Apéndice A
| Autor | Daniel Castellanos Garcia |
| Páginas | 170-271 |
Apéndice A
Justicia y filosofía política
En este apóendice cubro algunas doctrinas sobre la
justicia que no fueron contempladas en el cuerpo central del
texto,{43} principalmente porque no han sido formalizadas desde el
punto de vista econoómico. Sin embargo, el hecho de que no han
sido formalizadas no puede llevarnos a la conclusióon de que no
son importantes. Por eso las considero aquó. Su lectura puede
contribuir a reflexionar sobre cóomo se pueden enriquecer los
esfuerzos econóomicos para formalizar la teoría de la justicia.
A.1. Otros igualitarios liberales
Dworkin
Ronald DWORKIN propuso una teoría igualitaria bastante
similar en sus consecuencias a la teoría de RAWLS, pero bastante
distinta en su justificación. Las ideas principales en este sentido
estón contenidas en DWORKIN (1981a,b, 2000) (las dos primeras
referencias son los capótulos 1 y 2 de la tercera).
El problema central de Dworkin es desarrollar un
individualismo ético . Para este fin, dos principios son esenciales:
el primero es el principio de la igual importancia y el segundo es
el principio de la responsabilidad especial. El principio de la igual
importancia dice que todas las vidas humanas deben ser exitosas
y no desperdiciadas, lo cual conduce a que una comunidad
polótica tenga que tomar una actitud imparcial y objetiva frente a
todos sus miembros. De aquó sale el interés por una igual
consideración (equal concern) del gobierno por la suerte de todos
sus ciudadanos. Esa igual consideracion es la virtud soberana de
una comunidad polótica, sin la cual el gobierno es solamente
tirana. El principio de la responsabilidad especial dice que,
aunque los exitos de todas las vidas humanas tienen la misma
importancia objetiva, cada persona tiene una responsabilidad
especial y final en el óexito de su propia vida.
En un cierto sentido, el primer principio busca que la
suerte de los individuos no dependa de las circunstancias que los
individuos enfrentan, y el segundo principio busca que la suerte
de los individuos só dependa de las decisiones que los individuos
toman. Asó, el segundo principio busca reconciliar la nocioón de
una sociedad igualitaria con la nocióon de la responsabilidad
individual, y trata de dar respuesta a la objecion conservadora de
que el igualitarismo acaba con la responsabilidad personal. En
este sentido, Dworkin propone una “nueva izquierda”, que
reconcilie el igualitarismo con la responsabilidad personal. Esta
“reconciliacion” generara un profundo debate, que registramos
tangencialmente en las secciones A.4 (Roemer) y A.6
(igualitarismo de la suerte).
La preocupacióon igual por todos los ciudadanos
obviamente implica tratarlos como iguales, pero, como en la
pregunta de SEN (1980), ¿iguales en que? DWORKIN (1981a,b,
2000) considera dos posibilidades: la igualdad de bienestar y la
igualdad de recursos. El afirma que la igualdad de bienestar debe
ser descartada, y que la igualdad que se debe perseguir es la
igualdad de recursos. Esta es la primera de las afirmaciones
centrales de DWORKIN (2000): la medida de la igualdad es el
conjunto de recursos personales e impersonales con que cuenta
un individuo.{44}
Para establecer la igualdad de recursos, DWORKIN
(1981b, 2000) propone dos instrumentos: una subasta de
recursos y un mercado de seguros. El propóosito de la subasta
es distribuir los recursos impersonales de manera igualitaria. Uno
pensaría que esto se puede lograr dividiendo los recursos
disponibles en partes iguales y distribuyóendolos entre todos los
interesados, pero DWORKIN (1981b, 2000) afirma que es
improbable que este procedimiento funciona, en primer lugar
porque es difócil que los recursos sean perfectamente divisibles,
y en segundo lugar porque hay diferencias inevitables en la
calidad de los recursos. Dada esta situación, el criterio para
saber si la distribucióon de recursos es igualitaria no es que las
canastas de recursos que se distribuyen sean iguales, sino que
superen la prueba de la envidia: seguón esta prueba, la
distribucion de recursos es igualitaria si, una vez esta completa la
distribucióon, nadie prefiere la canasta de recursos de alguien
maós a su propia canasta. El propoósito de la subasta, en la que
se supone que todos los individuos entran en los mismos
términos (es decir, con el mismo dinero a su disposición), es
lograr esta distribucion igualitaria o libre de envidia. De esta
manera, una segunda afirmacion central de Dworkin (2000) es
que la medida correcta de la tenencia de recursos impersonales
es el costo de oportunidad sobre los otros, costo que se puede
definir por medio de una subasta con condiciones iniciales
iguales para todos.
El propoósito del mercado de seguros es proteger a los
individuos contra eventos del azar. Dworkin (1981b, 2000)
distingue entre dos tipos de suerte: la suerte bruta (brute luck) y
la suerte opcional (option luck). La suerte bruta describe los
riesgos que no provienen de apuestas deliberadas, como, por
ejemplo, que yo encuentre la muerte por un meteorito que me
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