Hay 5.182 cilindros de gas en vía pública, ¡toda una bomba! - 30 de Septiembre de 2018 - El Tiempo - Noticias - VLEX 741099773

Hay 5.182 cilindros de gas en vía pública, ¡toda una bomba!

ANA MARIA MONTOYA ZORRO - ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO @LacrespaanaLas ventas de alimentos preparados en Bogotá se han convertido en un peligro inminente para los habitantes de la ciudad. El uso de gas licuado de petróleo (GLP) en casetas o puestos de venta improvisados sobre andenes y plazas públicas ha encendido las alarmas de la comunidad ante posibles explosiones y accidentes. El pasado 22 de septiembre, un cilindro de gas explotó en Suba a la altura de la calle 158 con 92. La pipeta estaba dentro de un contenedor que servía como puesto de venta de comidas rápidas. El incidente se produjo por una fuga de gas y dejó 92 viviendas afectadas. La explosión fue a las 6 de la mañana, motivo por el cual no hubo lesionados ni víctimas mortales. Sin embargo, fue la alerta para analizar el peligro que puede estar corriendo la ciudadanía al estar expuesta a este tipo de artefactos en plena vía pública y ante la indiferencia de todos. La situación De acuerdo con el Instituto para la Economía Social (Ipes), actualmente hay 51.825 vendedores informales en toda la ciudad y de ellos, 5.182 se dedica a la venta de alimentos preparados. Esto implica el uso de cilindros de gas en los lugares en que se ubican. Las localidades con mayor presencia de vendedores ambulantes son Santa Fe, con 10.133; Kennedy, con 4.408; San Cristóbal, con 3.558; Los Mártires, con 3.450, y Engativá, con 2.620. Según El Centro de Información de Sustancias Químicas, Emergencias y Medio Ambiente, los cilindros de gas deben estar alejados de cualquier fuente de ignición como cigarrillos encendidos, llamas abiertas o calor intenso; además, deben estar protegidos del sol, del agua, de la humedad y de los ambientes corrosivos, ya que son considerados como un elemento altamente inflamable. Los puestos ambulantes no solo incumplen con estos parámetros sino que, además, ubican las pipetas en zonas muy transitadas. Todo lo anterior hace que cualquiera de los 5.182 cilindros de gas que están en este momento en las calles de Bogotá se conviertan en bombas de tiempo. Según el sargento Édgar Briceño, coordinador del grupo de operaciones especiales del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá, uno de los principales riesgos es la manipulación no adecuada de los cilindros, sumada a las condiciones en que son transportados de un lugar a otro. El movimiento que esto genera hace que el gas propano contenido en estos cilindros se desestabilice y el riesgo de explosión aumente. ¿Qué pasaría...

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