‘Fabri’ Meriño, la acordeonera olvidada de la historia vallenata - 22 de Octubre de 2023 - El Tiempo - Noticias - VLEX 950179194

‘Fabri’ Meriño, la acordeonera olvidada de la historia vallenata

liliana martínez polo - REDACCION DE CULTURA - @LilangmartinUn marconi, como les decían a los telegramas, fue la última comunicación que los hermanos Meriño (Agustín, Osmel y José Manuel) tuvieron con su hermana Fabriciana, antes del accidente de tránsito en el que ella perdió la vida, en noviembre de 1971. Les decía que había conseguido el apoyo de Aníbal Velásquez para grabar un disco de ellos, de su familia, en Barranquilla. Los instaba a viajar a esa ciudad, en uno de los camiones de gaseosa de la época. Los Meriño le hicieron caso y tomaron rumbo. La seguían en todo, incluso cuando se los llevó a Venezuela sin tener certeza o idea de cómo iban a sostenerse en el país vecino. Hablamos de Fabriciana ‘Fabri’ Meriño Manjarrez, nacida el 21 de mayo de 1952. Una jovencita que pasó a la historia del vallenato cuando, con tan solo 16 años, semanas antes de que el mundo se sacudiera con la revolución estudiantil de Mayo del 68, se subió a competir en el primer Festival de la Leyenda Vallenata. Fue muy osada desde que decidió ser acordeonera. El oficio de juglar del acordeón en el Caribe de la época era para los hombres, que iban de pueblo en pueblo, amenizando parrandas y fiestas de galleras, rivalizando entre ellos por el que cantara el mejor verso en cada parada. Al nacer la competencia máxima del vallenato en Valledupar, en 1968, el público esperaba ver competir a un Alejo Durán, a un Luis Enrique Martínez, al Viejo Emiliano Zuleta Baquero -autor de La gota fría- y a otros maestros. Pero no a una niña de 16 años que nadie conocía. Fabriciana nació en El Molino, que entonces era corregimiento de Villanueva Grande (La Guajira). Su historia empezó a interesarle al investigador villanuevero Juan Celedón -de los Celedón, una dinastía de cantantes, con Daniel y Jorge- el día en el que al revisar recortes de periódicos antiguos vio una foto de ‘Fabri’ con un acordeón en los brazos. Cansado de que la historia de Villanueva Grande, su pueblo (que en otra época era un solo municipio junto con El Molino, Urumita, La Jagua del Pedregal y El Plan), permaneciera oculta, Celedón llevaba años dedicado a documentar y escribir la memoria de esas tierras y de su gente. Hacía el inventario de los cerca de 70 músicos nacidos en la zona hasta la década de los 80. Fabriciana era molinera; es decir, en esos tiempos, también era villanuevera (faltaban décadas para que El Molino se convirtiera en municipio independiente). Clasificaba en la investigación que Celedón...

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