Cambalache Bodas de Plata de un cáncer nacional - 13 de Marzo de 2011 - El Tiempo - Noticias - VLEX 259058742

Cambalache Bodas de Plata de un cáncer nacional

Hace tres décadas surgió la inquietud de democratizar la empolvada Constitución de 1886 y desmontar algunos de sus tics centralistas. Álvaro Gómez Hurtado, constante agitador de ideas, propuso una reforma constitucional que creyó modernizadora y que se concretó en el Acto Legislativo No. 1 de 1986. Según este, "los alcaldes serán elegidos por el voto de los ciudadanos". Cinco años después, la nueva Constitución avanzó aún más en materia de regímenes regionales, y a la libre elección de alcaldes añadió la de gobernadores y mayor autonomía en el manejo de presupuestos.

La Carta del 91 y posteriores retoques de algunos artículos hicieron de Colombia un país más democrático. Pero, sin proponérselo, inyectaron nuevos caudales al río de corrupción que ahora nos ahoga. La dosis masiva de participación popular que iba a limpiar las venas de la democracia colombiana no se ha dado. En cambio, numerosos municipios están en poder de mafias que controlan las elecciones a punta de plata y plomo y ordeñan luego las arcas municipales sin recato ni control.

Los medios de comunicación no se cansan de denunciar, Transparencia Colombia (TC) advierte que casi la mitad de los municipios ofrece riesgos altos o muy altos de corrupción y el martes pasado la Procuraduría destituyó a la alcaldesa de Armenia por malos manejos. Pero estos son tímidos suspiros frente a la avalancha de podredumbre que aplasta al país. El 9 de enero cumplió Bodas de Plata la elección de alcaldes, y, haciendo el balance de los efectos positivos y negativos que produjo, es evidente que ha sido un cáncer para Colombia. Un cáncer rebosante de democracia. Pero un cáncer.

No es que los políticos indelicados no robaran antes, no: empezaron a robar en el siglo XIX. Pero en otros tiempos eran víctimas de las tentaciones del dinero público y hoy, en cambio, llegan con la voluntad expresa de enriquecerse. Es verdad que había corrupción antes del cambio constitucional; pero al menos era más fácil prevenirla y más expedito destituir y sancionar a los delincuentes.

Son hijos diabólicos de este sistema los carruseles de contratación y los servicios electorales de grupos armados. Los ciudadanos votan cada vez...

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