Para cambiar las imágenes
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Mientras el péndulo de la historia legal va y viene, «las escenas
(17 17-179 7) la s Prisiones imaginarias del
(1720-1778), no han desaparecido de las cárceles venezolanas.
Para detener el movimiento pendular, «no solo hay que agilizar la ley,
.
Una vigencia del tal talante encara, en el tema del castigo, asuntos
de indudable relevancia. Que de ser tratados debidamente, sin que
sus intérpretes o exégetas tiren la piedra de su moralismo y escondan
las manos de su responsabilidad, ayudaría a que las imágenes
carcelarias del pasado no se reproduzcan, ni siquiera abreviadamente,
epidérmica del régimen, hablar, opinar, exponer, decir, aceptar,
rechazar, aprobar, dudar y murmurar recurrentemente sobre el estado
de las cárceles y la justicia penal. Sin embargo, el verbo principal es
hacer. Un verbo que debe ser sinónimo de otro: trascender, para que
ambos ayuden a superar los estremecimientos de asombro y desagrado
producidos por las historias carcelarias.
En tiempos turbios, algunos asuntos carcelarios se remarcan como
el hacinamiento, por ejemplo. ¿Por qué el hacinamiento ha sido siempre
importa, más allá de oír o de leer piadosas declaraciones personales
esperan impecables respuestas. Respuestas que serán múltiples y
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