Aproximacion teorico-conceptual de la participacion electoral: una discusion aun abierta. - Núm. 21, Julio 2009 - Revista Desafíos - Libros y Revistas - VLEX 209838067

Aproximacion teorico-conceptual de la participacion electoral: una discusion aun abierta.

AutorFranco-Cuervo, Beatriz
CargoIII. Gobierno y democracia
Páginas77(19)

Resume

Este texto es una invitación a la reflexión sobre la participación política, específicamente sobre una de sus manifestaciones: la participación electoral. La aproximación a este fenómeno, que cada día es más común como instrumento de legitimación de las democracias, reales y formales, se ha querido hacer en un nivel teórico-conceptual con d objetivo de ahondar en las discusiones que se presentan frente al concepto, para poder entenderlo de una mejor manera y, de esta forma, avanzar hada análisis más coherentes y profundos del mismo.

Palabras clave: Participación política, participación electoral, abstención electoral, teoría liberal, teoría republicana.

Abstract

The present text is an invitation to think about political participation, but specifically to one of its manifestation: electoral participation. The study to this phenomenon, that every day is more common to legitimate the democracies, real and formal ones, has been Nade in a theoretical and conceptual level, looking to explain all the conceptual discussions that exist about this concept, with the final objective to understand it, as well as possible, and to be able to make a more coherent and profound analysis.

Key words: Political participation, electoral participation, liberal theory, republican theory, electoral abstention.

Theoretical-conceptual approach in voter turnout: A discussion still open

Introducción

En los Estados modernos, casi todos democráticos por lo menos en su definición empírica, (1) uno de los fenómenos más comunes, repetitivos y discutidos es el de la participación política en todas sus manifestaciones. Hoy por hoy las sociedades democráticas son cada vez más dinámicas e interesadas en los asuntos que le conciernen a ellas mismas, entre otras razones porque existen más medios e instrumentos para influir en la toma de decisiones y de tener acceso a la información pública para convertirse en veedores de la gestión gubernamental y política en todas sus expresiones. Los derechos políticos, en el inmenso panorama democrático, incluyen tanto el voto como otros mecanismos de participación ciudadana. En algunos sistemas políticos estos derechos son más amplios y ejecutables que en otros, pero esto no le resta importancia a que la tendencia mundial esté dirigida a abrir el sendero de la democracia participativa; sin embargo, esa ampliación de derechos y posibilidades ciudadanas sigue estando en la lógica de una participación guiada por la competencia, alejada de los principios de cooperación y solidaridad.

Así, la participación con vocación comunitaria y reciproca sigue siendo un ideal que guía el comportamiento democrático, no una realidad en nuestras sociedades; ejemplos aislados de este comportamiento existen, pero no son el común denominador en la actualidad. La construcción de una mejor sociedad a través de valores como el de la solidaridad y la cooperación son sólo ideas vagas, sin embargo, coyunturas específicas, muchas veces emotivas y sensibles, logran reunir a una comunidad y hacerla participar en la búsqueda de un fin loable, ajeno a intereses específicos (por ejemplo, las manifestaciones a favor de la liberación de los secuestrados y la marcha del 4-F (4 de febrero de 2008) en contra de las FARC, o la del 6 de marzo de 2008 en solidaridad con las víctimas del para-militarismo y crímenes de Estado, entre otras). Por ello es plausible decir que el pragmatismo en las decisiones individuales sigue siendo, aunque no siempre, el motor de la lógica humana; los intereses, la afinidad ideológica y las posibles recompensas siguen imperando en el actuar individual y, por tanto, la participación política se aproxima mucho más a esa lógica de la competencia que a la de la reciprocidad.

De ahí que en las democracias modernas la participación electoral propiamente dicha siga siendo la más importante y masiva de todas. En las elecciones es donde se realiza y se evidencia la participación electoral y por ello es entendible que movilice mucho más a la sociedad, en la medida en que ese método democrático es el encargado de definir quién o quiénes ejercen el poder político y quién o quiénes lo pierden; es el escenario más civilizado que se ha encontrado para realizar el reparto del poder, legitimando la dominación existente en las sociedades.

