Más allá del próximo alcalde - 25 de Octubre de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 585430818

Más allá del próximo alcalde

María Isabel Rueda

Las próximas elecciones presidenciales en Colombia son en tres años. Lo cual suena lejísimos, pero está ahí a la vuelta. Para entonces, la izquierda colombiana tendrá una posibilidad real, la primera, de llegar al poder y de manejar el país. La razón de que no lo haya hecho antes y de que Colombia, a diferencia de muchos otros vecinos, salvo en lo local, no haya ensayado aún un gobierno presidencial de izquierda se debe a la existencia de las Farc. El gobierno más cercano que hemos tenido a esa onda ha sido el de Belisario Betancur. ¡O por lo menos eso decían los enemigos de la paz de la época! (¡ja, ja!). Ya para el 2018 –si Dios y ‘Timochenko’ quieren– se habrá firmado la paz y en el imaginario colectivo colombiano, por fin, podría desvanecerse la asociación izquierda-guerrilla, que incluso ocasionó la tragedia histórica del genocidio de la UP. Pero que se acaben las Farc no es el único motivo por el cual la izquierda colombiana se liberaría de sus históricos grilletes electorales. La crisis de los partidos tradicionales le está abriendo también un ancho camino. En Colombia se acabaron los partidos. A la clase política se la comieron la corrupción y el clientelismo. No hay sino que levantar la alfombra de estas elecciones y mirar por debajo. El resultado más probable de la jornada de hoy es que al Partido Liberal le vaya tan mal como al Conservador, que ‘la U’ (un parche) conserve unas mayorías coyunturales, que el uribismo se lleve (y no mucho más) el trofeo en Medellín; Cambio Radical podría dar una sorpresa, pero el ganador en la mayoría de municipios del país serán unas coaliciones variopintas y ‘enmermeladas’; por lo tanto, el espacio quedará abierto para unas novedades políticas inimaginables, que aún no hemos visto asomar en el escenario. Una de las más probables será la de una izquierda democrática, con muchas posibilidades en las próximas presidenciales. Una izquierda cuyas gamas no solo oscilarán entre el extremo radical y el estilo moderado, sino, lo más delicado, entre una izquierda responsable y una populista. Una izquierda populista como la que ha practicado el Alcalde que ha tenido Bogotá estos 4 años, y que ojalá nunca llegue a gobernar el país. Con los subsidios, los contratos y las milicias que se han construido alrededor de esos repartos. El ejemplo perfecto de todo eso es la Empresa de Acueducto de Bogotá. En estos...

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