‘Brasil no vive una crisis de corrupción, vive el fin de la impunidad’ - 21 de Diciembre de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 549731962

‘Brasil no vive una crisis de corrupción, vive el fin de la impunidad’

Grupo de Diarios América (GDA) Brasilia. Dilma Rousseff tomará posesión de su segundo mandato al frente de la Presidencia de Brasil el primero de enero con desafíos mayores que cuando asumió por primera vez, hace cuatro años. En aquella época, afianzada por el popular presidente Luiz Inácio Lula da Silva, tenía como función darles continuidad a sus programas. Ahora, quiere dejar una marca propia de su administración para no pasar a la historia simplemente como la primera mujer presidenta de Brasil. Dilma llegó al principal cargo de su país en 2010 como consecuencia del ocaso de otros pretendientes del PT (Partido de los Trabajadores) que se vieron salpicados por los escándalos. Fue el caso de los exministros de Hacienda, Antonio Palocci, y de la Casa Civil, José Dirceu, involucrado en el escándalo del Mensalão por haber organizado supuestamente un esquema para pagar a diputados que apoyaran la administración del PT. Sin grandes nombres para sustituirlo, Lula optó por Dilma, su ministra de la Casa Civil. Minera de Belo Horizonte, Dilma, que cumplió 67 años el 14 de diciembre, comenzó pronto en la militancia política en dos organizaciones clandestinas que defendían la lucha armada, entre 1967 y 1972. En ese tiempo, fue torturada y pasó 28 meses en la cárcel. Se casó dos veces, y del segundo matrimonio nació Paula, su única hija. Hoy separada, es abuela de Gabriel. En su primer mandato, Dilma buscó dar continuidad a programas sociales de Lula, quien había dejado al país con dificultades. Tanto, que se hizo famosa la “contabilidad creativa”, en referencia a los malabares que el Ministerio de Hacienda tuvo que hacer para cerrar las cuentas del Gobierno. En la campaña del 2014, Dilma fue cuestionada varias veces por sus opositores sobre la conducción fiscal de su futuro gobierno. A pesar de haber partido al frente en la carrera electoral, un accidente aéreo que le quitó la vida al candidato Eduardo Campos, del Partido Socialista Brasileño (PSB), cambió el escenario e hizo del pleito de este año el más disputado desde 1989, cuando se hizo la primera elección presidencial directa tras 20 años de dictadura. Marina Silva, exministra de Medio Ambiente de Lula y vice en la pareja con Eduardo Campos, lo sustituyó como candidata y fue quitándole votos a Dilma. Pero, en la recta final de la primera vuelta, Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), nieto de Tancredo Neves, presidente electo indirectamente y que murió antes de tomar...

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