Campesinos de Las Pavas, en otra batalla por la tierra
Tierras
Alejandro Guzmán Pedroza, de 56 años, aún tiene en su memoria la imagen de los paramilitares del ‘Bloque Central Bolívar’ que por poco lo matan en el corregimiento de Buenos Aires, en el 2013. Ahora dice que ese mismo miedo ha revivido en medio de la lucha que desde el 2006 realiza con otros 500 campesinos para que el Estado les titule como propias las tierras de la hacienda Las Pavas, en el municipio El Peñón, en el sur de Bolívar. “Una noche de febrero pasado estaba revisando los cultivos de plátano cuando sentí que me disparaban. Fueron tres disparos; terminé en el piso y lleno de tierra; gracias a Dios ninguno me alcanzó”, cuenta Guzmán, quien hace parte de la Asociación de Campesinos de Buenos Aires (Asocab), que encabeza la pelea jurídica por la hacienda con empresarios de palma. Precisamente, la lucha no violenta de estos campesinos por la tierra fue reconocida con el Premio Nacional de Paz del 2013. Esta semana, Guzmán, acompañado de otros dos líderes de la comunidad –Etni Torres y Claudia Patricia Machuca–, radicó en la Presidencia una carta en la que le piden al Gobierno garantizar la seguridad de su pueblo y el derecho a “vivir dignamente”. En los últimos 11 años han retornado tres veces a Las Pavas, pero han tenido que volver a salir. Aseguran que, desde que recibieron el Premio Nacional de Paz, han aumentado los ataques. Señalan como responsable al departamento de seguridad de la firma Aportes San Isidro, que tiene cultivos de palma en la hacienda y es protagonista hoy de un litigio que pasó de los jueces locales al Consejo de Estado y la Corte Constitucional. “Hemos sido víctimas de agresiones sistemáticas de despojo de la Empresa Palmera Aportes San Isidro S. A. S. en el último periodo por su departamento de seguridad”, se lee en el escrito dirigido al presidente Juan Manuel Santos. Según la denuncia, integrantes de la comunidad han sido “agredidos físicamente” en varias ocasiones. Dice además: “Han amenazado con abusar sexualmente de nuestras niñas, quemado varios de los ranchos de nuestro asentamiento, envenenado nuestras reses, dañado y envenenado nuestras cosechas”. Guzmán asegura que en el último año les han robado 15 reses y envenenado 3, y que les han destruido cosechas enteras de arroz y plátano. Ante la Fiscalía han denunciado al departamento de seguridad de la firma palmera. “Hemos interpuesto más de 10 denuncias, pero no vemos ningún resultado. La Fiscalía no avanza y la Policía no hace lo suficiente para...
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