Un año del ataque contra el corazón de la Policía - 17 de Enero de 2020 - El Tiempo - Noticias - VLEX 838827798

Un año del ataque contra el corazón de la Policía

Jhon torres - y Redacción Justicia @JhonTorresET justicia@eltiempo.comUn año después del atentado contra la Escuela de Cadetes General Santander -el peor ataque terrorista contra una unidad de la Fuerza Pública en una gran urbe- persisten varios de los interrogantes que dejó esa acción criminal del Eln, así como sus consecuencias políticas y diplomáticas. Desde un primer momento, la Fiscalía logró demostrar la responsabilidad de esa guerrilla en la explosión del carro bomba contra la escuela de formación de los cadetes de la Policía, ubicada en el sur de Bogotá. El hombre que conducía el carro, un veterano ‘eleno’ conocido con el alias de el Mocho -había perdido una mano manipulando explosivos en la zona de frontera con Venezuela- murió en el sitio. Sus antecedentes criminales y su plena identidad (se llamaba José Aldemar Rojas) fueron confirmadas con las huellas dactilares recuperadas de su mano izquierda, que se encontró a más de 15 metros del lugar en el que explotó el viejo campero Nissan que llevaba al menos 80 kilos de pentolita. Sus restos fueron depositados en una fosa común. Un año después, nadie ha aparecido en Medicina Legal para reclamarlos. Sus familiares aseguran que no tenían noticias de él desde hace casi 20 años. Había nacido en Puerto Boyacá, pero su sitio de residencia era una vereda de Cubará, Boyacá, en límites con Arauca y con Venezuela. Y alrededor de este oscuro hombre, que contaba 56 años en el momento de su muerte, gira uno de los grandes enigmas del caso: ¿protagonizó el ‘Mocho’ el primer ataque terrorista suicida en la historia de Colombia? La investigación de la Fiscalía sigue cuatro líneas, y esa es una de las prioritarias. La hipótesis del terrorista suicida es fuerte. Aunque la versión de que tenía una enfermedad terminal no pudo ser determinada por los destrozos en el cuerpo, en varias comunicaciones interceptadas a ‘Pablito’ y otros mandos ‘elenos’ en la frontera aparecieron menciones a la enfermedad del ‘Mocho’. Y la manera como se activó la carga explosiva refuerza la posibilidad de que se hubiera volado por decisión propia. Rojas condujo hasta la Escuela de Cadetes el vehículo, entró por una portería auxiliar, se adentró en las instalaciones por más de 100 metros y luego inició una embestida mortal que lo llevó a atropellar a varios uniformados y, finalmente, a su muerte en la misma explosión que cobró la vida de 22 jóvenes que empezaban su carrera como oficiales de la Policía. La investigación encontró...

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