Altas temperaturas y depredación aceleran la muerte de páramos - 2 de Agosto de 2023 - El Tiempo - Noticias - VLEX 940450472

Altas temperaturas y depredación aceleran la muerte de páramos

Edwin Caicedo - Redactor de EL TIEMPO @CaicedoUcrosNo hay forma correcta de definir un páramo. Si se le pregunta a un biólogo, es un ecosistema de alta montaña que va después del bosque enano y antes de los glaciares, plagado de especies endémicas y clave para la regulación hídrica. Si se le pregunta a un abogado, el páramo es un ecosistema estratégico, regulado por la Ley 1930, repleto de conflictividades socioambientales. Si se le pregunta a un campesino que lo habita, es el productor de comida, el hogar. Si se le pregunta a un indígena muisca, es un templo sagrado. Si se le pregunta a un niño, es el hogar del frailejón Ernesto Pérez. Lo cierto es que, según datos del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, los páramos son el corazón de los ríos del país, pues del recurso hídrico que gestionan se benefician cerca de 16,8 millones de colombianos y se nutren 153 hidroeléctricas. Son también la cuna del endemismo, a pesar de que sus tierras —aunque lucen muy fecundas— sean poco fértiles. De las 1.119 especies de plantas vasculares que crecen casi exclusivamente en el páramo —como frailejones, bromelias, quiches, arándanos, mortiños—, unas 730 son endémicas; es decir, no existen en ninguna otra parte del mundo. Son también el hogar de 76.218 familias y santuario para 16 pueblos indígenas. Con sus 2’906.000 hectáreas (ha), representan la mitad de toda la extensión que existe de estos ecosistemas en el mundo. Pero hay un dato específico del que, aunque puede resultar apocalíptico, poco se habla: al ritmo actual, el calentamiento global se convertirá en las próximas décadas en la sentencia de muerte o de transformación de muchos de los páramos del mundo. De acuerdo con un estudio publicado en 2020 por investigadores de la Universidad del Rosario, el aumento de las temperaturas puede hacer que hasta el 52 por ciento del páramo de Chingaza —de donde llega el 80 por ciento del agua usada en Bogotá— no pueda sobrevivir. Vale recordar que, desde el 2002, un informe elaborado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) advirtió que las alteraciones en el clima generarían caídas en el número de las lluvias y de la cantidad de agua que viene con esas precipitaciones. Y otro estudio, desarrollado como tesis de doctorado en la Universidad Nacional en 2017, que utiliza un modelo matemático del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), muestra que para mediados de...

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