‘La balada - 9 de Mayo de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 866631040

‘La balada

de Rocky Rontal’1. Digamos que te llamas Adrano Rontal, pero te dicen Rocky. Digamos que eres un chico pobre creciendo en una ciudad pobre en la región pobre de un país muy rico. El más rico del mundo, o eso te han contado. Digamos que no hay evidencia de eso, ninguna, al menos que tú hayas visto. Tienes cinco hermanos y una hermana pequeña. No eres el mayor pero sí el más valiente. Valiente, aunque seas pequeño. Valiente, hasta cuando no deberías serlo. Digamos que el cheque de asistencia social llega el primero y el quince de cada mes. Tu padre se lleva la primera tajada. Para el whisky. Nadie lo ve hasta el anochecer... Y entonces, no son tus hermanos mayores quienes protegen a tu mamá. No son ellos, eres tú. Digamos que te visten con capas y capas de ropa, suéteres extra, camisas de manga larga, chaquetas: una armadura ad hoc, tan rígida que a duras penas puedes mover los brazos. Y tu padre te golpea con una macana, como las que usan los policías. Y aun así no te acobardas. La vida tiene una manera de castigar a los chicos valientes como tú. La vida suele hacer que los chicos valientes como tú se castiguen a sí mismos. Particularmente aquí. Donde vives. Eso ya lo sabes. Una noche tu padre se deja llevar. Te encierra en el clóset, y tu madre pasa la noche durmiendo de espaldas a la puerta, para protegerte. En la mañana, hurta las llaves del bolsillo de tu padre. Digamos que abre el clóset. Y estás bañado en sangre. Y entonces lo echa. Un acto de valentía no menor para una mujer con poca educación y expectativas, que de pronto se ve sola, con seis hijos que alimentar. No lo sabes todavía, pero estás lleno de culpa. Lleno de odio. En cosa de un año, tus hermanos mayores están en la prisión de menores, California Youth Authority. Ahora tienes diez años. Ahora eres el hombre de la casa. Digamos que un día una trabajadora social va a verificar cómo están tú y tus hermanos. No hay comida en la despensa. Te sientes humillado. Te mandan a ti y a tu hermana menor y también a tus hermanos más chicos al refugio para niños. Te escapas esa misma noche, te vas a casa, pero es tu madre la que te convence, con lágrimas en los ojos, de que regreses al refugio. ¿No quieres estar con tus hermanos y hermanas? Sí, jefita. Así que pasas ahí tres meses, en un hogar de menores, frente a una clínica de metadona. Reconoces a los yonquis cuando aparecen, los conociste en el barrio. Oye, Rocky, dicen, ¿cuándo te van a soltar? Te prometes a ti mismo que nunca...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR