La abstención - 5 de Octubre de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 650270185

La abstención

¿Desencanto ciudadano?

A tres días del sorpresivo triunfo del No sobre el Sí en el plebiscito que buscaba ‘blindar’ con el apoyo popular los acuerdos de La Habana para así poner en marcha varias medidas encaminadas a desarmar a las Farc, se han conocido toda clase de interpretaciones: Que lo que había era una especie de No silencioso por debajo del radar de las encuestas. Que estas, como en otras ocasiones, no se hicieron de manera acertada, objetiva, concisa ni con el rigor debido. Que los colombianos, así fuera por estrecho margen, le dieron la espalda a un Presidente que se ha jugado todo su capital político para conseguir una esquiva paz que sus antecesores no lograron concretar. Que los votantes no leyeron o no entendieron las farragosas 297 páginas de los acuerdos. Que en la gente calaron muchas de las mentiras de los opositores del proceso. Que pesó más el odio hacia las Farc que la búsqueda de la reconciliación, que impediría, precisamente, más víctimas en el futuro. Que fueron más efectistas los argumentos del No que los del Sí. Que hubo exceso de triunfalismo en los miembros de la Unidad Nacional... Y muchas más, razonables o delirantes, sensatas o falaces, respetables o cursis. A mí, en cambio, lo que más me sorprendió fue la abstención, que mina de raíz el sistema democrático. Es cierto que en unos casos, como cuando se trata de elegir personas, la participación popular tradicionalmente no es muy alta. Pero que también lo sea cuando se trata de definir si se empieza a desarrollar un proceso de paz es muy preocupante. El único antecedente comparable es el del plebiscito de 1957, que puso fin a la violencia liberal-conservadora con su secuela de 300.000 muertos y muchísimos desplazados. En esa época, y en un país con un alto índice de analfabetismo, la abstención no superó el 15 por ciento. El domingo pasado solo participó el 36 por ciento de los colombianos, que quedaron divididos por mitades, representativa cada una del 18 por ciento del censo electoral. Y de esos doce millones en una votación tan sencilla como decir sí o no, hubo más de 150.000 votos nulos, 3 veces la diferencia que le dio el triunfo al No. Resulta paradójico que a pesar de todo el empeño de los constituyentes de 1991, para pasar de la democracia representativa a la democracia participativa, en estos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR