Los 95 años con la Sonora Matancera - 19 de Octubre de 2019 - El Tiempo - Noticias - VLEX 819692761

Los 95 años con la Sonora Matancera

En plena actividad en Las Vegas, Nevada (Estados Unidos), la Sonora Matancera está celebrando este año su 95.º aniversario de existencia y sigue tan campante. Cuando se pensaba que iba a desaparecer, a raíz del fallecimiento de su director Rogelio Martínez en el año 2001, sus herederos resolvieron continuar con ella, y escogieron la ciudad que nunca duerme como su sede permanente. Según Guinness, es la orquesta más antigua del planeta, y la que congregó el mayor número de asistentes a un concierto, que se celebró a cielo abierto, en Santa Cruz de Tenerife en 1987. La Sonora Matancera constituye un caso único de vigencia musical en el mundo, según el criterio de historiadores como Héctor Ramírez Bedoya, José Portaccio Fontalvo y el novelista Umberto Valverde. Ellos recogen en sus obras la trayectoria de este elenco de solo nueve integrantes, que se convirtió en un ícono de la cultura popular sin fecha de vencimiento a la vista. Según ellos, se fundó el 12 de enero de 1924, en Matanzas (Cuba), por iniciativa de Valentín Cané, que tocaba el tres, en la propia sala de su casa, con el nombre de Tuna Liberal. En 1927, la agrupación viajó a La Habana, con dos cantantes más, Carlos Díaz Caíto y Rogelio Martínez, pescador y cocinero de profesión, respectivamente. Allí, debutaron en el teatro Alhambra y grabaron sus primeros acetatos en 78 r. p. m. con la RCA Víctor. En 1929 ingresó José Rosario Chávez ‘Manteca’ por Manuel Sánchez, ‘Jimagua’ (timbalitos). En 1935, Calixto Leicea reemplazó a Ismael Goberna. En 1937, Miguel Ángel Furias, ‘Yiyo’, se hizo cargo de la tumbadora. Bienvenido Granda se vinculó a sus filas en 1942, para convertirse en el crooner de planta de la orquesta y en el cantante que más grabó con ella, y, en 1944, se completó esta nómina fantástica con la llegada de Lino Frías, en el piano, y Pedro Knight, en la segunda trompeta. La llegada de Daniel Sus sucesos más memorables en esa época fueron: el providencial encuentro con Daniel Santos, que les trajo la prosperidad económica en 1948, que les significó ganar en una semana lo que antes recibían en seis meses. "La Sonora era un conjunto musical con un estilo distinto, pero le faltaba un cantante que encajara con su música", le confesó el ‘Inquieto Anacobero’ a Umberto Valverde, en una entrevista, que recogió en su libro La memoria de la Sonora Matancera (1997). Y, por último, llegó la inigualable Celia Cruz en 1950, la guarachera de Cuba, la de mostrar tanto en la isla como en el...

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