110 años viendo cine - 4 de Julio de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 870401204

110 años viendo cine

Una nueva ciencia, ese era el concepto que se tenía del cine cuando los hermanos Lumière en Francia patentaron y probaron ante eminentes sociedades científicas su deslumbrante invento. El cinematógrafo fue objeto de desarrollo y estudio antes de salir a la luz pública; su mérito era el de fotografiar imágenes en movimiento. Louis y Auguste Lumière sabían que la máquina con la que habían filmado el primer cortometraje de la historia -que duraba 46 segundos y retrataba la salida de los obreros de una fábrica en Lyon- iba más allá del tecnicismo: en sus manos había nacido un arte. El séptimo arte. El 28 de diciembre de 1895 fue la primera proyección de un filme en un lugar público de Lyon. Si bien los Lumière fueron los pioneros en exhibir breves metrajes de temas cotidianos, la creatividad artística y fantástica despuntó de la mano de un adelantado para su época: George Méliès. En 1899 rodó una primera película de 10 minutos y en 1902 hizo Viaje a la luna, un prodigio técnico que incluía actores, escenarios, maquetas e imágenes superpuestas. Los avances eran imparables: en Estados Unidos, Edwin S. Porter dirigía The Great Train Robbery (1903), que supuso un avance notable del lenguaje cinematográfico, así como lo logrado por D. W. Griffith en la polémica The Birth of a Nation. Desde su fundación, EL TIEMPO registró noticias acerca del recién nacido arte. En 1912 se anunciaba "el estreno de un magnífico aparato cinematográfico en un magnífico edificio estilo europeo". Era el Gran Salón Olympia, un precioso teatro en el sector de San Diego, en el centro de Bogotá, donde 5.000 personas pudieron ver las primeras proyecciones en el país. Los hermanos Di Doménico fueron abanderados en producción y exhibición -en el Olympia, que era de su propiedad-, donde mostraron la primera película documental, El drama del 15 de octubre, sobre el asesinato del general Rafael Uribe Uribe. María, de 1922, Bajo el cielo antioqueño, de 1925, y Garras de Oro, de 1926, fueron los primeros largometrajes colombianos de ficción. Hasta finales de la década de 1920, las películas fueron silentes. Había música compuesta exclusivamente para el metraje. El cantante de jazz, de 1926, fue la primera cinta que incluyó en su edición final audios grabados en directo en el set y con la que prácticamente se enterró el cine mudo. El sonido cambiaría por completo la perspectiva del lenguaje y la forma de producir filmes. Con el surgimiento del cine, también nacieron miles de oficios...

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