El arzobispo que será juzgado por pederastia - 21 de Junio de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 575094518

El arzobispo que será juzgado por pederastia

Iglesia

Diego Alarcón Redacción Domingo El sacerdote polaco Jozef Wesolowski se convertirá el 11 de julio en el primer arzobispo de la Iglesia Católica en sentarse en la silla de los acusados, comparecer ante un juez y enfrentar, de ser hallado culpable, sanciones penales por pederastia. De seis a diez años de prisión podría ser la condena en este proceso que ha sido calificado de “histórico” no solo por el alto rango del clérigo, sino por lo estridente de los delitos que se le imputan: abuso sexual de niños y posesión de pornografía infantil. Un nuncio sospechoso Wesolowski se ordenó como sacerdote en 1972 y el 6 de enero del 2000 fue ascendido a la dignidad de Arzobispo. Aterrizó ocho años después en República Dominicana, como nuncio apostólico (lo equiparable a ser embajador) de la Santa Sede en Santo Domingo. En su palmarés récord ya contaba con ese mismo rol en Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Kazajstán. “Desde su llegada al país fue un hombre que siempre tuvo mucha actividad en los eventos políticos, sirviendo de voz de la Iglesia”, apunta la periodista dominicana Nuria Piera en diálogo con EL TIEMPO. Ella, Nuria Piera, no ha sido un personaje menor en toda esta trama que hoy tiene a Wesolowski en la víspera de ser juzgado. Como directora del programa Nuria, investigación periodística, emitido desde hace 12 años por CDN Canal de Noticias, un día del 2012, que no recuerda con exactitud, recibió la llamada del dueño de un restaurante en el Malecón, una de las zonas más turísticas de Santo Domingo. Le contaron que un hombre, notablemente extranjero, se había convertido en un asiduo visitante del área y que entre voces los comerciantes comentaban que pagaba por servicios sexuales a menores de edad. La llamada se dio justo cuando el denunciante vio la imagen y el cargo de Wesolowski en un periódico, y consideró pertinente que alguien se encargara de aclarar la duda. Uno de los periodistas de su equipo comenzó a hacer las primeras indagaciones y con la investigación vino la apertura de la caja de Pandora: en efecto, se trataba del nuncio apostólico y parecía claro que en sus visitas al Malecón, además de tomarse algún trago, buscaba menores de edad. “Encontramos que a veces los hacía entrar a su carro –relata Piera– y les pagaba para que le hicieran sexo oral. Otras veces se los llevaba a la nunciatura que la Iglesia tiene en la playa Juan Dolio –a unos 50 kilómetros de Santo Domingo– y allí les pagaba por lo mismo y grababa videos...

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