Las claves que ayudaron a rebajar los homicidios en la capital
La reducción histórica de los homicidios en agosto pasado en Bogotá, cuando se presentaron 80 casos frente 143 del mismo mes del año pasado, llevó al alcalde Gustavo Petro a cobrar el éxito de su política de desarme, la cual está vigente en la ciudad desde el 1 de febrero.
No solo ha sido el agosto con menos homicidios en 27 años, sino que en cinco localidades no se presentaron asesinatos: Chapinero, Teusaquillo, Antonio Nariño, Puente Aranda y Candelaria.
Pero la de agosto no es la única cifra que está a favor de la posición del Alcalde: desde que entró a regir la prohibición al porte de armas con salvoconducto, la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes ha oscilado entre 16,9 y 16,1, cuando el primero de enero el gobierno Petro la recibió en 22,1. Es decir, en los últimos ocho meses se ha mantenido seis puntos por debajo. (Lea también: Nadie sabe cuántas armas hay con permiso oficial).
No obstante, algunos expertos en análisis de seguridad no están de acuerdo con que se atribuya todo el peso de la reducción al desarme, entre otras razones porque no se ha hecho un estudio con indicadores sobre el tema.
La más radical es María Victoria Llorente, directora de la fundación Ideas para la Paz. Según ella, hay ciudades, como Bucaramanga, que no tienen desarme y sin embargo también han conseguido reducción de homicidios. "Si fuera verdad que el desarme ayuda a reducir los homicidios, el porcentaje de asesinatos con arma de fuego debería reducirse y, en cambio, se mantiene en el 60 por ciento de participación que ha tenido siempre", afirma.
Para Llorente, lo que sí está medido es el impacto de la política de cuadrantes de la Policía, que según Ideas para la Paz puede estar aportando el 18 por ciento de la reducción.
Jairo Libreros, de la Universidad Externado, cree que a pesar de los críticos, hay que darle parte del crédito al desarme, en particular porque esa política "ha permitido crear unas pequeñas bases de lo que puede ser una cultura para alejar las armas de cualquier actividad ciudadana".
El exsubsecretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana de Bogotá, Hugo Acero, afirma que "el desarme sí influye, pero no tanto". Está de acuerdo con el aporte de los cuadrantes, pero considera que hay que darles más crédito al decomiso de armas ilegales, la captura de homicidas, la desarticulación de bandas criminales y a un comandante de Policía que tiene en la calle a sus hombres todo el tiempo. "El mayor resultado es por la parte operativa de...
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