Colombia: del siglo XX al siglo XXI, en desarrollo económico - 25 de Abril de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 864987041

Colombia: del siglo XX al siglo XXI, en desarrollo económico

YOLANDA GÓMEZ TORRES - ESPECIAL PARA EL TIEMPOEl desarrollo humano de un país se mide por la calidad de vida de sus habitantes: qué tan larga y saludable es su vida, cuál es su esperanza de vida al nacer y cuál es la calidad del empleo, la educación, la salud y la vivienda. Son aspectos claves para saber qué tan bien o mal estamos. A comienzos del siglo pasado, la esperanza de vida de las personas que nacían en Colombia era de menos de 38 años. En los años 50 subió a 48 para las mujeres y 52 para los hombres. En 2021, según el Dane, la esperanza de vida para las mujeres es de 80 años y para los hombres, de 73,7. Que hoy tengamos el doble de la expectativa de vida de comienzos del siglo XX es una evidencia de que algo ha pasado para que cambiaran los indicadores, y que pese a las críticas razonables porque el desarrollo no ha llegado por igual a toda la población, el país logró construir en una centuria las bases de una economía para enfrentar los desafíos del presente y el futuro. Entre comienzos y mediados del siglo XX nacieron las empresas e instituciones que con el tiempo se convirtieron en el músculo y soporte de la economía, pero en los primeros años los gobernantes de Colombia navegaban a ciegas en un país que carecía de organización, estaba fragmentado y dividido por la confrontación política, vivía las consecuencias de las guerras propias y ajenas y carecía de controles y norte en el manejo de las finanzas, el gasto público y el presupuesto. De aquella época (1923) fue la quiebra del Banco López, el más importante del mercado nacional del café, que se quedó sin liquidez y llevó al pánico de los ahorradores, en medio de una crisis generalizada de la economía. Con ese panorama sombrío, en 1923 llegó a Colombia la Misión Kemmerer, contratada por el gobierno de Pedro Nel Ospina, tras una crisis comercial y financiera que había provocado la a renuncia del presidente Marco Fidel Suárez. Un editorial de Eduardo Santos en EL TIEMPO reflejó el tipo de realidad al que se enfrentó dicha misión extranjera: "Las dolencias económicas y fiscales del país, en grandísima parte, no provienen de falta de ciencia, sino de malos hábitos, de falta de energía para combatir vicios que nadie defiende a la luz pública, pero que se imponen en la sombra. La Misión financiera tropezará con ellos desde un principio, en la base misma de los trabajos que debe acometer, y veremos si puede desalojar lo que ha resistido a los clamores nacionales de medio siglo". Si...

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