Acta de comisión 25 del 02 de mayo de 2000
ACTA DE COMISIÓN 25 DEL 02 DE MAYO DE 2000
(mayo 2)
Siendo las 10:00a.m., del 2 de mayo de 2000, previa convocatoria se reunieron los honorables Senadores para sesionar.
El señor Presidente doctor Antonio Guerra De la Espriella, declara abierta la sesión.
El señor Secretario procede con el llamado a lista, contestando los honorables Senadores:
Antonio Guerra De la Espriella
Enrique Gómez Hurtado
Francisco Murgueitio Restrepo
Helgidio Ramírez Jaramillo
Javier Cáceres Leal
Jimmy Chamorro Cruz
Jorge Iván Salazar Palacios
Juan Gabriel Uribe Vegalara
Luis Eladio Pérez Bonilla
Marceliano Jamioy Muchavisoy
Con excusa dejan de asistir los honorables Senadores:
Eladio Mosquera Borja
Martha Catalina Daniels Guzmán
Rafael Orduz Medina.
El señor Secretario informa a la Presidencia que hay quórum para deliberar y decidir.
ORDEN DEL DIA
I Llamado a lista
II
Citación al doctor Juan Hernández Celis, Secretario General de la Presidencia de la República, según Proposición número 01 presentada por el honorable Senador Javier Cáceres Leal.
III Proposiciones y varios
El señor Presidente, doctor Antonio Guerra de la Espriella somete a consideración el Orden del Día. ¿Lo aprueba la Comisión? Ha sido aprobado.
Como quiera que en el Orden del Día que justamente se acaba de aprobar, se tiene fundamentalmente un punto principal que es la citación al Secretario General de la Presidencia de la República, el doctor Juan Hernández Celis. Para el desarrollo de este debate me voy a permitir comentarles cómo lo haremos en los próximos minutos. Inicialmente tendrá el uso de la palabra el Senador citante, el Senador Javier Cáceres Leal, posteriormente tendremos la intervención del Secretario General de la Presidencia, el doctor Juan Hernández Celis y a continuación interven-drán los Senadores y Representantes que tengan a bien solicitar el uso de la palabra y previamente se hayan inscrito ante la mesa directiva.
Desde ya ahora quiero informarles que las intervenciones de los congresistas presentes, diferentes a la del Senador citante serán o deben ser concretas, breves y precisas y desde luego de las intervenciones tanto del Senador citante como del funcionario citado si así lo tienen a bien ellos, podrán presentarse interpelaciones con la venia de la presidencia, pero única y exclusivamente para ceñirse a lo que dice el reglamento en torno a las interpelaciones.
Les repito, quien quiera de los honorables congresistas asistentes, intervenir posterior a las dos personas comentadas, debe registrarse ante la mesa directiva. En consecuencia le concedo el uso de la palabra al Senador citante Javier Cáceres.
Toma la palabra el honorable Senador Miguel Pinedo:
Para informarle señor Presidente con mucho respeto que en la medida en que crea conveniente intervenir, le solicitaré el favor a la presidencia que me permita el uso de la palabra; no tengo necesidad de inscribirme previamente, sino que cuál va a ser el tema referido y naturalmente debo esperar para ver si debo o no hacerlo.
Toma la palabra el señor Presidente de la Comisión, doctor Antonio Guerra De la Espriella:
Con mucho gusto señor Presidente del Congreso, acabo de decir justamente que si durante las intervenciones del Senador citante o del funcionario citado, alguno de los congresistas presentes quiera interpelar o serán ellos quienes otorguen dichas interpelaciones con la venia de la presidencia. De manera que quienes quieran intervenir, deben inscribirse ante la mesa directiva a efectos de guardar un orden para el buen suceso de este debate.
Toma la palabra el honorable Senador Miguel Pinedo Vidal:
Sí le oí previamente, por eso hice la aclaración pertinente. Muchas gracias.
Toma la palabra el honorable Senador Javier Cáceres Leal:
Señor Presidente, doctor Juan Hernández Celis, Jaime Arrubla, doctor Meza, honorables congresistas. Sea lo primero expresar desde este sagrado recinto de la democracia el hecho de que en el ejercicio del control político que me asiste como congresista de la república, he preparado el debate que vamos a desarrollar en las siguientes horas. Que no me asiste doctor Hernández ningún interés malsano ni mezquino, de esos que hacen del ser humano una podredumbre. Me asiste simplemente el hecho de que considero encontrar algunas irregularidades de tipo legal y moral, que las analicé, las investigué y que me llevaron a presentar la proposición que usted y el país conocen.
No se puede afirmar que el senador Cáceres es el representante del Congreso y menos para hacerle la guerra al gobierno que ayudó a elegir; pero en el pacto para ayudar a elegir a este gobierno no está el de tapar las cosas malas cuando se hagan, como tampoco está el de negarme a apoyar las cosas que realmente vayan en beneficio del país.
