Bitácora de presidentes, discursos y posesiones - 6 de Agosto de 2018 - El Tiempo - Noticias - VLEX 736126429

Bitácora de presidentes, discursos y posesiones

ESPECIAL PARA EL TIEMPOCRÓNICA Benjamín Ardila Duarte*"En 1845, Tomás Cipriano de Mosquera, al juramentarse para su primera presidencia, pronunció el discurso más corto: un párrafo. Mariano Ospina hizo el más largo: seis horas".Casi todos los discursos de posesión son muy largos. Pero, en la posesión presidencial de 1845 -la primera de Tomás Cipriano de Mosquera-, este pronunció el más corto discurso en este género: "Acabo de prestar el juramento de sostener y defender la Constitución y la ley; y, si necesario fuese, sellaré con mi sangre tan solemne juramento. Bien, decís, señor, que el código fundamental ha trazado mis deberes, y espero no desmerecer al llenarlos. En materias administrativas seguiré siempre la opinión pública, aun contra mis propios convencimientos. Feliz si logro conocer la opinión de la mayoría inteligente. He dicho". El récord de extensión lo tuvo Mariano Ospina Pérez en su posesión, quien, en seis horas, agotó los temas y a los visitantes, dos de los cuales murieron, poco después, según se dijo entonces, por la retención urinaria. Desde antes de nacer la república, los chibchas tenían la ceremonia de El Dorado con motivo de la ascensión al cacicazgo del sucesor; desnudaban al heredero en carnes vivas, lo untaban con una tierra pegajosa y espolvoreaban con oro molido en Guatavita como nuevo señor y príncipe. Los virreyes, después de veinte años de gestión, algunas veces, daban los datos más señalados de su tarea. Llegaban a Cartagena, donde empezaba la fiesta. En Santafé asumían el mando ante la Real Audiencia. El juramento era de acorde a las Leyes de Indias. Los libertadores fueron coronados en la plaza mayor de la capital por las mujeres más bellas. Bolívar, Santander y Anzoátegui recibieron los laureles mientras el virrey Sámano corría fugitivo hacia Honda diciendo: "Corramos que nos alcanzan esos cobardes". La federación de 1863 a 1886 tenía período presidencial de dos años, pero Mosquera y Murillo Toro repitieron. Núñez acabó con todo al saber de la derrota radical de la Humareda: la Constitución de 1863 ha dejado de existir. La hegemonía azul La hegemonía conservadora, de 1880 a 1930, tenía períodos presidenciales de seis años. Diez años intentó Rafael Reyes, y Enrique Olaya Herrera lo tumbó con un discurso y un memorial de Nicolás Esguerra. Sanclemente y Marroquín eran tan viejos que Caro, quien los impuso, dijo que no eran históricos sino prehistóricos. Marco Fidel Suárez, modestamente, llegó a su posesión solo, en un coche de servicio público. Suárez le dio límites a la república y amistad con los Estados Unidos con el Tratado del 6 de abril, básico para nuestro comercio exterior. Abadía Méndez, en 1930, entregó el mando a Olaya democráticamente y perdió el poder y la razón. Las Bananeras y el movimiento...

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