E - 30 de Mayo de 2019 - El Tiempo - Noticias - VLEX 787560497

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El soldado profesional Yesid Capera, de 31 años, se movilizaba en su carro en compañía de su familia por una calle del barrio Perdomo, de Ciudad Bolívar, la tarde del pasado jueves 23 de mayo. En un hecho fortuito, chocó con otro vehículo. Los conductores se bajaron de los carros, discutieron y, finalmente, cada uno tomó su rumbo. Sin embargo, la ira, un sentimiento de frustración o quizá un incontenible episodio de estrés que, como explica la médico psiquiatra Daniela Cardona, "puede llevar a alguien a perder el sentido de la razón" motivó al conductor del otro vehículo a ir por un arma de fuego, buscar al soldado Capera, quitarle la vida frente a su familia y de algún modo saciar su sensación de frustración. "No sabemos soportar reveses, asumir que perdemos, y eso es a veces un tema de crianza, cultural; y si miramos objetivamente, la vida es de dificultades, es así en el trabajo, en la vida personal, y tenemos que superar eso y aplicarlo a todo: al trancón, a lo que no nos gusta del Gobierno", analizó Cardona. Pero lo del militar es apenas una de tantas tragedias que ocurren en Bogotá motivadas por la intolerancia. Otro dramático hecho sucedió un día antes de ese homicidio, en el barrio San Cristóbal de Usaquén, cuando un joven de 27 años asesinó de una puñalada a su hermano de 23 porque se le puso una chaqueta. Según expertos como Diego Sánchez Camacho, psicólogo clínico de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, aunque casos como los recién mencionados suelen asociarse a la intolerancia, hay otras variables que deben tenerse en cuenta a la hora de comprenderlos y tratar de prevenirlos. Algunas de esas son la ira y la agresividad. "El agresivo en la ciudad no es un sujeto que extrañamente responde de esa manera, es un sujeto que usa como repertorio continuo la agresión en casa, trabajo, pareja y, luego, en la calle para resolver asuntos que tienen sin duda otros medios de resolución", reflexionó Sánchez. En ese sentido, cuando nos referimos a la intolerancia y la responsabilizamos de algún hecho violento, estamos dejando de lado lo que la origina y que es el verdadero problema. De hecho, para Rodrigo Córdoba, jefe del departamento de Psiquiatría de la Universidad del Rosario, la intolerancia es un síntoma, una conducta que se presenta de acuerdo a la variabilidad de cada individuo. "Es como la fiebre, como el brote del que tiene sarampión o la temperatura que se sube; el intolerante es el reflejo de una circunstancia", opinó Córdoba...

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