XXXXXXXX del arte colombiano - 9 de Marzo de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 496368318

XXXXXXXX del arte colombiano

El mundo

mira al arte colombiano

Paola Villamarín e Irene Larraz Redacción Domingo Hoy es la Noche de las Galerías en Bogotá. Una docena de espacios, ubicados en el norte y noroccidente de la ciudad, tienen sus puertas abiertas hasta las 10 p.m. Dos buses y una camioneta llevan a los asistentes, muchos de ellos jóvenes estudiantes, de uno a otro lugar. Circulan en turnos de las consolidadas Casas Riegner y galería El Museo a lugares alternativos que se han asentado en casas del barrio San Felipe, tradicional por sus talleres de mecánica pero que lentamente se está convirtiendo en un distrito de arte. Todos se juntan alrededor de obras de arte contemporáneo, desde esculturas e instalaciones hasta dibujos, de artistas nacientes y de otros que definitivamente son referencia en Colombia y en el mundo. En el segundo piso de Flora, en el barrio San Felipe, los jóvenes que han tomado el bus y quienes llegan por su cuenta a la Noche de las Galerías se encuentran con Plegaria muda, una instalación de Doris Salcedo, la artista colombiana contemporánea más prominente en el contexto internacional y a quien el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago le hará en febrero del 2015 una retrospectiva. “Solo llevamos seis meses. Queremos que Flora se convierta en una instancia festiva”, dice José Roca, director artístico de Flora y el curador colombiano con mejores credenciales en el ámbito internacional: hoy es Curador Adjunto Estrellita B. Brodsky de Arte Latinoamericano de la Tate Modern (Londres). Y así es. Esta noche, en las galerías y espacios independientes se vive con intensidad una fiesta, un momento vibrante que hace parte de algo más grande. Hace cinco días se anunció desde Madrid que Colombia será el país invitado de honor de la Feria Arco 2015, una de las más importantes del mundo. Según Carlos Urroz, director de Arco, “el arte colombiano está en un momento interesante, hay artistas jóvenes con proyección internacional que están trabajando en todo el mundo y galerías que están participando cada vez más en ferias internacionales”. Colombia es el tercer país de América Latina en llega como protagonista a la feria después de México, en el 2005, y Brasil, en el 2008. Para Urroz, esto le garantizará al arte colombiano una gran “visibilidad” en medio de un panorama prometedor a juzgar por las cifras de este año: 250 coleccionistas del mundo entero y 100.000 visitantes, 25.000 de ellos son profesionales del sector. Que Arco mire al país no es, por supuesto, gratuito. Y no es tampoco el único indicio que demuestra que el arte colombiano está cruzando la senda de la internacionalización de su producción local. El año pasado, por ejemplo, la Casa Daros, cuya sede principal está en Zurich y que tiene una de las colecciones de arte latinoamericano más grandes del mundo, abrió sucursal en Río de Janeiro con una exposición exclusivamente de artistas colombianos, titulada Cantos Cuentos Colombianos. “Quiero abrir con Colombia para decirles a los brasileños: ‘Oigan, ustedes no tienen idea de lo que pasa a su alrededor. Miren, por favor, infórmense, y vayan a ver la alta calidad de la producción artística de su país vecino’ ”, le dijo Hans-Michael Herzog, curador de la colección, a la revista Arcadia. Y para seguir con los indicios, uno muy reciente: la prestigiosa editorial Phaidon acaba de publicar el libro Art Cities of the Future, que ubica a Bogotá como una de las 12 nuevas mecas del arte emergente del mundo. Allí, José Roca analiza el trabajo artístico de Alberto Baraya, Johanna Calle, Antonio Caro, María Elvira Escallón, Miler Lagos, Mateo López, José Alejandro Restrepo y Gabriel Sierra. “Hay muchos indicios que muestran que Colombia es el nuevo país para mirar en América Latina, después de México y Brasil. Definitivamente hay un boom en Colombia”, dice María Paz Gaviria, directora de ArtBo, la Feria Internacional de Arte de Bogotá, que esta próxima a cumplir 10 años. Gaviria recuerda que Hans-Ulrich Obrist, uno de los grandes curadores del mundo y reconocido en múltiples oportunidades por la revista ArtReview como el hombre más poderoso del arte, se ha referido en estos últimos años al “milagro colombiano”. Pero desde Colombia hay mesura. “En mi opinión, lo que hay es una mirada desde afuera hacia una escena que ya era muy potente. La confluencia de hechos externos son sintomáticos de este interés de la escena internacional del arte en lo que está pasando acá. Pero es el resultado de un trabajo continuado de artistas, instituciones, curadores, y más recientemente, galerías, ferias y coleccionistas”, dice Roca. El proceso de visibilización lleva unos diez años, dice María Belén Sáez de Ibarra, curadora y crítica de arte. “En una década el panorama cambió radicalmente. Estábamos casi que completamente aislados”, agrega. Para ella, ese giro hacia Colombia fue alimentado primero por un interés del sistema internacional en obras de países que no eran parte del circuito establecido. Miraron, pues, al arte africano, al asiático y al latinoamericano, y en específico a Colombia. “Hace diez años no venía nadie a conocer a los artistas y sus obras. El primero fue Herzog, de Daros. Y su llegada fue un acontecimiento en el medio”, recuerda Sáez. A Herzog, dice Jaime Cerón, director de Artes Visuales del Ministerio de Cultura, le impactó “la manera como los artistas se relacionaban con el medio y el contexto en el que vivían, y con la vitalidad de lo que estaba ocurriendo. Él abrió una puerta para Colombia en el mundo...

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