Mi vecino ‘Santrich’ - 27 de Junio de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 869835454

Mi vecino ‘Santrich’

Tenemos la tendencia de juzgar el hoy con ojos y mente del ayer. Con criterio proclive tomamos el pasado como punto de referencia: "En mis tiempos todo era mejor", solemos decir los viejos, pretendiendo ignorar los avances de la modernidad. Seguramente así ha ocurrido en todas las épocas de la humanidad. El poeta español Jorge Manrique (1440-1478), en su conocido poema Coplas a la muerte de su padre, decía: "...cómo, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor". Nos cuesta trabajo aceptar lo nuevo, y por eso echamos de menos los años lejanos, las costumbres idas. Permanecer anclados en el ayer es una manera de querer evitar que el tiempo nos empuje hacia adelante, hacia el final de la vida. Quizás esto explique también la sensación de que en nuestra juventud las horas corrían lentas y en nuestra madurez y vejez lo hacen de manera vertiginosa. El filósofo rumano E. Cioran afirmó que no importaba acumular años si la memoria y la curiosidad se conservan. Yo soy uno de esos afortunados. Con frecuencia rememoro mi pasado y me lleno de nostalgia cuando curioseo episodios gratos, que me proporcionaron fruición, como aquellos de la niñez y juventud, de la vida de barrio... El policía de la cuadra conocía bien la gallada, constituyéndose en vigilante y protector amigo a la vez. Todos los vecinos eran conocidos; aún más, eran amigos, casi que miembros de la familia. Se sabía que estaban listos a prestarnos ayuda cuando fuera necesario. Después de haber jugado en la calle, íbamos a la tienda de la esquina para comer algo e hidratarnos. No pagábamos, pues el tendero conocía a cada uno de nosotros y apuntaba el consumo, que era pagado al final de mes por nuestros respectivos padres. Todo eso quedó atrás, pasó a la historia. He ahí lo pesaroso. La sociabilidad, tanto de los jóvenes como de los adultos, es cosa anacrónica. En el sector donde resido desde hace cincuenta años alcanzamos a disfrutar la mutua relación de sus habitantes, hasta cuando se impuso la moda de...

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