‘Aquí no viaja un equipo, viaja un país’ - 20 de Julio de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 521103174

‘Aquí no viaja un equipo, viaja un país’

María Paulina Ortiz Redacción EL TIEMPO El bus que transportó a los jugadores de la Selección Colombia durante el Mundial de Brasil llevaba la siguiente frase: “Aquí no viaja un equipo, viaja un país”. Este lema trae a la memoria el que utilizó la selección sudafricana de rugby en 1995, el grupo de deportistas al que el presidente Nelson Mandela acudió para que lo ayudaran a impulsar la unión en su país y ponerle fin al apartheid. Su lema era: “Un equipo, un país”. Mandela le demostró al mundo que un puñado de muchachos en una cancha pueden hacer mucho más que ganar un campeonato mundial. Borran diferencias. Crean unidad. Algo parecido –guardadas, claro está, las proporciones– generó en Colombia la participación de sus futbolistas en Brasil. Pocas personas se mantuvieron ajenas a la alegría que despertaron sus partidos y muy pocas no cantaron sus goles a gritos. Meses antes habíamos aplaudido el triunfo de Nairo Quintana en el Giro de Italia, habíamos celebrado a Rigoberto Urán, a Catherine Ibargüen. James, Rigo, Nairo se volvieron nombres cercanos, razón de orgullo en un país que, históricamente, ha tendido a subestimar lo suyo y a buscar más razones de división que de unión. Si algo hace sacar pecho hoy al colombiano es el deporte. Y lo ha logrado en momentos en que, desde otros campos, venía sembrándose la rivalidad. El optimismo generado por la Selección Colombia empezó solo un par de días después de que el país cerrara una de las campañas políticas más polarizadas de su historia. El ambiente de hastío generado por las elecciones ayudó a que el aire nuevo ofrecido por los jugadores calara con fuerza. “Nos encontramos con un grupo de muchachos abiertos, bonitos, que estaban jugando con un entusiasmo y una responsabilidad enormes. Por fin había algo bueno entre nosotros. Y el país –al que le cuesta hallar elementos de cohesión– se identificó con lo positivo que la Selección le estaba ofreciendo”, dice Cecilia Muñoz Vila, psicoanalista con posgrado en sociología. Colombia ha sido una nación a la que le ha costado consolidar elementos de unidad. En esto tiene que ver su naturaleza regional y su carácter multiétnico. Si hay algo que podemos considerar como propio es precisamente eso: la mezcla. Cada región tiene su sentido de orgullo e identidad. El costeño está orgulloso de su música; el antioqueño, de su bandeja paisa, y a partir de ahí un largo etcétera. Ha sido un sentimiento regional tan poderoso que, a veces, en vez de unir ha llevado...

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