Aguas indomables: vulnerabilidad y transformaciones hidrosociales en el sur del departamento del Atlántico
| Autor | Alejandro Camargo |
| Páginas | 145-168 |
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Aguas indomables: vulnerabilidad y
transformaciones hidrosociales en
el sur del departamento del Atlántico*
A C
L son uno de los fenómenos más repre-
sentativos de las transformaciones climática s extremas a escala planetaria . De
hecho, algunos estudios a rman que el calentamiento global llevará consigo
un aumento en las probabilidades de inundación en muchas partes del mundo.
En Colombia, estas ideas adquirieron fuerza a partir de , cuando lluvias
torrenciales asociadas a la intensicación globa l del fenómeno de La Niña cau-
saron lo que el presidente Juan Manuel Santos denominó “la peor tragedia de
nuestra historia”. Más de un de los municipios del país se vieron afectados
* Para citar este capítulo: http://dx.doi.org/./.. Este capítulo está basado en la tesis
de Doctorado en Geografía de titulada “Disastrous Waters, Renascent Lands: Politics and
Agrarian Transformations in Post-disaster Colombia”, dirigida por Tom Perreault en la Universidad
de Syracuse. Mi interés en el lugar del agua en las transformaciones agrarias tiene un antecedente
importante en mis estudios de maestría en Geografía en la Universidad de los Andes, donde estudié
los conictos por la propiedad en terrenos de humedal en el Caribe colombiano bajo la dirección
de Shawn Van Ausdal.
Markus G. Donat, Andrew L. Lowry, Lisa V. Alexander, Paul A. O’Gorman y Nicola Maher,
“More extreme precipitation in the world’s dry and wet regions”, Nature Climate Change ,
(): -; Seung-Ki Min, Xuebin Zhang, Francis W. Zwiers y Gabriele C. Hegerl, “Human
contribution to more-intense precipitation extremes”, Nature , (): -.
“Catástrofe invernal desbordó la capacidad del Estado: Santos”, El Colombiano, de abril de
, http://www.elcolombiano.com/historico/catastrofe_invernal_desbordo_la_capacidad_del_
estado_santos-EFEC_.
Fragmentos de historia ambiental colombiana
de forma directa e indirec ta; miles de familias ca mpesinas perdieron sus culti-
vos, animales domésticos y ca sas, y muchas de las infraestruc turas de servicios
públicos colapsaron. Para el presidente Santos, esta catástrofe fue una conse-
cuencia del cambio climático global y por lo tanto la forma de atenderla fue
mediante la creación de programas de adaptación.
El sur del departamento del Atlántico en el norte de Colombia fue una de
las regiones más afectadas por este fenómeno. La magnitud del des astre en esta
zona tuvo que ver no solo con la intensicación de las lluvias, sino también con
la ruptura de un cana l conocido como el canal del Dique el de noviembre de
. Un mes después, cuando la ruptura fue reparada, cerca de millones
de m de agua estaban aún represados en las tierras de esta región. Mientras
tanto, cientos de personas desplazadas de sus hogares y despojadas de sus medios
de subsistencia buscaban algu na alternativa para sobrevivir en medio del des as-
tre. A primera vista, la v ulnerabilidad de estas personas, así como la degrada-
ción de su entorno, parecían una consecuencia incuestionable de las fuerzas
climáticas globales . Esta presunción fue evidente en el uso de la adaptación al
cambio climático como estrategia estatal para reducir la vulnerabilidad de la
gente a futuras inundaciones. Sin embargo, una mi rada a la historia del sur del
Atlántico permite comprender que ni la vulnerabilidad, ni las inundaciones,
ni la crisis social, económica y a mbiental asociada a ellas se explican exclusiva-
mente con la aceleración del cambio climático global.
Este capítulo anali za los procesos históricos que subyacen a la condición de
vulnerabilidad s ocioambiental en el sur del Atlántico. Mi argumento principal
es que el desastre de no fue un evento excepcional sino un episodio reciente
de una historia más amplia de tra nsformaciones de las relaciones entre la gente
y el agua en el marco de los ideales globales de des arrollo económico. Desde la
década de , instituciones estatales apoyadas eventualmente por el Banco
Mundial vieron en el control y manejo del agua un requisito para el progreso
agrario de la región. Sin embargo, la pretensión de controlar las agu as del sur del
Atlántico nunca fue del todo exitosa. I nundaciones recurrentes, fallas infraes-
tructura les y falta de recursos económicos desestabiliza ron progresivamente los
intentos de domesticar el agua. Hacia na les de la década de , el deciente
manejo y control hídrico se sumó a problemas de mercadeo y administr ación
de la agricultura y c omo consecuencia de ello el proyecto estatal de desar rollo
económico agrario fraca só. En su lugar, el desempleo, el deterioro y abandono de
infraestr ucturas hídricas y ag rícolas y la precariedad de la agricultu ra y la gana-
dería conguraron en el tiempo un esc enario de vulnerabilidad socioa mbiental.
Andrés Sánchez, “Después de la inundación”, Coyuntura Económica , (): -.
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