Terrorismo yihadista y política criminal del siglo XXI - Núm. 87, Julio 2016 - Revista Nuevo Foro Penal - Libros y Revistas - VLEX 656143953

Terrorismo yihadista y política criminal del siglo XXI

AutorJuan M. Terradillos Basoco
CargoJuan María Terradillos Basoco, Catedrático de Derecho Penal. Universidad de Cádiz (España)
Páginas18-59
Revista N uevo Foro Pe nal Vol. 12, No. 8 7, julio-diciemb re 2016, pp. 18-59. Universidad EAFIT, Mede llín (ISSN 0120 -8179)
Terrorismo yihadista y política criminal
del siglo XXI
Yhadist terrorism and criminal politics
of the 21st century
JUAN M. TERRADILLOS BASOC O1
Resumen
La dive rsidad de tipolog ías que presenta el terrorismo po ne de relieve que la categoría
“criminali dad terroris ta” no responde a consideracion es ontológicas , sino a la decisi ón
de quien, en cada caso, ti ene el poder de e tiquetar.
Para evitar que la polí tica cr iminal a ntiterroris ta alca nce la desmesura puniti va y la
ausencia de garan tías propia de un Derecho penal de confro ntación bélica, es neces ario
defini r el terrori smo poniendo el acento en los dos el ementos que tradicio nalmente han
integra do el concepto: el objetivo-e structural y el teleológico.
En el terrorismo yihad ista concurren, nítida e intensa mente, ambos elementos. La
polític a crimin al antit errorista del si glo XX I, si quiere responder a las exigencias del
Estado de Derecho, no pu ede prescindir d e ese dato.
Palabras clave
Crimen organiz ado, dere chos hum anos, gar antías penales, peligrosidad, políti ca
crimina l, terror, terrori smo.
1 Juan Mar ía Terradill os Basoco, C atedráti co de Derech o Penal. Uni versidad de Cádiz (Esp aña).
Contac to: Juan.ter radill os@uca. es.
Nuevo Foro Pe nal No. 87, junio-dicie mbre 2016, Universi dad EAFIT 19
Abstract
The fac t that the terro rism has so many t ypologies high lights that the category kno wn
as ‘terror ist criminali ty’ is not based o n an ontological co nsiderations bu t on a labelling
power’s de cision.
It is necessary to avoid that criminal policy against terr orism reaches the punitive
excess and beco me a s ystem wit hout guar antees, wh ich will mean a warlike
confro ntation criminal law syst em. In order to accomplis h this, it wou ld be required
to define terrori sm by point ing t wo tr aditional elements out: the fact ual-structu ral
componen t and the teleo logical one.
The Jih adist terror ism has both elements in a clear and in tense way. The 21st Cent ury
Crimina l Policy has to take th is into consideratio n if i t pretend s to sup ply the rule o f
law requi rements.
Keywords
Organize d Crime, Human Rights, Crimi nal Guarantee s, Criminal po licy, dangerousnes s,
Crimina l Policy, terror, ter rorism.
Sumario
1. Planteamiento. 2. ¿Terrorismo/terrorismos?. 2.1. Diversidad morfológica. 2.1.1. Terrorismo
“político”. 2.1.2. Terrorismo nacionalista. 2.1.3. Terrorismo integrista. 2.2. Respuesta
uniforme: relativismo y expansionismo. 2.2.1. Relativismo y geopolítica. 2.2.1.1. Al Qaeda.
2.2.1.2. Gadafi. 2.2.1.3. ISIS. 2.2.1.4. De la persecución al poder. 2.2.2. Expansionismo
punitivo. 2.2.2.1. Derecho penal de emergencia. 2.2.2.2. Derecho penal del enemigo.
3. ¿Qué delito de terrori smo?. 3.1. Medios y fines. 3.1.1. Lesividad y peligrosid ad.
3.1.2. E lemento teleológico. 3.2. Dilución de concepto y relajación de filtros.
3.2.1. Di lución del elem ento or ganiza tivo. 3. 2.2 . Dil ución d el eleme nto tel eológi co.
4. ¿Q ué polí tica cr iminal?. 4.1. Políti ca crim inal err ática /polí tica cr iminal s imbóli ca.
4.2. Pé rdidas colat erales . 4.2.1. Constr ucción dogmá tica genera l. 4.2 .2. Derec ho
pena l d e h echo. 4.2. 3. Les ividad . 4 .2.4 . Pena lidad. 5. Epí logo. 5.1. Auto -
desl egitim ación demo cráti ca. 5.2. Legi timida d po lítico -crim inal. 5.3. Políti ca
crim inal lato se nsu. 5.3.1. Fin anciac ión. 5.3. 2. Tecno logías de l a i nform ación y
la c omunic ación. 5.3.3. M ovilid ad tra nsnaci onal. 5. 3.4 . Ac tivid ades de lictiv as
cone xas. 5. 4. S egurid ad de l os dere chos f undame ntales .
20 Terrori smo yihadi sta y polí tica cri minal del s iglo XX I - JUAN M. TER RADIL LOS BAS OCO
1. Planteamiento
El catálogo de las consecue ncias provocadas por el ata que terrorista del
11.09.2011 al World Trade Center neoyorkin o y al Pentágono no se agot a en las cifras
de muertes y daños económicos: “Además de la catástrofe física -advi erte VICENT- , la
herida había sido profundamente espiritual. Una parte del alma de nuestra civilizaci ón
quedó tambié n bajo los cascotes y en l a zona cero comenzó a crecer una enredadera
que ha te rminado p or cubrir todo el planeta. L a flor que echa esa planta es muy
venenosa. Se llama paran oia2.
Lamentablemente, la tóx ica flor es ep idémica en el ac tual panora ma polític o
criminal, porque germinó inicial mente en el campo de las estrategi as antiterr oristas3,
para, una vez consolidada, expandirse a más amplios espacios de lucha contra la
criminali dad.
La o bsesión colecti va por la seguridad – sin adjetivos ni contenidos, abs tracta
y vacua– se acomoda en a ncestrales represe ntaciones sociales de la realida d
progresiv amente escoradas hacia la simplificac ión y abocad as, por ello, a un
reduccionismo que solo es capaz de diferenciar en la humanidad dos categ orías: los
buenos y los malos.
Una vez identificados los primeros con “nosotros” y los segundos con “los otros”,
se facilita la construcción, por parte del poder, del andamiaje teórico en el que se
asienta el paso a la dualidad “amigo-enemigo”4, al modo propues to por C. SCHMITT.
La simplificación, y la terminología, son asumida s en el lenguaje político, y el
presidente USA, G. W. BUSH, en 2 002, lanza su anat ema al eje del mal (A xis of evil),
en el que incluye inicialmen te a Irak, Irán y Corea del Norte, Estados que compartir ían
un mínimo común denominador: practic ar el terrorismo. Como es obvio, la asignación
de et iquetas varí a al comp ás, en ocas iones verti ginoso, al q ue danzan las alianzas
internaci onales y la dinámic a geopolítica.
El marc o generado permite intuir, ya inicialmente, dos caracter ísticas que han
de defi nir la polític a criminal anti terrorista de nuestros días. En primer lugar, es una
polític a presidida por la necesidad de in ocuización del enemig o; en consecuencia
2 Vicent , Man uel, “La f lor de la para noia”, en El País, 31.08.200 8. Ac cesible en http://elp ais.com/
diario /2008/ 08/31/ulti ma/1220133601 _ 850215.html. Consulta: 01.07.2016.
3 VERVAEL E, JOHN, “L a legislació n antiterro rista en Est ados Unidos: ¿U n Derecho pena l del enemigo?”, en
AA.VV., E l Derecho pen al frente a la seguridad gl obal, Albac ete, Bomar zo, 2007, pp. 172 a 174.
4 TERRADIL LOS BASOC O, JUAN MARÍA , “Una conniv encia cómplic e. En torno a la construcci ón del denominado
´Derecho pen al del enemigo´“, en Juan María Terra dillos Basoco , Sistema penal y Estado de Dere cho.
Estudios de Derecho Pe nal, Lima, A RA Editor es, 2010, p. 221.

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