Arquitectura penitenciaria
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A
tal manera que sean establecimientos de tamaño mediano, subdividido
en pabellones autónomos, con lugares de esparcimiento y talleres,
existió un proyecto descomunal del extinto Ministerio de Justicia
y la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) de construir una
cárcel –en el estado Bolívar– para 4.000 reclusos. La tendencia actual
contar con una nueva estructura carcelaria que posibilite el desarrollo
de todas las actividades en pro de la rehabilitación del recluso.
Esa propensión tiene que estar, no obstante, precedida por una
para que sea realmente sonora tiene que darse antes de la colocación de
la primera piedra de la construcción del establecimiento penitenciario.
Su eco tiene que venir de la comarca. De ahí donde, con la mudanza
Del mismo lugar que en la espera de tiempos de más justicia y más
presenten sin la visión panóptica del encierro. Que sean espacios
cómodos y abiertos para que el recluso se sienta ciudadano de una
comunidad penitenciaria más amplia, evitando -así- las violentas
peleas por el ter ritorio.
A la hora pactada para la presentación, ahora, de los planos de
construcción de las cárceles, debe haber –simultáneamente– una mano
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