Así reta el cosmos al cuerpo humano - 28 de Diciembre de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 550508142

Así reta el cosmos al cuerpo humano

Andrea Forero Aguirre Redactora de EL TIEMPO Las nuevas fronteras de la exploración espacial, recreadas en películas como Gravedad e Interestelar –cuya trama gira en torno a la misión de un grupo de exploradores que viaja a otra galaxia buscando un planeta que sea habitable–, tienen un enorme reto por vencer: lograr que el cuerpo humano se adapte a las difíciles condiciones extraterrestres. Aunque para muchos la referencia astronómica inmediata sea la ciencia ficción, lo cierto es que la propia Nasa ya echó a andar sus planes de llevar seres humanos a un asteroide, para empezar, y a Marte en el 2030. Con eso en mente este mes la agencia estadounidense lanzó la nave Orión (que en el futuro cercano transportará a los osados astronautas), en un vuelo de prueba de alto riesgo. Si las cosas se dan, para ese momento la ciencia ya deberá haber resuelto el problema de que la tripulación aguante una travesía cuya sola ida tardará 500 días, en condiciones de ingravidez. No es un problema menor. Durante sus misiones los astronautas pierden masa ósea y muscular, se sienten mareados permanentemente, su circulación se concentra en la parte superior del cuerpo y se exponen a radiaciones (particularmente las ionizantes) que, además de aumentar el riesgo de cánceres, pueden afectar su fertilidad. Los astronautas flotan por doquier, sienten la cabeza pesada y tienen la sensación de “estar colgados de los pies”. A causa de la ingravidez, se da un conflicto sensorial de los órganos de la orientación y se produce un desajuste que provoca síntomas como mareo, malestar estomacal y vómito, que cesa con el tiempo. Los músculos se atrofian La teniente coronel Rocío Garzón, subdirectora científica del Centro de Medicina Aeroespacial de la Fuerza Aérea Colombiana, explica que en condiciones de microgravedad el cuerpo humano no requiere toda la fuerza de su sistema esquelético y muscular, pues no necesita estar en posición vertical, razón por la cual los músculos se atrofian. Los especialistas en medicina aeroespacial han establecido que la masa muscular de los astronautas puede reducirse hasta en un 20 por ciento después de las dos primeras semanas de misión, e incluso puede llegar a ser del 30 por ciento luego del primer mes de estar en el espacio. Los huesos pierden calcio y se vuelven débiles. Vale la pena aclarar que estos mantienen un equilibrio entre la formación y destrucción de tejido; en ese proceso es vital la acción muscular, cuya fuerza está mediada por la...

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