Sometimiento militar y formalización de la dinámica coalicionista
Autor | Laura Wills-Otero - Angelika Rettberg |
Páginas | 93-110 |
Capítulo sexto
Sometimiento militar y formalización
de la dinámica coalicionista
Gobierno de la Junta Militar
La coyuntura en la cual la Junta Militar asumió el control del Ejecutivo con-
dicionó la actuación de los cinco militares. La captación de la opinión pública
por parte de los grupos dominantes y su demostración de poder en la preci-
pitación de la crisis, pero, sobre todo, el desconocimiento del manejo político
por parte de los militares, dados los bajos niveles de conciencia política y su
sustituto en la ideología de la fuerza, fueron sucientes para que los miembros
de la Junta retornaran a su raigambre valorativa de compromiso y subordina-
ción, condicionada por la socialización adscriptiva partidaria.
La política económica de la Junta Militar retornó en ciertos aspectos a los
cánones anteriores al intervencionismo militar. En este sentido, se entregó de
nuevo a la oligarquía la parte de los mecanismos de decisión económica
del Estado que habían sido sustraídos parcialmente. Así, el sistema recuperó
uno de los medios esenciales de denición oligárquica, a través de la relación
política estatal de control económico de los grupos dominantes de la econo-
mía. La primera medida adoptada fue la devaluación monetaria con anuncio
previo. Naturalmente, los grupos corporativos del comercio y las nanzas
utilizaron su poder económico para obtener un nuevo margen de ganancias
especulativas a costa de la disminución de los salarios reales de los grupos
dominados. De esta manera, quienes habían contribuido a provocar la debili-
tación de la moneda, en virtud de los efectos estructurales y psicosociales de
la dependencia externa, por medio del contrabando cafetero, la exportación
de capitales y la inversión no productiva, salieron de nuevo beneciados con
E C R C
las medidas políticas de manejo monetario. Como factor de compensación
popular se decretó un alza de salarios, de todas formas inferior a los efectos de
disminución adquisitiva provocados por la inación. Así, el proceso inacio-
nario quedó rubricado con medidas monetarias acordes con las consecuencias
estructurales propias de la relación de dominación capitalista internacional.
Para completar la secuencia, entró a operar el esquema político de austeridad,
diseñado por los organismos nancieros internacionales, como el Fondo Mo-
netario Internacional () y el Banco Mundial (), regidos por los Estados
Unidos, sobre la base de las recomendaciones de devaluación y contracción
crediticia como requisitos para nanciar nuevos empréstitos externos. Esta
política afectó directamente a los sectores asalariados y a la pequeña burguesía,
por la disminución real de sus ingresos y por su vulnerabilidad a las contrac-
ciones económicas. De esta manera, con recursos de endeudamiento externo
y, en menor grado, con reducciones presupuestales, se logró redenir la deuda
comercial y se corrigieron a posteriori los efectos de los invariables factores es-
tructurales causales de la descompensación en el sistema económico.
La formación del gabinete ministerial de la Junta de Gobierno se hizo so-
bre la base de los dos partidos políticos tradicionales, incluyendo en él a tres
miembros militares. A pesar de ello, los grupos políticos dominantes expresa-
ron su desconanza al gobierno militar, obligando a la Junta a comprometerse
más formalmente con la restauración de la democracia representativa por
medio de declaraciones públicas y predisponiendo aún más a ciertos núcleos
de las clases dominadas contra la institución castrense. La reacción ante la
complacencia de la Junta Militar con los grupos de la oligarquía y la imagen
de desprestigio militar creada a través del proceso político anterior se reeja-
ron en acciones nocturnas de terrorismo de pequeños grupos de ociales y
subociales en la ciudad de Bogotá. El gobierno del general Rojas Pinilla, con
su acción paternalista con los militares y su enfrentamiento con las fracciones
dominantes, había congurado cierta politización con visos de autonomía en
algunos grupos militares, principalmente en aquellos de origen descriptivo
partidario conservador. Sin embargo, la permanencia del vacío en su concien-
tización política no les permitió sino una corta expresión anárquica y clandes-
tina de sus motivaciones políticas, aunque sirvió de base para la fermentación
del frustrado golpe militar del año .
Con la reactivación de la dinámica partidaria surgió de nuevo la división
conservadora entre ospinistas y laureanistas. Por tal motivo, en las reuniones
Dane, Boletín Mensual de Estadística, n.º , , p. ; Alonso Aguilar Monteverde, Teo rí a y
política del desarrollo latinoamericano. México: , , pp. -; Martz, op. cit., pp. -.
Martz, ibid., pp. -; Entrevistas personales con ociales del Ejército, mayo a julio de .
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