Así la vivieron los colombianos
Los que cruzaron el mar sin imaginarse el ‘incendio’
“Mis hijos de mi corazón… Estamos en presencia de la guerra más terrible que han visto los siglos”.
Margarita Caro de Holguín
Escribió Desde parís
El país estuvo dividido entre ‘aliadófilos’ y ‘germanófilos’
Enrique Santos Molano * Para EL TIEMPO A lo largo del siglo XIX Alemania había extendido de punta a punta su presencia en el continente suramericano. De Colombia a Chile, merced a una inmigración selectiva de súbditos bien preparados, el imperio alemán sostenía un comercio abundante con las naciones suramericanas, que constituía, hasta los días preliminares de la Gran Guerra Europea, un rubro importante de la economía alemana. En Colombia la inmigración alemana tomó fuerza en la década de los setenta del diecinueve. Los alemanes establecieron sus comercios y actividades principalmente en Bogotá, Santander y Boyacá. En la capital, sin embargo, a mediados de 1914, eran una colonia más pequeña que la francesa y la inglesa, si bien más fuerte en lo económico y más influyente en lo social. Don Salomón F. Koppel, caballero alemán residente en Bogotá a partir de 1869, fue uno de los fundadores y accionistas del Banco de Bogotá y su primer director-gerente. Impulsó industrias pesadas como la Ferrería de La Pradera, y la gestación de medios de transporte como el Ferrocarril del Norte, inaugurado en 1884. En Bogotá se instaló en 1784 el Colegio Alemán, donde se educaban los hijos de alemanes residentes en la capital o en las provincias, junto con muchachos de la clase alta bogotana. La figura más relevante de los alemanes que en el siglo XIX fijaron su hogar en Colombia es don Leo Sigfried Kopp, quien llegó al Socorro, Estado Soberano de Santander, en 1880. Montó en la ilustre ciudad comunera un almacén de artículos importados, la mayoría de fabricación alemana. Al año siguiente trasladó su almacén a Bogotá, donde lo ubicó, con el nombre de Bazar Veracruz, en la primera calle del Comercio, a pocos pasos de la casa del Florero. Ya convertido el Bazar Veracruz en el almacén más grande e importante de Bogotá, Leo Kopp fundó en 1889 la Cervecería Alemana Bavaria de Kopp, compañía productora de cerveza de distintas calidades. Instaló su factoría en las afueras de la ciudad, abajo del Panóptico Central, actual carrera 13 entre calles 27 y 29. Para el momento en que se declara la guerra entre las potencias centrales (Alemania-Austria) y las potencias aliadas (Inglaterra-Francia-Rusia), Bavaria había cumplido veinticinco años (el 14 de abril) y era la empresa industrial más importante de Colombia. Un gigante que les daba empleo, directo o indirecto, a cerca de seis mil colombianos, cuando, entre las más prósperas, no había ninguna que alcanzara los cien empleos. Aparte de hacer de sus dos empresas, Bavaria y el Bazar Veracruz, un emporio económico, don Leo Kopp las formó como un modelo de empresa social. Sus trabajadores ganaban salarios muy por encima del promedio, y gozaban de garantías laborales no contempladas en la ley colombiana. La colonia inglesa, asentada en el país desde los días de la guerra de Independencia, había hecho también aportes significativos al progreso de Colombia. El impulso a la navegación por vapor en el Magdalena y la Ferrería de Pacho, administrada por el ministro inglés Robert Bunch, eran los de más alcance. Al contrario de los alemanes, los ingleses tenían su lado oscuro en las relaciones con nuestro país. Nos habían dado unos empréstitos a un interés desproporcionado, que nos obligó a...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba