La vigencia de la Constitución de 1886 y sus reformas - Historia Constitucional - Carlos Holguín Holguín. Escritos - Libros y Revistas - VLEX 43287495

La vigencia de la Constitución de 1886 y sus reformas

AutorTomás Holguín Mora y Paula Torres Holguín
Páginas267-271

Page 267

Con ocasión de inaugurar1 el Salón de la Constitución ha querido el H. Senado de la República, que en unión del ilustre ex Presidente de la República y eminente constitucionalista, doctor Alfonso López Michelsen, lleve la palabra en el homenaje que en esta oportunidad se rinde a la Constitución y a los ilustres hombres de Estado Rafael Núñez y Miguel Antonio Caro, padres de la Carta de 1886, y a los ex Presidentes doctores Alfonso López Pumarejo y Darío Echandía autores principales de la reforma de 1936 cuyos bustos y efigies presiden este recinto.

Con timidez y reticencia debidas a mis escasos méritos he aceptado el honroso encargo de desempeñar tan elevado cometido por la devoción que profeso a la Constitución y a sus autores.

Unidad nacional

Sobra poner de relieve la próxima vigencia centenaria del estatuto de 1886 y los cincuenta años de la reforma de 1936. Porque aquélla ha logrado, con las indispensables modificaciones, unificar en torno a sus normas esenciales, a los partidos, que desde los años iniciales de la primera independencia y a través de las guerras civiles del siglo XIX afrontaron tesis que parecían irreductibles sobre la forma y estructura del Estado y el Gobierno y sobre las relaciones de la Iglesia y el Estado. Hoy nadie discute la necesaria unidad nacional, especialmente en sus aspectos de identidad de legislación en todo el país y en el mando unificado de un solo Ejército Nacional; tampoco, la esencia del régimen presidencial en forma de jerarquía piramidal en cuya cima el Jefe del Estado lo es también del Gobierno yPage 268 de dónde deriva la autoridad político administrativa de la nación. Existe igualmente acuerdo en la existencia de amplias garantías sociales y el respeto a los Derechos Humanos, no en forma absoluta sino condicionada por el interés de la comunidad y el bien común.

Discrepancias

Subsisten opiniones encontradas sobre algunos temas, y en especial sobre la mejor forma de realizar la anhelada descentralización administrativa, propuesta igualmente, por Núñez y Caro, al lado de la centralización política o la discutida elección popular de alcaldes. Pero estas divergencias a nivel individual, ya no dividen a los partidos como tales ni dan lugar a enfrentamientos de carácter político.

Resulta paradójico el entendimiento casi perfecto al que llegaron en materia...

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