Ahora bien, si el fenómeno de la participación política, y principalmente el de participación electoral, tienen esa envergadura dentro de las democracias, es importante la conceptualización estricta de lo que significa para poderlo comprender de manera más acertada. Hablar de participación como un todo, sin descomponerla en partes, es un error craso en la academia y en la política, más cuando de ella se desprende, en muchos casos, la salud y la legitimidad misma del régimen que se está evaluando.

Por ello, este artículo buscará reflexionar sobre estos conceptos, participación política y participación electoral, poniendo de manifiesto las discusiones teórico-conceptuales que se presentan en torno a ellos. Así, en primera instancia se abordará el concepto de participación política, explicando sus diferentes enfoques; en una segunda parte se tratará el concepto de la participación estrictamente electoral, exponiendo el porqué de su importancia y presentando las diferentes teorías y enfoques que se han ido edificando en torno a él; luego se dilucidará el tema concerniente a la antípoda de la participación electoral: el abstencionismo, planteando sus evidentes divisiones, así como sus dificultades para catalogarlas en el plano empírico. Por último, se realizará un aparte de reflexiones finales, en donde se dejarán ciertas inquietudes que podrán servir como preguntas de investigación en futuros esfuerzos investigativos en la disciplina.

  1. La participación política: una aproximación teórica

    En el lenguaje político es frecuente confundir la participación política con la participación netamente electoral, por cuenta de la falta de preocupación conceptual que ronda el espectro político de nuestro continente. Así las cosas, se suele decir, luego de finalizado un evento electoral (día de elecciones), que la participación política fue alta o baja, sin detenerse a precisar que se trata de una de las formas o expresiones que se enmarcan dentro de la participación política, en este caso la participación electoral.

    Ahora bien, antes de entrar a hablar de la participación electoral propiamente dicha, es importante detenernos un poco más en lo concerniente a la participación política, como concepto más amplio y general. De esta forma, se puede empezar diciendo que la participación política se manifiesta en dos grandes bloques de acciones que se convierten en enfoques del concepto, uno que busca la reciprocidad y otro que se hace palpable a través de la competición, en el cual entra la participación electoral.

    En el primero, el reciproco, se considera que la participación política es interacción entre los miembros de una comunidad política o sociedad. Esa interacción busca la "justicia", entendida como la distribución correcta de las existencias entre los ciudadanos acorde con los criterios públicos existentes (cfr. Rawls, 1971, pp. 221-228). Lo que se quiere allí, en ese campo de la participación política, no es un beneficio particular, sino más bien el logro del bien común. La justicia, vista desde esta óptica, abre la posibilidad de que el ser humano (hombre o mujer) no se vea a sí mismo como un ser separado de la comunidad que lo rodea, sino interdependiente de la misma, y por tanto, como miembro de esa comunidad política, el individuo aprende a juzgar los asuntos del bien común no bajo el paradigma estrecho del interés particular y privado, sino usando el criterio público que consiste, básicamente, en pensar que su bienestar depende del bienestar colectivo.

    En ese sentido, la participación política es asociada con una forma diferente de hacer política, la cual busca el mantenimiento de la comunidad a través de diversas actividades como el establecimiento de la comunicación pública para la solución de las disputas existentes y la cooperación entre los miembros individuales y grupales pertenecientes a la comunidad en cuestión. Se trata de una visión o enfoque "comunitario" de participación, donde actuar con los otros miembros de la comunidad es un imperativo para promover los propósitos colectivos o compartidos que buscan, finalmente, incrementar el conocimiento político a través de la interacción y coordinación de los asuntos públicos; promover la realización personal y comunitaria; y desarrollar algunas "virtudes"...

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