Cómo se vendió el Plan Colombia
| Autor | John Lindsay-Poland |
| Páginas | 67-85 |
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Cómo se vendió el Plan Colombia
A medida que se desarrollaba la dramática situación en San José de Apar tadó,
las políticas y los eventos binacionales en los años noventa y la siguiente
década moldearon su contexto, incluyendo un mayor compromiso de Estados
Unidos en la guerra contra la guerrilla y los narcotraficantes en Colombia.
Esta escalada en la participación militar estadounidense no era inevitable.
Los actores estadounidenses y colombianos construyeron un compromiso de
miles de millones de dólares como respuesta tanto a los argumentos e intereses
de dichos actores como a la forma en que el conflicto en sí se desarrollaba.
El conflicto armado en Colombia vivió cambios importantes a fines
de los ochenta y principios de los noventa. Las negociaciones con organi-
zaciones guerrilleras entre 1987 y 1991 condujeron a la desmovilización
de algunas guerrillas, a la creación de nuevos partidos políticos y a una
asamblea constituyente. El establecimiento de la Unión Patriótica por las
farc en 1985, obtuvo el apoyo de partidarios y participantes de las farc,
así como de otros activistas y votantes. Sin embargo, los líderes y miembros
de los partidos creados a partir del epl y las farc fueron masacrados siste-
máticamente durante los ochenta y noventa, la mayoría por organizaciones
paramil itares conformadas por narcotra ficantes, terratenientes, oficiales del
ejército y élites políticas.
Como resultado de ello se produjo el fortalecimiento de la militariza-
ción de todos los grupos armados. Los paramilitares y el ejército tomaron
los espacios dejados por la izquierda y las comunidades desplazadas, en
algunos casos con la participación de ex miembros del epl que se volvieron
paramilitares. Sin opciones políticas, las fa rc se consolidaron alrededor de
sus líderes más bélicos.
El entonces presidente César Gaviria (1990-1994), implementó políticas
de neoliberalización estructural de la economía colombiana, privatizando
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Plan Col ombia. Atrocidades, a liados de Estados Uni dos y activismo comuni tario
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entidades públicas, aplicando ajustes estructurales y priorizando el capital
extranjero. La crisis económica generada por estas políticas llevó a gran
parte de la población hacia la economía ilícita e hizo a los líderes políticos
aún más vulnerables a las dema ndas externas de las instituciones financieras
internacionales de Europa y Norteamérica.1
Al mismo tiempo, el final de la Guerra Fría afectó la estrategia reg ional
de Estados Unidos, que buscaba legitimar sus acciones militares en la g uerra
contra las drogas. Las operaciones antinarcóticos en Perú y Bolivia, donde
la mayor parte de la hoja de coca se cultivaba en la década los ochenta, oca-
sionaron el traslado del núcleo del cultivo de coca hacia Colombia, donde
los traficantes tradicionales de drogas, los paramilitares y las guerrillas se
adaptaron y encontraron en dicho cultivo nuevas fuentes de sostenimiento
y expansión.2
Los grupos paramilitares colombianos se consolidaron en abril de
1997 en las Autodefensas Unidas de Colombia (auc). Los paramilitares
obtuvieron apoyo de los narcotraficantes así como del ejército, la policía y
de políticos colombianos junto con las élites terratenientes, especialmente
aquellas impactadas por la agresión guerrillera. Las auc se convertirían en
el mayor violador de derechos humanos en el conflicto armado colombiano
y en el beneficiario de las transferencias masivas de tierras representadas
por el desplazamiento forzado de más de siete millones de personas. Por lo
general, no fueron un receptor directo de la asistencia estadounidense3, pero
como las auc eran aliadas tanto de las fuerzas armadas colombianas como
de algunos líderes civiles apoyados por Estados Unidos, estas se beneficia ron
del proyecto estadounidense en Colombia.
En Estados Unidos, Canadá y Europa, los movimientos de derechos
humanos y la influencia de las ong también crecieron en la década de los
noventa. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos abrió una oficina de monitoreo en Colombia en 1997. El mismo
1 Hylton, Evil Hour in Colombia , 79-82.
2 Tate , Drugs , Thugs, and Diplomats, 20-21, 114.
3 Ver, Ballvé, Teo. “The Dark Side of Plan Colombia,” The Nat ion, 15 de junio de 2009,
para ver ejemplos de cómo la s fuerzas para militares se beneficia ron de la asistencia económica d e
los e.e. u.u. Sin embar go, determinar la intención de Estados Un idos con respecto a los parami-
litares puede ser d ifícil.
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