Colombia y EE. UU., tan lejos y tan cerca - 8 de Julio de 2011 - El Tiempo - Noticias - VLEX 287991834

Colombia y EE. UU., tan lejos y tan cerca

Recientemente un ex funcionario estadounidense de visita en Bogotá se lamentaba de la falta de lealtad del Gobierno Obama con su homólogo colombiano, dada la lentitud del proceso de ratificación del Tratado de Libre Comercio en el Congreso de Estados Unidos.

También en su momento el presidente George W. Bush reclamó al Congreso de su país apoyo al TLC con Colombia, argumentando que el Gobierno de Álvaro Uribe había hecho "todo lo que él le había pedido" en favor de los intereses estadounidenses. Ello inmerso en lo que Arlene Tickner denominó la política de intervención por invitación. Estos reclamos evidencian que numerosos estadounidenses tienen clara la histórica incondicionalidad colombiana con Washington y a su vez que, a juicio de muchos colombianos, le debemos bastante a esa gran potencia por los "favores recibidos".

Hagamos memoria. Desde comienzos del siglo pasado, las relaciones económicas entre América Latina y Estados Unidos se intensificaron progresivamente. Se consolidaba el alejamiento de estas naciones respecto a Inglaterra, el gran poder de Europa antes de la Primera Guerra Mundial.

Estados Unidos, luego de culminar su periodo de expansión territorial en el siglo XIX, se encontraba en una nueva etapa de sus relaciones con el continente, practicando la conocida 'diplomacia del dólar'. Los empresarios colombianos consideraron que el precio del desarrollo capitalista era la apertura a inversionistas extranjeros, proceso en el cual EE. UU. comenzó a jugar un importante rol.

En 1923 el país recibió asesoría económica a través de la misión Kemmerer. El 'doctor dinero' llegó a Colombia para orientar al Gobierno sobre la manera más rentable de invertir los veinticinco millones de dólares pagados en compensación por la pérdida de Panamá, pese a lo cual, al finalizar esa década, la deuda externa colombiana era principalmente con los Estados Unidos. Lo paradójico del asunto fue que las reformas sugeridas por Kemmerer condujeron a que EE. UU. se convirtiera en la mayor fuente de capital extranjero para Colombia. Empresas con capital estadounidense se beneficiaron de la flexibilidad colombiana mientras el conservatismo y los sindicatos de izquierda acusaban al Gobierno de convertirse en 'colonia yankee'.

Entre las empresas favorecidas con esta apertura se encontró la United Fruit, y petroleras como la Tropical Oil Company. Los empréstitos se ofrecían a cambio de profundas exigencias que, como lo sugiere la historiadora Catherine LeGrand...

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