Los servicios de salud mental han sido los más afectados a lo largo de esta pandemia
Diego Suárez - EL COMERCIO - PERÚHace un año, Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), lanzó un contundente mensaje: la pandemia de covid-19 está provocando una crisis de salud mental en las Américas a una escala nunca antes vista. Hoy, cuando se conmemora la lucha global contra este tipo de afecciones, el panorama sigue siendo preocupante; sin embargo, no es tarde para tomar las medidas necesarias e impedir que la pandemia deje una huella imborrable en la salud mental de la población. Impacto significativo Estudios nacionales de Argentina, Brasil, Canadá, México, Perú y EE. UU. han documentado tasas elevadas de angustia psicológica, ansiedad y depresión en la población general. Asimismo, una encuesta realizada por la empresa Ipsos en los países ya mencionados, así como en Colombia y Chile, reveló que, en promedio, el 12 por ciento de los adultos sufrieron un empeoramiento significativo de su salud emocional y mental. Respecto a los menores de edad, la ansiedad y la depresión representan casi el 50 por ciento de los trastornos mentales en niños y jóvenes de 10 a 19 años de América Latina y el Caribe, según el ‘Estado mundial de la infancia 2021’ de Unicef. Cabe resaltar que antes de la pandemia más de uno de cada siete niños y adolescentes en el mundo padecían de algún trastorno mental y 46.000 se suicidaban anualmente. Hoy la situación es más grave, indica el informe. También se han reportado aumentos en el consumo de alcohol y sustancias. Del mismo modo, los registros de las líneas telefónicas de ayuda, los informes de la policía y otros proveedores de servicios indican un incremento en los casos denunciados de violencia doméstica, en particular maltrato infantil y violencia contra las mujeres. "Las condiciones de salud mental causan una gran discapacidad en las Américas. Un tercio de todas la discapacidades por enfermedad en la región se debe a condiciones de salud mental", sostiene Renato Oliveira e Souza, jefe de la Unidad de Salud Mental para la región de la OPS. Pero a pesar de estas cifras, la inversión estatal sigue siendo insuficiente. De acuerdo con el especialista, se estima que los países de las Américas asignan solo un 2 por ciento de sus presupuestos totales de salud a la salud mental, y un promedio del 61 por ciento está dirigido a los hospitales psiquiátricos, que a menudo son lugares de abusos contra los derechos humanos. A esto hay que sumarle otras dos grandes problemáticas, que se...
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