‘Uno sale hecho otra persona, acabada de nacer’ - 6 de Noviembre de 2020 - El Tiempo - Noticias - VLEX 851415484

‘Uno sale hecho otra persona, acabada de nacer’

"Desde que estuve de nuevo consciente,

supe que tenía que sacar fuerzas con toda mi alma para poder recuperarme. Esta no es una enfermedad común y corriente".René Pedraza

MédicoMaría paulina ortiz - editora de lecturasLlegó a urgencias de la Clínica del Country en compañía de su hijo. Eso lo recuerda con precisión. De ahí en adelante no tiene claro nada de lo que pasó: hasta cincuenta y cinco días después, cuando logró salir de la unidad de cuidados intensivos. El pasado 29 de marzo, los síntomas de gripa que venía sintiendo el médico René Pedraza empeoraron. Hasta ese momento solo había tenido un poco de malestar, algo de tos y cuando se tomaba la temperatura, el termómetro nunca marcaba fiebre. Su hijo, René Alejandro, también médico, lo monitoreaba a diario sin notar algo más que un decaimiento. No había señales de que se estuviera agravando. Pero una noche, en cuestión de horas, todo cambió. Pedraza empezó a sentirse ahogado. Le costaba respirar. "Pensé que se me moría ahí, en la casa, en mis narices", recuerda su hijo, que al verlo en ese estado de inmediato lo llevó a la clínica. El nuevo coronavirus había llegado al país pocas semanas atrás -o por lo menos la información de los casos conocidos- y había que tener abierta la posibilidad de que se tratara de covid-19. "Me cuentan que al llegar a la clínica, en urgencias, contesté bien las preguntas que me hicieron, pero yo no me acuerdo de nada", dice Pedraza. Hoy está en su casa, tratando, día a día, de volver a ser el que era antes de su paso por la UCI. "Porque uno sale hecho otra persona, acabada de nacer". René Pedraza es médico desde hace cuarenta y tres años. Primero estudió odontología. Su área de especialización es la otorrinolaringología y la cirugía maxilofacial, y en ese campo trabaja en el Hospital San José y en la Fundación Santa Fe de Bogotá. Estuvo atendiendo pacientes en su consultorio hasta marzo, cuando la cuarentena empezó en el país. Las cirugías que tenía programadas quedaron canceladas y él se resguardó en su casa. Por supuesto, desde finales del año pasado, había oído sobre el nuevo virus, pero no creyó que fuera a extenderse tan rápido por el mundo. Tenía claro que se sabía poco de él, excepto que era un virus muy agresivo, muy contagioso, y que los tratamientos hasta entonces -y casi todavía- eran como palos de ciego. Durante esas primeras semanas de cuarentena, su esposa y su hija tuvieron una gripa fuerte. Él fue el único en casa que no se sintió mal. Poco...

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