minorista
de las drogas, y en ninguna otra parte las organizaciones dedicadas a la
venta de drogas al menudeo —sobre todo el Comando Vermelho (
CV
)—
habían enfrentado al Estado con una confrontación armada sistemática
tan larga4. La capacidad para organizar el comercio minorista de drogas
de toda la metrópolis asemeja más al
CV
en poder de ataque y número de
hombres a los carteles involucrados en el tráfico internacional que a las
típicas pandillas urbanas dedicadas al narcotráfico. Desde sus comienzos,
el
CV
ha respondido a la represión del Estado con una postura armada
de confrontación; a medida que la policía se fue volviendo más brutal y
corrupta, se desarrolló un creciente conflicto entre los carteles y el Estado
que lleva un cuarto de siglo. Tan arraigada estaba la violencia que los
enviados del cartel de Cali de Colombia que llegaron a Río en los años
noventa para explorar maneras de normalizar y optimizar la venta al por
menor para el creciente mercado de cocaína de la ciudad, abandonaron
rápidamente sus esfuerzos (Soares 2011).
3 No existe en inglés ni en español una palabra adecuada para denominar las organiza-
ciones dedicadas al narcotráfico de Río. En portugués se les llama facções criminosas,
lo cual refleja su origen como bandas rivales en prisión. Sus nombres incluyen con
frecuencia la palabra “comando”, como en Comando Vermelho (Comando Rojo), pero
la gente no se refiere colectivamente a estos grupos como “comandos”. En todo caso, ni
“facciones” ni “comandos” son términos precisos o útiles en inglés o español. Desde el
punto de vista analítico, “cartel” es una descripción tan precisa de las organizaciones
dedicadas al narcotráfico de Río como de las de México y Colombia, pero los narco-
traficantes de Río no se llaman a sí mismos “carteles”, ni la gente se refiere a ellos con
ese término, así que la palabra suena rara cuando se usa de forma aislada. Así, utilizo
el término “organizaciones criminales con base en prisión” o, simplemente, “organi-
zaciones criminales” cuando hablo de los narcotraficantes de Río de manera aislada,
como en este capítulo, y la palabra “cartel” cuando los considero en conjunto con los
narcotraficantes de México y Colombia.
4 El bajo mundo criminal de São Paulo sufrió un cambio significativo desde el año 2000
cuando la pandilla carcelaria Primeiro Comando da Capital (
PCC
) —inspirada y aliada
del Comando Vermelho de Río— logró la hegemonía dentro del sistema de prisiones y,
con el tiempo, a todo lo ancho de la periferia urbana (Denyer Willis 2015). No obstante,
el
PCC
no ha establecido dominio territorial ni monopolios locales sobre la venta de
drogas, pues se ha enfocado, en cambio, en la venta al por mayor y la distribución a
una amplia red de asociados.
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