‘ ‘Guacho’ sigue vivo: las balas no le entran, está rezado’ - 21 de Noviembre de 2018 - El Tiempo - Noticias - VLEX 746115565

‘ ‘Guacho’ sigue vivo: las balas no le entran, está rezado’

ESPECIAL PARA EL TIEMPO - ROBERTO PAYÁN - BARBACOAS, NARIÑOCRÓNICA Salud Hernández-MoraLuce una pistola con cachas blancas en la cintura. Es muy joven, viste bermudas y un buzo blanco impecable. "Una requisa", anuncia con voz firme cuando la lancha se detiene en el embarcadero de una vereda. Por sus gestos, se nota que se siente importante, que le gusta su trabajo. Los viajeros -diez mujeres y cuatro hombres maduros- murmuran un "buenos días" y no vuelven a pronunciar palabra. El chico, con ayuda de otro compañero también armado, se sube a la barca y levanta el plástico negro que cubre el equipaje en proa, revisa bien algunos bultos y, al no hallar lo que fuera que busca, ordena seguir la marcha. Más adelante, un grupo de unos cinco hombres, también de civil y con armas cortas, hace gestos desde la margen para que se orille la embarcación. "Una requisa", notifica uno de ellos, de unos 30 años. Repiten la operación de los anteriores, pero en este caso reciben un saludo general aún más imperceptible; flota una tensión temerosa, extraña, dado que es una zona acostumbrada a ese tipo de controles. Los armados acaban enseguida el escrutinio y nos permiten continuar. El tercer control, junto a un paupérrimo caserío, lo establecen dos hombres con fusil. Son más amigables, intercambian saludos con unos pasajeros que los reconocen, miran por encima la carga, pasean la mirada con detenimiento por el bote mientras desembarcan tres mujeres, y se van. En el resto del trayecto por el Patía y su afluente el Telembí, entre Tumaco y Barbacoas, con escala en Satinga para almorzar, no volvemos a dar con hombres del Óliver Sinisterra, de alias Guacho, ni con sus rivales de las Guerrillas Unidas del Pacífico, de alias Alirio. Poco antes de arribar a nuestro destino, atendemos un retén de la Infantería de Marina, el segundo que encontramos en una ruta que demora entre cinco y seis horas. Viajamos por el nuevo reino que estableció alias Guacho, y que incluye el triángulo de selvas y ríos que forman Barbacoas, Magüí Payán y Roberto Payán, en el occidente de Nariño. Este último conecta por trocha con La Guayacana, corregimiento de Tumaco, limítrofe con Llorente, ambos también bajo influencia de ‘Guacho’. Desde las dos poblaciones, atravesando los caudalosos Mira y Mataje, por corredores que siempre han estado en manos de grupos armados, en menos de una hora se alcanza Ecuador. Un reino de geografía que pareciera diseñada para el narcotráfico y acosado por enemigos...

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