La Soledad: cuando las mujeres no se movilizan
| Autor | Julia Margaret Zulver |
| Páginas | 135-158 |
5
La Soledad: cuando las mujeres
no se movilizan
Introducción
Los dos capítulos anteriores discuten casos de movi lización feminista de alto
riesgo en Colombia, con miras a describir cómo y por qué las mujeres se movi-
lizan en contextos de alto riesgo. Tanto en el caso de la Liga como en el de
Afromupaz, vimos cómo, bajo la orientación de una líder carismátic a, grupos
de mujeres se reunieron para participar en acción colectiva de a lto riesgo en
pro de la búsqueda de la justicia de género, es decir, feminismo de alto riesgo.
A pesar de historias de violencia destr uctiva y de género, se movilizaron por
un futuro más equitativo. Sin embargo, el presente capítulo observa el caso
de un barrio a las af ueras de Riohacha (La Guajira), en donde las mujeres
no se movilizaron por la just icia de género, a pesar de tener similares condicio-
nes de alcance que aquellas mujeres que se organizaron en Turbaco y en Usme.
Riohacha, la capital depar tamental de La Guajira, alberga una importante
población de personas desplazadas, víct imas del conicto colombiano. Histó-
ricamente, y también en la actual idad, ha sufrido de violencia e insegur idad
a manos de los paramilita res y sus sucesores. Realicé una investigación en
el barrio de invasión La Soledad, donde entrevisté y compar tí con mujeres
desplazadas que también son sobrevivientes de desplaz amiento y de violencia
sexual, física y psicológica. L a mayoría de estas mujeres son madres solteras,
y ninguna de ellas t iene empleo formal ni estable. Adicionalmente, a pesar
de haber declarado su estatus de víc timas ante las instituciones estata les,
ninguna de ellas ha recibido sus pagos por reparaciones individuales. A nivel
Una invasión de tierras es el nombre que se le da a una movilización de personas que invaden
un terreno ilegalmente y establecen asentamientos irregulares sumamente marginales. Para
información adicional, véase Dosh (). La Soledad es un seudónimo.
feminismo de alto riesgo en colombia
étnico, religioso y socioeconómico, estas mujeres son demográcamente
similares a sus contrapar tes desplazadas en otras partes del pa ís. Sin embargo,
lo que resulta diferente a Turbaco o Usme es que, a pesar de un dominio de
pérdidas similar, no hay acción colectiva de alto riesgo en La Soledad .
Lo que ilustra este caso negativo es el ha llazgo de que, sin la presencia de
una líder carismática, no se da rá una movilización feminist a de alto riesgo.
Esto ocurre aun cuando las potencia les participantes y el contexto social
se asemejan mucho a aquellos en los que sí vemos movilización. Sin una
líder que pueda convencer a las mujeres de que existen benecios materiales
y no materia les de movilizarse dentro de un dominio de pérdidas, personas
que, bajo otras circunstancias, podrían participar quizás no logren superar
la barrera del miedo, que sabemos evita que se asuman conductas r iesgosas
(Lerner y Keltner, ). En su estudio sobre liderazgo, Robnett () señala
que, “como académicos de los movimientos sociales, debemos preocuparnos
tanto por quienes se convierten en líderes como por quienes no lo hacen” (p. ).
Este capítulo emprenderá esa tarea, y al hacerlo proporcionará evidencia adi-
cional para apoyar los mecanismos que faci litan —o no— la acción colectiva
de género de alto riesgo.
El capítulo procederá justica ndo la selección de un caso negativo, em -
pleando el principio de posibilidad de Mahoney y Goertz (). Luego, se
sumergirá en el caso de La Soledad y sus habita ntes, para explicar por qué
encajan dentro de este principio; es decir, por qué tienen las características
de un grupo que podría par ticipar en movilización, pero no lo hace. Después,
dará una mirad a a los mecanismos que catalizan la movi lización de alto riesgo
y describirá qué hace falta en el caso de R iohacha, a saber, una líder carismá-
tica. Por último, planteará qué signican los resultados de este caso para la
acción colectiva de alto riesgo en general.
Es preciso señalar, para que no haya lugar a dudas, que cuando me reero
a la experiencia de estas mujeres como un caso negativo, no pretendo at ribuir
un juicio normativo. Su caso es negativo en la medida en que estas mujeres no
encajan dentro de la denición de una organización feminista de alto riesgo.
Esta categorización no busca negar que, a pesa r de las condiciones adversas
—incluyendo historias de violencia y luchas contemporáneas—, han sobrevi-
vido y son actores con agencia. De hecho, lo que aprendemos de su caso tiene
más que ver con la importancia de una líder car ismática que con una referen-
cia a un potencial de movili zación fallido. Este capítulo resalta nueva mente
que, en lugar de asumir que las mujeres tienden automática o naturalmente a
Al igual que en el caso de las mujeres de la Liga, si bien la mayoría de las mujeres en La
Soledad son de origen racial y étnico mixto, no existe ningún concepto de identidad compartida
con base en la raza o la etnicidad.
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba