Transformacion de las emociones en las victimas del conflicto armado para la reconciliacion en Colombia/Emotional Transformation in the Victims of the Armed Conflict for Reconciliation in Colombia/Transformacao das emocoes nas vitimas do conflito armado para a reconciliacao na ColombiaResumo. - Vol. 31 Núm. 2, Julio 2019 - Revista Desafíos - Libros y Revistas - VLEX 801679021

Transformacion de las emociones en las victimas del conflicto armado para la reconciliacion en Colombia/Emotional Transformation in the Victims of the Armed Conflict for Reconciliation in Colombia/Transformacao das emocoes nas vitimas do conflito armado para a reconciliacao na ColombiaResumo.

AutorPeltier-Bonneau, Leila
Páginas197(33)

Introduccion

Desde hace mas de 50 anos, el territorio colombiano es el escenario de un conflicto armado que genero multiples fracturas politicas, individuales y sociales, contribuyendo asi a conmocionar la vida de numerosas victimas sin que ellas puedan volver a su vida 'normal'. En general, las consecuencias de la guerra han sido estudiadas desde un punto de vista humano, economico, politico o material. Sin embargo, las consecuencias inmateriales centradas en las vivencias de las victimas no pueden ignorarse y merecen particular atencion. A proposito de las victimas, el Centro Nacional de Memoria Historica sostiene que "durante decadas, las victimas fueron ignoradas tras los discursos legitimadores de la guerra, fueron vagamente reconocidas bajo el rotulo generico de la poblacion civil o, peor aun, bajo el descriptor peyorativo de 'danos colaterales'. Desde esta perspectiva, fueron consideradas como un efecto residual de la guerra y no como el nucleo de las regulaciones de esta" (2013, p. 14). A pesar de que, desde la Ley de Justicia y Paz de 2005, las victimas empiezan a aparecer en los discursos institucionales, se nota que las consecuencias de la guerra en las victimas han sido negadas y normalizadas durante mucho tiempo. Los dolores que quebraron muchas de las experiencias de vidas individuales y colectivas parecen poco identificados y reconocidos.

Las consecuencias de la guerra deben entenderse a largo plazo. En su articulo "Rehabilitar la cotidianidad", Francisco Ortega (2008) sostiene que "la experiencia traumatica despliega una temporalidad en la que el pasado coexiste e incluso agobia afectivamente el presente de tal manera que su inscripcion en el registro de la memoria y la historia es a la vez solicitado y frustrado: el trauma 'no se deja olvidar por nosotros" (pp. 33-34). Al nivel individual, las repercusiones inmateriales del conflicto armado resurgen bajo diversas formas sin ser exactamente iguales al momento original. Dichas repercusiones aparecen en la memoria, recordadas y determinadas por el presente, e incorporadas en la estructura temporal de las relaciones actuales. Asi como lo plantea Ortega, las consecuencias de la guerra constituyen un pasado continuo que se manifiesta en la memoria. Los recuerdos dejan huellas profundas, perturbando la cotidianidad de las victimas y modificando sustancialmente sus formas de vida, sus creencias, sus certezas y sus suenos. El cuerpo, testigo de la vivencia traumatica de las victimas, se convierte en un espacio donde se expresa el sufrimiento. Segun Marina Villagran, las victimas que afirman sufrir "del corazon" expresan un dolor en el centro del cuerpo, manifestando asi una angustia "en el centro de la vida" (citada en Gutierrez, 2015, p. 101). (1)

Este sufrimiento es el punto clave de la construccion de la figura de victima. Segun Delphine Lecombe (2015), en las sociedades en transicion hacia la paz se implementan unos "sistemas de sensibilizacion" (2) cuyo objetivo es visibilizar las experiencias de los individuos de manera emocional, con el fin de resaltar los efectos de la guerra pasada. En este sentido, Colombia define el estatus legal de las victimas segun el sufrimiento vivido por ellas: el articulo 3[degrees] de la Ley 1448 de 2011, tambien llamada 'Ley de Victimas y Restitucion de Tierras', estipula que "se consideran victimas [...] aquellas personas que individual o colectivamente hayan sufrido un dano [en el marco] del conflicto armado interno", refiriendose asi a las dolorosas experiencias de los individuos y de los pueblos. Incluso con esta definicion juridica, el termino mismo de victima sigue siendo causa de controversias, y cabe aclarar como se entiende para el buen desarrollo de esta reflexion. En Colombia, las victimas afectadas por el conflicto armado son numerosas: hasta hoy, el pais cuenta con mas de 8 801 000 victimas reconocidas por el Estado. (3) Por lo tanto, el contexto nacional da sentido a la categoria misma: sin conocer o entender la historia local, el termino no dice mucho. Ahora bien, el empleo de la palabra puede conllevar una forma de estigmatizacion de los individuos, encerrandolos en una categoria predeterminada que no eligieron o, al contrario, excluyendolos de esta, rechazando su pertenencia a un grupo social con criterios ya definidos. Sin embargo, el uso del termino puede tambien contribuir a la construccion de nuevos sujetos de derechos sociales, economicos y politicos, donde se reconoce el sufrimiento vivido y la responsabilidad de la sociedad. En este caso, es interesante concebir la victima como una condicion temporal que permite al individuo acceder a la escena publica (CNMH, 2009). Por ejemplo, el Colectivo de Comunicaciones de Montes de Maria ha trabajado a favor de la distincion entre "ser victima" y "haber sido victimizados", lo cual incluye el reconocimiento de la no permanencia de las dos designaciones.

Ademas, al dia 20 de septiembre de 2018, el Registro Unico de Victimas contabiliza 4165138 mujeres y 4 160 397 hombres: (4) la diferencia es poco significativa. Sin embargo, nos damos cuenta de que el tipo de violencia difiere segun el genero: de las 11452 victimas de minas antipersonales, municiones sin explotar y artefactos explosivos, 10191 (89%) son hombres; mientras que, de las 26 374 victimas de delitos contra la libertad y la integridad sexual, 23 631 (90%) son mujeres. (5) Segun Rita Segato, la guerra cambio de forma (6) y, si bien antes la agresion sexual era una herramienta de dominacion y victoria, este tipo de agresion se volvio aun mayor y esencial para ganar: "La impresion que emerge de ese nuevo accionar belico es que la agresion, la dominacion y la rapina sexual ya no son, como fueron anteriormente, complementos de la guerra, danos colaterales, sino que han adquirido centralidad en la estrategia belica" (2014, p. 343). Ahora bien, esta nueva violencia de genero que se dio durante los periodos de conflicto armado es frecuentemente invisibilizada, incluso cuando las estadisticas demuestran que las vivencias de la guerra son diferentes entre hombres y mujeres, conllevando consecuencias distintas en el largo plazo.

Generalmente, las mujeres son objeto particular de interes para los actores armados, les permiten demostrar la superioridad de su grupo sobre la poblacion civil. En Colombia, la violencia en contra de las mujeres cumple con diferentes funciones, como lo expone el informe Mujeres y guerra (2011, p. 19). En lo que se refiere a una violencia directa, las mujeres se vuelven una herramienta para amedrentar o humillar a los oponentes. Esta estrategia implica personas interpuestas. En otros casos, el proposito de las sevicias es la destruccion especifica del rol de lideresa politica o social que es desempenado por las mujeres. La agresion puede tambien inscribirse en la dinamica funcional de la violencia, como en el caso del reclutamiento o la prostitucion forzada. Al final, la estrategia belica de los actores armados puede conllevar una violencia directa, tratandose entonces de un oportunismo que aprovecha el contexto de la confrontacion para servirse de su poder sobre la poblacion civil femenina.

Por consiguiente, el juzgamiento 92 de 2008 de la Corte Constitucional identifica diez riesgos derivados de la violencia de genero a los cuales las mujeres pueden ser expuestas en el marco del conflicto armado colombiano: la violencia sexual, la persecucion y asesinato por el control coercitivo, el despojo de sus tierras y patrimonio, entre otros. Ademas de esta violencia directa, muchas veces las mujeres son victimas indirectas del conflicto: la perdida de la pareja, quien a menudo es el pilar economico del hogar, genera incertidumbre familiar y debilita la vida de la mujer. Por lo tanto, el impacto de la guerra en terminos de condiciones sociales e individuales de las mujeres es realmente especifico y sus consecuencias son inmensas. La Corte Constitucional reconoce esta singularidad de genero estipulando que las mujeres "se ven forzadas a asumir roles familiares, economicos y sociales distintos a los acostumbrados" (Auto 92/2008). Por consiguiente, el objeto de nuestra reflexion incluye este enfoque de genero en las consecuencias inmateriales de la guerra, que la Fundacion para la Reconciliacion define segun tres fracturas en la vida personal de las mujeres victimas: las rupturas en las victimas del significado de la vida, la sociabilidad y la seguridad en si mismas. (7)

Efectivamente, las mujeres representan una poblacion hacia la cual la atencion psicosocial tiene que ser orientada. En este sentido, la Fundacion para la Reconciliacion trabaja con ellas a traves de una reflexion ludica basada en varios conceptos esenciales de la reconciliacion en Colombia: las Escuelas de Perdon y Reconciliacion (Espere) representan una propuesta pedagogica que permite a las victimas reencontrarse con su vivencia y sus emociones para resignificarlas gracias a un trabajo individual y colectivo. (8) Las Espere buscan la creacion de condiciones favorables frente a las consecuencias subjetivas que fracturaron al individuo y su tejido social. Ademas, forman parte de una dinamica de promocion de una cultura de paz hacia la reconciliacion social.

Los procesos de las Espere se inscriben hoy en dia en el contexto particular que esta viviendo la sociedad colombiana: la construccion de un futuro basado en las condiciones del posacuerdo favorables a la paz. Por ello, las mujeres victimas tienen derecho a contar sus experiencias emocionales bajo la forma que les conviene mejor. Frente a estos traumatismos causados por el conflicto armado, ?en que medida una propuesta de transformacion de las emociones encamina hacia la reconciliacion en el marco especifico del posacuerdo?

Las reflexiones presentadas en este articulo se realizaron a partir de nuestra colaboracion a las Espere de la Fundacion para la Reconciliacion con dos grupos de participantes victimas del conflicto armado colombiano durante los meses...

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