Cambiar más allá de lo imperativo
La necesidad de renovarse es inherente al quehacer empresarial. Expertos recomiendan qué hacer para lograrlo y no morir en el intento.
Como concepto, la reingeniería de negocios existe desde los años 40, pero gracias a la velocidad que la globalización ha impuesto al ritmo del mercado, hoy en día está más vigente que nunca. Carlos Alberto Mejía, gerente de la firma de consultoría Planning, explica que son muchos los casos de empresas que originalmente tenían una orientación, y que fueron reinventadas para transformarse en modelos de negocios diferentes. Ejemplo de esto son las cámaras digitales que dejaron sin valor las cámaras de película, los dispositivos de almacenamiento de datos (USB) que volvieron obsoletos los CD, entre otros. Actualizarse en un mundo tan variable implica una gestión de cambio e innovación constante, esfuerzos absolutamente compatibles con la curiosidad humana y esa inventiva que hace que el hombre siempre esté creando y mejorando. Es parte de la esencia misma de la humanidad. “La renovación empresarial es una práctica que pretende actualizar a las organizaciones, enseñarles a repensar y reaprender, de tal manera que haya una dinámica permanente de actualización, de transformación, de adopción de metodologías que, para lo que hace una compañía, pueda replantearse permanentemente”, explica Marta Lucía Restrepo, directora académica del área de ‘marketing’ del Colegio de Estudios Superiores de Administración - Cesa. Si una organización no se mira “más allá de su nariz”, sencillamente el mundo se la lleva por delante y pierde competitividad como consecuencia. Pero hay distintas maneras de repensarse. Existe una innovación incremental que se desarrolla en la medida que los procesos se van perfeccionando. Y está la innovación disruptiva, que es la que modifica el mercado. ¿Por cuál de las dos optar? “Yo pienso que ambas son importantes para las empresas. Siempre hay que ir innovando en el mejoramiento de los procesos, esto es una práctica de los gerentes del día de hoy, conducir siempre por rutas de innovación a sus equipos de trabajo, eso hace mejor a un país. Pero sin duda alguna, de la mano, la organización debe preparar acciones disruptivas que la lleven en un momento dado a hacer propuestas de altísimo valor agregado. Esto implica más inversión, tanto económica como en profesionales mejor capacitados, y tener la cabeza puesta en las tendencias del mundo”, argumenta la docente del Cesa. Hay que tener presente que la renovación debe ser...
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