Es mentira según su declaración, que esto sea por el Referéndum, como lo demostraré en mí segunda intervención, obedece esta investigación a un tiempo anterior a la decisión que he considerado brillante y oportuna del señor Presidente de la República de acudir al origen de la democracia, de acudir al pueblo para pedirle su concepto sobre el Congreso y yo que toda la vida doctor Hernández, no he sido nombrado, sino elegido, acepto esos abatares de la democracia, porque considero que cuando buscamos el origen de la fuente primaria de la democracia, estamos consultando los más altos y caros intereses que a la comunidad van a beneficiar. Entonces que no se siga diciendo, ni se sigan escudando detrás del Referéndum para evadir citaciones o para evadir críticas que se le hacen a los funcionarios del actual gobierno.
En materia de paz el Presidente de la República por parte de este Senador, tiene todas las llaves para jugarse la paz de los colombianos, lo estaremos respaldando, lo estaremos apoyando en el Referéndum y en la revocatoria lo mismo, incluso, fuimos más allá, pensamos también en hacer el Referéndum popular y fue así como el doctor Jimmy Chamorro y quien les habla, inscribió el primer Referéndum popular, y óigase bien, con más de 400.000 firmas, mientras que el gobierno aproximadamente presentó 200.000. Entonces sí tenemos el interés de trabajar con el gobierno en las cosas que a este país le interesen.
Otra precisión que quiero hacer sobre sus declaraciones doctor Hernández, es que siempre usted ha mencionado al general Serrano, no tengo nada contra el General Serrano. El general Serrano representa para los colombianos ese poquito de agua en el desierto; el general Serrano es la ventana por donde el mundo se asoma a ver el país y si a alguien hay que mostrar en este país como colombiano es al general Serrano. Pero no podemos tratar de involucrar al general Serrano en unas actuaciones que no dependen ni siquiera de él, porque él está dedicado a los grandes problemas relacionados con la inseguridad del país, al narcotráfico, qué va a tener que ver el general Serrano con la compra de unos uniformes, por Dios.
Entonces vamos a olvidarnos del general Serrano, vamos a hacer el debate con las pruebas que tengo y con la lógica defensa que estoy seguro usted tendrá y muy bien argumentada; porque viene un mayor equipo de trabajo para hacerla y hoy me complace ver la solidaridad de los otros Secretarios de la Presidencia de la República, está aquí el gobierno, es el estamento el que está presente y eso a mí me complace, se llama unidad de cuerpo. Llegué a este debate porque alguna vez, y no se vayan a reír que es verdad, observé un escolta del DAS con un pantalón, una pierna más larga y la otra más corta y con ese sentido costeño le pregunté que si lo había tomado el desarrollo en la calle, se había crecido después de haber salido de su casa.
Y el hombre me refirió el cuento, me dijo, en el DAS se hizo una licitación y se la ganó la esposa de uno de los duros del gobierno, no me dijo el nombre ni me dijo la firma y esa licitación ha traído esta serie de problemas que hoy en uno de los diarios los reconoce el director del DAS y dice, que ha sido producto de que cuando se fueron a repartir, al Senador Murgueitio le dieron el saco y el pantalón del Senador Cáceres y lógicamente le quedó chiquito y al señor Cáceres le dieron el pantalón y el saco del senador Murgueitio y lógicamente me quedó grande.
Entonces eso me llevó a mí a iniciar esta investigación, primero tenía que buscar el nombre de la firma, el nombre del contrato, no fue fácil, no ha sido fácil. No llegué aquí ni siquiera por los contratos de la Policía a esta investigación, yo llegué por el Contrato 024 del Das. Empecé a averiguar qué contratación había, más o menos me ubiqué en el mes y conseguí las firmas que habían participado, fui a la Cámara de Comercio y ahí encontré los registros comerciales de estas empresas y entonces me di a la tarea de descubrir quién era la mujer del doctor Juan Hernández, y la señora del doctor Juan Hernández se firma Lucía y ella se llama Julia Lucía. Entonces toda esta serie de circunstancias son para mostrarle a ustedes que no fue una investigación de unos días atrás, sino una investigación que venía haciendo, como lo mostraré con documentos más adelante.
Lo primero que hice fue estudiar la historia de la Empresa Acertar, de la cual el doctor Juan Hernández ha dicho en público que tiene más de 30 años de estar contratando con el Estado; la empresa como Acertar no; que los mismos dueños de Acertar hayan tenido otra empresa que contrate con el Estado es posible. La empresa Acertar nace en 1981, la forman los esposos Pardo Sabogal, ese mismo año Acertar Ltda., pasa a ser por escritura pública número 2176 de 1981, pasa a ser sociedad en comandita simple; en 1984 el doctor Juan Hernández compra el 50% de estas acciones, se las compra a su suegro señor Pardo.
El señor Hernández ahí en 1984 renuncia a la gerencia de Acertar el señor Pardo y con la presencia allá en la sociedad el doctor Juan Hernández, su mujer comienza a ser gerente de Acertar. En 1985 el doctor Juan Hernández le vende el 50% de sus acciones a su mujer y a su cuñada, Martha Emilia Pardo Sabogal. En 1995...
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