Estas son las claves de la supremacía del Barcelona - 4 de Marzo de 2019 - El Tiempo - Noticias - VLEX 770034049

Estas son las claves de la supremacía del Barcelona

PARA EL TIEMPO @JorgeBarrazaOKanálisis Jorge BarrazaFue un gesto casi inadvertido: el miércoles, en el minuto 73 del Real Madrid 0, Barcelona 3, se produjo un cambio en el equipo catalán: entró Arturo Vidal por Luis Suárez. Al salir el uruguayo, Ernesto Valverde intentó darle la clásica palmadita que se traduce en "bien, bien, Luis…", pero el Pistolero lo obligó a más, buscó darle un abrazo al entrenador que acababa de sacarlo. La efusividad tiene dos lecturas: 1) el agradecimiento por el respaldo que le dio durante su extensísimo bajón futbolístico y goleador; 2) refleja la notable relación que los futbolistas blaugranas mantienen con el ubicadísimo DT. Que jamás se complica. Es un Sergio Busquets con buzo, todo simple y al pie, nunca un lío con el vestuario, ningún problema con la prensa, la dirigencia o el público. Va por la vida ligero de equipaje. Y en un grupo de estrellas la armonía en la convivencia es posiblemente el bien más preciado. El pasado 9 de febrero Valverde cumplió 55 años, todos los jugadores le prodigaron una cariñosa manteada en el centro del campo; y fueron ellos quienes, en buena medida, forzaron a la directiva para que le renovaran un año más. Lo quieren y ya sabemos lo que significa en el fútbol cuando la tropa aprecia a su comandante: se juega por él. Es buen síntoma para lo que le espera al Barcelona, que navega firme, pero aún le falta mucho mar para llegar a puerto. El domingo, al minuto 61, Solari dispuso una sustitución en el Real Madrid 0, Barcelona 1: entró Asensio, salió Bale. 16 minutos después, mientras el clásico se podía empatar o hasta ganar, una cámara de El Chiringuito, de la TV española, sorprendió a Gareth Bale yéndose del estadio (se supone que sin bañarse) con su auto. Clara muestra de lo que le importan su club, su técnico y sus compañeros; ni hablar de los hinchas. Bale es como un iceberg en medio del océano, frío, no se conecta con nadie. Dicen que aún no aprendió a decir "buenos días" en español y se pasa el tiempo mirando golf en su tablet. Dos gestos que explican, en gran parte, las dos victorias en 72 horas del Barcelona sobre el Real Madrid. No son las únicas razones, claro. Mientras el Barça era un colectivo solidario, que luchaba compacto, todos sus jugadores sabiendo qué hacer y ayudándose, la TV mostró a Sergio Ramos gritando a sus compañeros "¡Vamos, que nos hacen seis…!" El zaguero madridista sabe, tiene el lomo curtido por tantos latigazos azulgranas en todos estos años. Son...

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