Sobre el Estado
Páginas | 29-53 |
II
S E
1. NACIMIENTO DEL ESTADO
Al principio, como dice en la biblia, era el caos. Unas poblaciones
errantes, que se asentaban brevemente en un territorio, itinerantes,
que se desplazaban de un lado a otro, sin límites, sin fronteras, en
busca de sustento, de abrigo, pensando sólo en la supervivencia del
grupo. Vino luego la tendencia a asentarse en porciones del territorio,
a cultivar un terreno, la agricultura dio paso a poblados estables. Sus
poblados. A veces guerreaban, a veces comerciaban o intercambiaban
bienes, hombres, mujeres, riquezas. Luego crecieron las ciudades, se
amurallaron, para la defensa especialmente, y se establecieron grupos
regulares para el orden y la autoridad.
Con el tiempo surgieron imperios, dominios, monarquías y
reinados, y un solo hombre o mujer ostentaba la autoridad, el poder,
la decisión sobre vidas y destinos de sus pueblos. Nada se oponía a
sus designios. Las armas estaban a su servicio. En ocasiones, una
iglesia avalaba su condición. Se procuró su atribución a una fuente
divina, las potencias celestiales eran sus aliadas, sus benefactoras,
las que daban razón de su existencia. El poder lo utilizaban para
doblegar voluntades, sometían los opositores, dictaban leyes y normas,
sancionaban, imponían prisión a los reacios, la horca y la muerte
para los rebeldes, cobraban impuestos para sus arcas, sometían a
otros pueblos.
Los pensadores empezaron a oponerse a esa autoridad. Discutieron
su origen. No encontraron razón, y menos autoridad humana o divina
que diera fundamento a dicho poder. Se cuestionó que las decisiones
descansaran en manos de quienes las imponían despóticamente.
30
religiosa para el orden terrenal dio paso a la racionalidad y surgió el
fundamento de instituciones diseñadas y organizadas por el pueblo.
resolver adecuadamente.
Sostuvieron que la fuente y origen del poder, base de la
organización de la sociedad, no podía ser otra que el pueblo. Por ese
base y el sustento del poder y de la autoridad de los gobernantes. Las
malas experiencias pasadas, donde el gobernante hacía lo que se le
antojaba, sin ninguna limitación o control, fue punto de partida para
la organización de un nuevo poder que no estuviera concentrado en
unas pocas manos.
No se aceptó la idea de una sola autoridad, omnímoda y absoluta.
A cambio de ello se habló de una autoridad dividida, repartida entre
organización y la constitución del Estado, que es el modelo que rige
actualmente. Para lograr que sea la población la que escoja el tipo de
poder que quiere que impere y para elegir a sus gobernantes, se recurre
a la noción de ciudadanía, que es la que habilita a las personas para
participar e intervenir, lo que hacen por medio del voto o sufragio, lo
que trae como resultado la elección de los gobernantes. A través de
estos mecanismos se organiza, consagra y distribuye el poder entre
varias autoridades.
La teoría sostiene que son necesarios mayores controles al poder,
porque la autoridad siempre tiende a abusar de él. La experiencia y
las evidencias permiten comprobar que la concentración del poder
conduce a la arbitrariedad. Un medio de frenarlo es dividiéndolo
y repartiéndolo en mayor medida. Acorde con esto, se procuran
medios de ejercer una vigilancia más estrecha y oportuna sobre él,
y para impedir que se emplee o se intente utilizar desatendiendo los
propósitos previstos.
Si bien, antes el rey o el monarca se coronaba por la fuerza de
las armas, de la argucia, de la trampa, doblegando a sus oponentes
o favoreciéndolos para atraerlos, ahora se trata de un sistema más
elaborado, pero siguen imperando las maquinarias, los factores de
poder, la riqueza, los intereses de sectores o grupos. El engaño radica
en que se hace creer a la población que vota en pro de sus intereses,
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba