Bitácora de un cirujano de guerra - 10 de Mayo de 2012 - El Tiempo - Noticias - VLEX 369512858

Bitácora de un cirujano de guerra

Néstor Alonso López L.

Redactor de EL TIEMPO

La imagen de 176 heridos a la espera de atención una tarde del 2003 en el hospital John F. Kennedy, en plena guerra civil de Liberia, estremece todavía a Julio Guibert Vidal.

Fue el primer conflicto armado en el que trabajó este cirujano de guerra de la Cruz Roja Internacional. Después han venido al menos cinco expediciones viéndole la cara a la muerte en campos de batalla: Darfur (Sudán), Mogadiscio (Somalia), Jalalabad y Kandahar (Afganistán), Peshawar (Pakistán) y la atención del tsunami ocurrido en Japón, que aunque no era una guerra se le parecía. Antes, había estado en Mozambique y Angola.

Ahora, de paso por Colombia, Guibert prepara a médicos colegas para que aprendan a enfrentar su trabajo cuando los recursos son tan mínimos que desafían la creatividad y confrontan lo aprendido en las facultades de medicina. Entre curso y curso, sin embargo, sigue pendiente de las tensiones que viven Siria, Libia, Nigeria, que podrían ser sus próximos destinos.

A sus 56 años, Guibert es macizo como un toro. Pero conserva la sensibilidad para alegrarse cuando logra salvar la vida de un paciente, o para llorar si el pulso se lo gana la muerte. Julio Luis Guibert Vidal es peruano por el suelo donde nació, alemán por los ancestros de su padre, y se graduó de médico y cirujano pediátrico en Brasil.

En 1997, trabajaba en Río de Janeiro cuando el Centro Internacional de Migración, de la GTZ (la agencia de cooperación alemana), abrió una convocatoria para ir a Mozambique a armar un servicio de urgencia infantil y entrenar a cirujanos que no se habían ido en el periodo de la posguerra. De 1977 al 94, esa nación había perdido más de 900.000 vidas por cuenta del hambre y la guerra. Los desplazados sumaban más de cinco millones. El país estaba semidestruido.

Su siguiente estación fue Ruanda, en una misión similar. Posteriormente, se vinculó a la Cruz Roja y, en medio de un curso de preparación en Ginebra, le encomendaron su primera misión en caliente como cirujano de guerra, cinco meses antes de que fuera depuesto el presidente Charles Taylor, de Liberia.

Ningún sitio de Monrovia, la capital, era seguro en medio de la ofensiva del movimiento rebelde de los Lurd (Liberianos Unidos para Reconciliación y Democracia) y menos alrededor del hospital J. F. Kennedy, a cinco minutos en carro del frente de batalla.

Si bien la cercanía posibilitaba una atención más oportuna para los heridos, el personal asistencial se volvía un...

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