Cambio de nombre - 31 de Enero de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 488936942

Cambio de nombre

CARTA DEL DIRECTOR

Hasta hace muy poco tiempo, quien quería hablar de mercados emergentes hacía una referencia a una sigla que generaba entusiasmo: Brics. Ese era el acrónimo para describir a las economías del mundo en desarrollo que apuntaban a cambiarle la cara al planeta: Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica. Bajo el raciocinio existente, tales naciones en las que habita cerca de la mitad de los pobladores del mundo crecerían a un ritmo superior al global y se convertirían a la vuelta de pocos años en el epicentro de la inversión y del consumo en sus respectivos continentes. El mensaje implícito era que ante la crisis de los países ricos, había aparecido una nueva cesta en la cual las empresas deberían poner sus huevos. El club en cuestión llegó a tener aspiraciones políticas. Desde el 2009 hasta la fecha, se han celebrado cumbres a nivel presidencial, siendo la más reciente en el puerto surafricano de Durban. Incluso en la pasada cita del Foro Económico en Davos tuvo lugar un panel en el que funcionarios de las diversas capitales involucradas enviaron un mensaje de tranquilidad que, al parecer, cayó en oídos sordos. La razón es que la emoción de antes ya no es la misma. De hecho, ahora se habla de un grupo conocido como ‘los cinco frágiles’ –o los Biits–, en el cual se encuentran varios de los nombres que antes despertaban tanto entusiasmo: Brasil, India y Sudáfrica, además de Turquía e Indonesia. Como nota al margen, los dos últimos pertenecían a otra asociación, los Civets, encabezada por Colombia, que nunca llegó a constituirse formalmente. El motivo del cambio de categoría de los países hace referencia a los desequilibrios macroeconómicos que enfrenta cada uno. El principal criterio utilizado es el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, que mide el saldo de las relaciones de una economía con el resto del mundo. De tal manera, si hay un rojo muy grande, existe el peligro de que este no pueda ser financiado, en caso de que el viento cambie de dirección. Eso es precisamente lo que ha comenzado a suceder, por cuenta del cambio en la política que puso en marcha hace un lustro el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos, que llegó a comprar 85.000 millones de dólares mensuales en bonos de forma sostenida, para darle liquidez al...

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