El arte de escribir libros a la medida de un solo lector - 25 de Febrero de 2018 - El Tiempo - Noticias - VLEX 704043301

El arte de escribir libros a la medida de un solo lector

Sergio Ocampo Madrid - para EL TIEMPO@ocamposer

Los libros que escribe María Isabel González jamás van a exhibirse en las vitrinas de las librerías ni van a ser pirateados para venderse en las esquinas bajo los semáforos. Nunca estarán en el top ten de las revistas literarias ni se verán tapando las caras de viajeros anónimos en los aeropuertos o aguardando una segunda edición. Al contrario del sueño de todo escritor de sumar miles de copias y millones de fieles lectores, lo que ella escribe va dirigido a un único lector, uno, en ediciones que no sobrepasan los diez ejemplares. Además, ese lector principal no sabe leer, pero, cuando aprenda, tendrá ese libro para releerlo toda la vida. María Isabel es una escritora personalizada. Hace dos años arrancó el proyecto ‘Érase una vez’, una iniciativa del corazón que es al mismo tiempo una apuesta literaria, una terapia de familia y un reencuentro con los elementos que constituyeron sus apuestas de vida: la maternidad, el grupo familiar, la psicología y el trabajo por el buen trato a los niños. En últimas, un camino para reinventarse a sí misma a los 62 años y como sobreviviente de un linfoma del manto que la atacó en el 2011 y la obligó a un trasplante de médula ese mismo año. La ilusión de que habían logrado extirparlo duró hasta el 2015, cuando constataron que el cáncer se había vuelto a instalar. En diciembre terminó la última quimioterapia en la clínica Reina Sofía, en Bogotá. De nombres y genealogías Los libros que escribe se llaman Martín, Macarena, Joaquín y se hacen por encargo. Un regalo original y emotivo para recibir a los bebés que llevarán esos nombres. Por eso están escritos para un lector único, aunque también para los padres, hermanos, tíos, abuelos y primos. Ellos son los otros personajes que irán apareciendo en la historia. Contienen el relato de cada familia hasta la tercera generación hacia arriba, la de los abuelos. Todo es contado como un cuento infantil, en una charla tuteada con el futuro lector. En la parte inicial se le anuncia al niño o a la niña que nacerá, a dónde va a llegar, a qué espacio y qué tiempo; a qué lugar del cosmos y en qué instante histórico. Luego viene una explicación sobre el nombre que va a tener, su etimología, sus simbolismos y toda su carga ancestral. “Detrás de cada nombre –dice ella– hay miles de mensajes de los padres, pero también de las generaciones anteriores: recuerdos, expectativas, lo que los demás esperan de uno. El nombre es una marca...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR